domingo, 25 de diciembre de 2011
Mi chistera vacía
Mi chistera vacía, como un mago
que ha agotado sus trucos.
No hay ases en mi manga
ni extraños artificios
con que engañarte.
Me presento ante ti tan
solo
con mi palabra.
(Inédito)
Juan Antonio González Romano
sábado, 24 de diciembre de 2011
No permitas que escriba malos versos
No permitas que escriba malos versos
(este se te ha escapado, por ejemplo).
No consientas poemas sin sentido,
que a nadie le interesan.
Paraliza mi mano si arroja una palabra
de más, vacía o sin porqué.
Hiela mi voz o quémame el aliento
si es lo mío lo único que canto.
Si dijera transida o incorpórea
sométeme al castigo de los justos.
Hazme callar entonces, callar siempre
si solo lanzo al aire mis lamentos.
Permíteme decir lo necesario,
aquello que es preciso, lo que atañe
al solo corazón del hombre solo:
la verdad esencial de la poesía.
Juan Antonio González Romano
viernes, 23 de diciembre de 2011
Imitación de Catulo
Déjame que te bese
mil veces más
y que cuando termine
vuelva a empezar.
Pero te advierto:
siempre pierdo la cuenta
cuando te beso.
Juan Antonio González Romano
jueves, 22 de diciembre de 2011
Coplas
Yo no sé nada de ti,
ni quién eres ni a quién amas…
Sin embargo, no me importa:
de mí tampoco sé nada.
Cuanto más pasan los días
y más vueltas le voy dando
más comprendo que la vida
tampoco me importa tanto.
Por mucho que ahora te duela
guárdate un poco de llanto:
que aunque la vida sea corta
será el sufrimiento largo.
Juan Antonio González Romano
miércoles, 21 de diciembre de 2011
A veces tengo miedo de mí mismo
A veces tengo miedo de mí mismo:
me miro ante el espejo y sólo veo
la imagen de una sombra ante el abismo
insondable de un Dios en que no creo.
Soy solo soledad sobrecogida,
una gota que cae y no halla el fondo,
una sola pregunta repetida
que por más que lo intento no respondo.
Si ser feliz no es nada más que un sueño
y la renuncia siempre nos rodea;
si inútil viene a ser cualquier empeño
y nada el fondo de cualquier idea…
¿por qué esta desazón? ¿Por qué este espanto?
Vivir, sólo vivir. No pido tanto.
Juan Antonio González Romano
martes, 20 de diciembre de 2011
He buscado tu nombre en cada cuerpo
He buscado tu nombre en cada cuerpo,
tu cuerpo en cada nombre he deseado;
la luz de tu tristeza en cada mano,
la savia de tu mar en cada pecho.
He llorado tu boca verso a verso,
día a día tu olvido he proclamado
y ahora me doy cuenta del engaño
de nombres, cuerpos, luces, savias, besos.
Mañana me echaré tu olvido a cuestas
y un Sísifo seré de ardiente carga,
un Tántalo que toca y bebe y ama
y nunca halla remedio a su condena.
Me siento tan cansado y tan confuso
que apenas si recuerdo lo que busco.
Juan Antonio González Romano
lunes, 19 de diciembre de 2011
¿Por qué no he de sentirme enamorado
¿Por qué no he de sentirme enamorado
-lo mismo que estás tú, según me dices-
aunque no nos comamos las perdices
ni mi hogar sea castillo ni encantado?
¿Por qué no he de rozar tus labios tiernos
con besos prolongados y profundos?
Aunque sé que son sólo unos segundos,
¿por qué no he de soñar que son eternos?
No: no es amor tan sólo el que se siente
con ansia permanente y duradera
ni el dolor es más leve, ni la espera
más lenta, más ansiosa o más urgente.
Amor es sólo amor cuando un instante
te lleva a ser feliz, y eso es bastante.
Juan Antonio González Romano
domingo, 18 de diciembre de 2011
Instrucciones para olvidar
Buscar las huellas fugaces del silencio
y apresar la resonancia
que sigue excavando sus orillas.
