miércoles, 28 de octubre de 2015

La depresión



Solo
ante la soledad,
solo.
Me despeino,
corro, huyo,
solo.
La soledad
me atrapa
en su oscuridad
sin rostro.
Solo,
camino
en la espiral
triste
de la soledad.
Deambulando
en el silencio,
vílico
de los suspiros.
La soledad
se adueña
de mi voz.
Me aísla.
Escucha
mi llanto
triste y solo (seco).
Solo (y triste)
latiendo
mi vida
entre montañas
tormentosas.
La mano
sale del alma
pide ayuda
inaccesible.
Encadenado
al socorro
estático.
Funámbulo
inmóvil
de murallas
inexpresivas.

Solo…
… solo
me queda
la soledad.


Rafael Luna García



2 comentarios:

oristela dijo...

Que triste y solo nos sentimos a veces ....estando rodeado de gente.

oristela dijo...

Que triste y solo nos sentimos a veces ....estando rodeado de gente.