Me quedé mirando a la luna,
por si veía tu reflejo en sus oscuros mares.
Tanto quise mirarla, que celosa del brillo
de mis ojos ansiosos de encontrarme con los tuyos,
me hizo suyo atrapándome con sus celestes brazos nocturnos.
Y allí quede colgado, esperando que algún día
tu al mirarla vieras mi figura y por fin te enamoraras.
María Belén Mateos
No hay comentarios:
Publicar un comentario