Remontar el surco
de esa huida
que ensordece el aire
y naufraga
sobre las olas deslumbradas
del deseo.
Buscar los rastros invisibles,
escombros de una luz quebrada
por la interrogación del viento.
Y apagar el crepúsculo
con la última gota
del recuerdo.
Inés Ramón
sábado, 17 de diciembre de 2011
Graffiti
Parpadea
dentro de una mirada
pintada sobre el muro.
Atraviesa
con su eclipse inmóvil
todos los ríos de mi existencia,
convoca
mis peces invisibles
prisioneros en redes de cenizas.
Mira
una sombra de dientes apretados,
el vértigo que tiembla
avanzando hacia la nada.
Instaura la certeza
de habitar un tiempo que devora
los gritos de la huida,
Me clava
al laberinto de insomnio.
Y me cose en la frente
una búsqueda
infinita.
Inés Ramón
viernes, 16 de diciembre de 2011
¿Qué amor...
¿Qué amor
teje un velo
en el paisaje del ser?
¿Qué voz espanto
viste las ruinas
del entonces?
¿Qué irresistible pájaro
duerme
en la herida que soy?
Inés Ramón
jueves, 15 de diciembre de 2011
Intentar decirte la noche con fuego entre los dientes
Intentar decirte la noche con fuego entre los dientes.
Intentar disolver el silencio irreductible,
dibujar la voz que sí me pertenece
aunque respira en las grietas de la ausencia.
Intentar decirte un nombre
que envejece desnudo sobre el tiempo.
Intentar buscarte en el fondo
de los ojos de la tarde.
Y creer
que germinaba la vida
en mi palabra.
Inés Ramón
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Eres
Eres
un fuego
de miradas entreabiertas.
Eres
la violencia que me nombra,
el sueño que regresa,
que avanza,
retrocede,
y se vuelve pensamiento.
Eres
el tiempo que vibra
y esculpe las noches y los días,
que busca un cauce
en las cenizas
de mi voz.
Inés Ramón
martes, 13 de diciembre de 2011
El secreto arde con la boca abierta
El secreto arde con la boca abierta,
jadea
como una jaula sin voces
detrás de las cortinas.
En el espacio que queda
la trampa de los ojos turbios
manosea el collar de mi dicha.
Soy un trapo que atraviesa
el rumor del viento,
que pregunta
al lagarto de niebla
cómo quebrar el movimiento de su lengua,
cómo soltar
la oscuridad sin puertas,
cómo acabar
ese concierto agónico,
cómo envenenar
su baba repugnante.
Inés Ramón
lunes, 12 de diciembre de 2011
Una grieta se abrió en mí como una lágrima
Una grieta se abrió en mí como una lágrima.
Desgarró mi desnudez,
mi perfecta simetría.
Y fue
agrietándose la noche,
el tiempo
agrietado;
los misterios,
agrietados;
los soles
chorreando cenizas
por las grietas.
Los despojos,
los miedos,
todos los vértigos,
agrietados.
Y fue en mí sedienta herida
para beber a sorbos el rocío
y sus reflejos dorados,
para respirar
la inmensidad sin grietas
y abrir
aquel jardín perpetuamente ahogado.
Y libre, por fin, sin equipajes,
sin despedidas,
volar,
surgir,
llegar
al otro lado.
Inés Ramón
domingo, 11 de diciembre de 2011
la fuente de la vida
lluvia, frío, viento
y a veces algo de nieve
ese era el panorama
del que disfrutamos
hace poco en Praga,
mi chica y yo
errábamos por
calles con aristas kafkianas
y yo iba hundido:
las noticias no eran buenas
durante aquellos paseos
luchaba por no desmoronarme
sólo podía pensar en
algunos versos sueltos
de javier das y de
ana pérez cañamares
no dejaba de imaginar
qué aspecto tendría ella
cuando se quedara sin pelo
y sin fuerzas por la quimio
ella:
me refiero a mi madre,
la que me dio la vida
esta vida que aún sufre,
este corazón hecho jirones
allá, perdido en algún rincón
de las calles grises de Praga.
