Huyo,
busco ganar distancia
entre ellos y yo.
Por un instante percibo
sus garras dándome alcance,
para frenarme,
para apresarme,
para anularme.
Es el momento:
con mis botas de siete leguas
los dejo atrás,
burlados y confundidos.
Rabiosos,
se retrotraen
y se revuelcan en sus bilis
hediondas,
amargas,
mortíferas siempre.
María Pilar Latorre
María Pilar Latorre
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