Otoño, muere el estío,
se desmayan las hojas,
Eva al desnudo.
Arrugas, surcos en la piel,
tristeza en cuerpos sin esperanza.
Languidez del alma.
Colores marrón y chocolate,
sustitutivos de un sexo cada vez más amargo.
Agua, lluvia, viento, tempestades,
torrentes de pasión que van muriendo.
Tristeza en calma.
Bosques anaranjados, rojos, verdes y violetas.
Anocheceres tempranos, lejanos amaneceres.
Eva toma la manzana
y cubre su cuerpo de barro.
Y vestida de pecado, enciende la llama.
Coral González
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