José Ángel Barrueco
sábado, 10 de diciembre de 2011
derrama versos sobre el poeta muerto
raúl núñez,
compadre
en la lucha:
enterraron
tu pellejo
hace 15 años
ningún premio
lleva tu nombre
no han rescatado
tu obra narrativa
y pocos de los que
te alabaron en vida
te recuerdan ahora
en la muerte: estás
maldito y olvidado
pero no te aflijas:
porque tú
perteneces
a las calles viejas,
a las aceras sucias,
a las tabernas donde
bebemos vino barato,
a los ojos de las viudas
aún tristes y aún bellas,
a los hombres que
rugen de fracaso,
a los tugurios plenos
de putas y de beodos,
a los rastros donde
se juntan los débiles,
al pueblo llano
y a la gente sencilla
nos perteneces
a nosotros
a quienes, contigo,
comprendimos
que el sabor
de lo auténtico
no está en la banca
sino en un poema
escrito a tiempo.
José Ángel Barrueco
viernes, 9 de diciembre de 2011
roberto
de madrugada,
verano de 2005
me acababan
de operar de
una fístula
y tenía el sueño ligero
a causa de las pastillas,
los dolores y las vendas
mi móvil
recibió
un mensaje
en la pantalla,
una de mis tías
había escrito esto:
roberto se ha suicidado
ella dormía a mi lado
y no quise despertarla
no pude decirle que roberto,
un primo lejano, estaba muerto
dejé el teléfono
y me zambullí
en la noche
en las sombras
en mi dolor callado
en el silencio del luto
en el misterio de su desaparición
traté de descifrar
su amargura y
el peso de su sentencia
vi su cara joven,
ya marchita por las depresiones
y pretendí imaginar
quién lo habría encontrado
y cuántas noches pasaría sin dormir.
José Ángel Barrueco
jueves, 8 de diciembre de 2011
réquiem por estas botas
las jubilé el día de reyes
me las regaló mi viejo
hace ya muchos años
tal vez cinco o seis, no sé
con ellas conocí a mi chica
con ellas circulé por los caminos
las veredas y las sendas
las calles y los parques
anduve por tierras remotas
cambié de domicilio y de ciudad
botas recias, botas de otoño e invierno
hechas a mano, forjadas para recorrer
muchas millas, construidas para durar
y sostener a hombres de pie inquieto
las botas de alguien que corre, pero no avanza
no fui muy lejos con ellas puestas
no alcancé grandes propósitos
pero me enseñaron a resistir
me enseñaron que el viaje es interior
estas botas están hechas para caminar
these boots were made for walking
unas dr. martens made in england
con 16 agujeros para los cordones
cosidas a mano, no pegadas
oil fat acid petrol alkali resistant
resistentes a todo
botas negras, descoloridas
por la lluvia, el alcohol y los cruces de caminos
desgastadas por las grietas y los roces
y con aberturas por las que se metían el agua y el frío
las despedí el día de reyes
me sostuvieron en el fracaso
y en los trayectos, en el amor y en la batalla
me ayudaron como si fuéramos hermanos
me protegieron en esta guerra que es la vida.
José Ángel Barrueco
miércoles, 7 de diciembre de 2011
la alfama
barrio de la alfama
suburbio obrero y
laberíntico
cuestas y escaleras
muros teñidos de graffiti
fachadas con grietas
tiestos en los balcones
olor a pescado frito
marujas comentando
la sobremesa y el calor
de mediados de agosto
un hombre asa sardinas
a la puerta de su casa
dormitan los gatos
la ropa se seca
en los tendales
curiosean los turistas
una terraza en la calle
restaurante “alfama grill”
bacalao dorado
sardinas
vino y postre
de vez en cuando
pasa por delante
algún yonqui
hostigado por el mono
mientras nosotros
reponemos energías
él gasta su último
esfuerzo en llegar
a ninguna parte.
