domingo, 4 de mayo de 2014

Esto no es un adiós




Esto no es un adiós.


Y yo soy un castillo, aunque pocos lo sepan.

La amargura, esa mantis de patio de colegio,

lo intentó con nosotros.

Hemos sido canciones. Quiero decir: felices.

Untábamos mermelada en prisiones

sin rejas frente al mar.

Hablábamos del sol y de la suerte

y de las carteleras de los cines.

Nos perdimos, también. Y hubo manos

de gnomo con heridas de cúter

que nos fueron mostrando las miguitas de pan.

Volvimos a ser bosque:

nada es más fiel que la cerveza. Y en un muro

alguien había escrito la palabra

GUÉRIR.

Nombres de cosas bellas por romper.

Pero no era un adiós. No.

Y yo no estaba triste. Y los duendes decían:

Nunca sales realmente

de las islas donde estuviste enfermo.


No es suficiente andar para alejarse.



Martha Asunción Alonso



No hay comentarios: