tú agolpándote en la fragancia, yo perdida,
tú con la punta salvaje de la tarde, yo clavada,
tú con los huesos naciéndote dobles, yo a mitad de sangre,
tú abriendo la luz del día como el espino
yo cadera herida
yo bajando el minuto alto brillando,
tú escalera, tú de espacio
yo nervadura de vuelo a tu labio
vapor de pájaro
vapor de pájaro y tú tatuándome la libertad,
no hay yacimiento más puro,
y tú consistiendo
y yo únicamente sin mí
y tú únicamente solo
prohibidos, solos cada uno de uno
y llenos del otro
cayendo en la delicada consecuencia de la medianoche.
Gabriela Amorós
No hay comentarios:
Publicar un comentario