José Ángel Barrueco
martes, 6 de diciembre de 2011
fingiendo
encuentro
en la calle
a un amigo
y
me dice:
estuve con
tu padre
ayer.
te puso
a parir.
y mi
sonrisa
forzada,
fingiendo
que no
me importa.
José Ángel Barrueco
lunes, 5 de diciembre de 2011
el silencio del tirano
nos reuníamos por las noches
en la cocina, para solidarizarnos
conversar y permitir un flujo de humor:
mi madre
mi hermano
mi hermana
alrededor de la mesa,
muchacho, aquello fluía
como estar en una cena de antiguos colegas
ya sabes: camaradería, buenas vibraciones, relax
pero todo lo bueno dura poco
minutos después de habernos reunido
se oía la llave en la cerradura,
seguida de un portazo violento
y la sensación de un nudo en la garganta:
una presencia incómoda
entrando por la puerta,
el marido y padre irrumpiendo en casa,
llenando las paredes
de malas vibraciones,
de enfado, de rabia, de odio, de tensión
nos mirábamos entre nosotros
y un silencio espeso y terrible
se abría con su llegada
entraba murmurando algo: hum,
abreviatura de su saludo cotidiano
nadie reía
nadie hablaba
nadie estaba cómodo
cuando él
se sentaba a la mesa,
nosotros huíamos sin hacer ruido
a otras habitaciones, a leer, mirar la tele
o, simplemente,
a reunirnos de nuevo los cuatro,
como si aquello fuera una conspiración
contra el tirano y su silencio autoritario.
José Ángel Barrueco
domingo, 4 de diciembre de 2011
Sin tregua
He jugado al despiste conmigo misma,
puse los dados en tu mano,
y ahora ruedan bajo asfalto.
No es desamor,
cuando sigo amando,
es el espectro de un mal "juego"
Y yo, cada vez
más virgen para más adúltera,
más puta y más confesa,
cada vez,
más experiencia.
Mayte Albores
sábado, 3 de diciembre de 2011
La hondura, en mi
Me duele el silencio,
y como todos los ecos
de la noche lo traicionan.
Me duele llorarte
y fingir
que no me duele,
cuando todo me duele.
Cuando hay
un desgarro tan hondo,
se van necrosando
las ganas de seguir.
Resucité,
para morir de nuevo,
y deseo que pase
esta agonía,
porque ya no sé
por lo que luchar.
Y si esta lucha,
es sólo mía,
me resigno a la amargura
de perder antes de jugar.
He hablado de amor,
y de entrega,
y he rezado siempre
por ti.
Pero hoy me levanto,
desnuda,
descalza,
y me retiro
sin hacer ruido,
para no molestar
el descanso del día,
o el aroma de la luna.
La eternidad,
no es una vida sin ti,
es un solo silencio,
o una sola frase
que querría borrar
de tus labios.
Y el dolor,
la existencia
de esos labios
que no pueden
borrarse...
Que no pueden
borrarse... de mi.
Mayte Albores
viernes, 2 de diciembre de 2011
¡Ya no más!
¡Se acabó!
Soy tuya y no me tendrás
Y, sin tenerme,
sabes que mis labios
no besarán la traición de cada día.
Mi cuerpo se ha enfriado con la pena
porque el hielo envenenado me ha abierto los ojos.
No llores por mí,
que conmigo me basto sola
para exprimir mis ojos secos
que ya diluviaron.
Este es el punto de un ¡se acabó!
y un hasta luego que no te aseguro si llegará.
Te quiero.
Te quise, no sabes cuánto.
Y espero, deseo,
que te vuelvan amar con tanta locura...
Mayte Albores
jueves, 1 de diciembre de 2011
Puta
Soy una puta por tu boca.
Soy una puta por tus ojos.
Me llamas putas y me deseas.
Y yo, no me vendo a tus palabras.
Podré comerciar mi cuerpo
En una cuneta desgastada
Tendrás la puta, pero nunca,
de la mujer, alcanzarás, el alma.
Soy una puta porque me compras
Soy una puta porque me gastas
Me insultas desafiante sin saber, "ja-ja",
Que una puta sin un hombre como tú
De puta, no tiene nada.
