Precario escudo
resguarda el alma
desnuda del poeta.
Bandadas de palabras
y letras agudas
como espinas
de rosas muertas
lo acribillan y ametrallan
sin piedad.
No hay defensa posible
los versos se incrustan
en su cuerpo
y se desangra en poesía
rotunda, doliente y serena.
Laura Vaíni
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