Mayte Albores
miércoles, 30 de noviembre de 2011
ALMENDRAS AMARGAS EN PARÍS
La voz se ahoga, en la orilla.
Los pies esperan a que vuelva el mar.
Inmóvil, me dejo llevar.
En la quietud de la palabra perdida.
Perdida pero sin moverme.
Soltera de equipajes llenos de ideas.
Miro el horizonte hasta ponerse el sol.
Observo las distancias.
Me hundo en un universo mal zurcido.
Mi universo se expande en el eco... se va.
Mis ojos se cierran para ver mejor.
Mi corazón se encierra en su propia jaula.
Fruto de mi propio castigo en la esencia del ser.
Me hago garabatos a mí misma,
quiero borrarme.
No quiero liderar banderas,
ni empuñar armas de guerra,
no quiero estar tras escudos...
sólo esetar,
ser aire en la brisa,
ser gota en el agua,
ser color en el cielo,
ser lo que no soy y lo que nunca seré...
¡Hada sin alas queriendo volar!
Almendras amargas,
esconden el fruto del árbol en flor,
abrazada al tronco, entre jirones,
trato de esconderme entre cañaverales
y ser sumisa de mis silencios
y ser respuesta a mis ojos de sueños baldíos,
en un vacío que resquebraja
el resulta de mí misma...
Me acompaño, no siendo buena compañía,
no alcanzo a encontrar esa mano que tire de mí,
ahora, cuando he fijado mi residencia en la nada.
Más, como alguien dijo:
"Siempre nos quedará París"
Mayte Albores
martes, 29 de noviembre de 2011
Cuando callas
Tus silencios, cuando callas, son sueños que amo...
Cuando callas me resigno y te contemplo...
En tu mundo y en mi mundo
cuando callas... ¿por qué callas?
Y te admiro.. te respeto, y espero tu momento
que también es mi momento de escucharte.
Tus silencios me hacen desnudarme
a la espera de respuesta.
Sigo esperando esa mirada tuya,
penetrante, que me llene, que me diga, que me hable...
Cuando callas... ¿porque qué callas?
Y quisiera adentrarme salvajemente
en tú mente,
en tú alma,
porque todo tú eres como un fuego
que me llama
que calienta y da calor...
pero callas...
Y miro, cuando callas, y aunque calles,
yo te escucho,
me respiras,
me suspiras
y como fiel mensajero de amor
yo te espero... espero tu momento
que también es mi momento de escucharte
cuando hablas.
Mayte Albores
lunes, 28 de noviembre de 2011
Ay de mi
No puedo permitirte
soñar,
conmigo,
con nosotros.
No puedo permitirme,
seguir perforando
cada estrofa del latido,
seguir muriendo.
No puedo dejar de amarte,
pero eso, lo sabrás hoy,
y mañana,
sólo lo sabré yo
en cada cuneta
en la que me estrelle,
por cada escozor
sin medicina,
por cada llanto
sin abrazo,
por cada beso
sin labios.
Esta velocidad
fue demasiada para mi.
No puedo curar
tantos jirones.
Que
no es río
lo que chorrea,
no es flujo
lo que humedece mi piel,
sino la herida fresca
del vampiro,
aquel,
que musitó a mis entrañas,
las mismas
que se revolvieron,
que se declararon seno,
y cedieron su sangre.
Ay, de mi si no te olvido,
ay, de mi, que olvidé,
que la realidad
era primero quererme.
Y ahora,
que no sé cómo empezar
debo revocar mi amor,
al menos disfrazarlo ,
porque me lleva al reflujo
y me quedo "seca"
hasta de mi.
Estoy demasiado llena
de recuerdos,
demasiado vacía de "ahoras",
y del futuro,
sólo pienso
que me da igual ser quemada,
o escupida de tierra y cemento.
Mayte Albores
domingo, 27 de noviembre de 2011
DE SU REVELACIÓN (Fragmento) XIV
Pero a veces escondida y minúscula
observas te introduces
en esos labios y en esos pies llagados
que bien podrían llegar a ser los tuyos
Y entonces tu dolor se apacigua
y se olvida de ti
Y cuando todo parece ya extinguirse
a pesar del ahínco de tus ojos y manos
de pronto te sorprende un mínimo destello
Una puerta levemente entornada
que te invita
al rumor de sus goznes abriéndose
De nuevo a descalzarte y a beber en su cuenco
Y entonces la vida tan insignificante
su sin sentido llama a tu corazón
y tú lo escuchas:
y vuelves como a un adolescente
a ofrecerle y a darte otra oportunidad
Goya Gutiérrez
sábado, 26 de noviembre de 2011
DE SU REVELACIÓN (Fragmento) XIII
Sabes que no puedes decir
todo lo que quisieras
pues larga es la injusticia
como ancha es la opulencia
y la vida cautiva seca tensa
sobre la que aún hoy
sin quererlo crecemos
Y temes pronunciar palabras
que lleven a tus versos a exiliarse
de su propia belleza ante otros ojos
Pero desde ella reivindicas
la libertad y sabes
del peso del silencio
y la complicidad
De mirar ver volver
a formar parte de la rueda
a no poder desentrañar
el espejismo de todas las edades:
lo incierto de estar y la certeza de ser
grano de polvo cambiante de una estrella
en el ilimitado ser del Universo
Goya Gutiérrez
viernes, 25 de noviembre de 2011
DE SU REVELACIÓN (Fragmento) XII
Y en tiempos de sequía la poeta
a regiones cultivables vuela
como la alondra
Haciendo de lo inhóspito su casa
Intentando refugiarse en el tiempo
que huye del bullicio del tiempo
ruidoso de lo célebre
Como el ave fénix
recicla sus cenizas exprimiendo
un zumo que transgreda sus membranas
que llegue al corazón de su cerebro
Porque sabe que el éxito es efímero
que el verde del laurel rápido muda
aposentado en la corona:
que detrás está siempre la única certeza
en la última puerta allí esperando
Goya Gutiérrez
jueves, 24 de noviembre de 2011
DE PARADA Y DESTINO IMPREVISIBLE
Hay trenes como flechas traspasando mi ensueño
Oigo en la lejanía su aullido dilatado en el aire
en medio de la noche
Y todos sus vagones semejan componentes
de esa vieja manada de los antiguos lobos
Atravesando el furor de los hombres
Viajando así en su huida
hacia estepas que quieran albergarlos
Son trenes que no paran ni detienen su curso
en nuestras estaciones de paso cotidianas
Temen perder el rumbo y la velocidad
de su galope al ritmo de una brújula
dirigiendo sus pies fijando su destino
Veo el rumor de su despedida expandirse
Alejarse de la inmediatez de este silencio
de sonido vacío
como el foso que vela ésa tu otra existencia
Hay trenes alados que circundan mi calle
Aves de vuelo gris amaneciendo
que esperan arrancar como ayer
la noche de tus ojos
Su graznido ya no parece huir
Ves cómo se detiene y se aposenta
en raíles de un hierro
que si escuchas en él oirás aún las grietas
y el sabor residual de viajes oxidados
Sobre ellos ha crecido este ofidio
de nuestras cercanías
que pretende engullir tantas manos y pies
ovillados aún bajo su manta en sus asientos:
Hacia el aire expoliado de alas de la gran urbe
Hacia el nido gigante donde reina
un grito más duro y compacto que la roca:
cemento armado gris llenando la calvicie del día
al olvidar la oscuridad que acoge resonancias
De voces y de espacios
O raíles uniendo los fragmentos de túneles
que en mi insomnio estacionan
para que te alces al vagón de otro vuelo
Goya Gutiérrez
miércoles, 23 de noviembre de 2011
ESPUMA ESPUMA
Homenaje a la poeta y al poeta suicidas.
"Y ahora soy
espuma de trigo, resplandor de mares"
Sylvia Plath
Tragarse el mar respirar agua azul
limpiar con su sal los pulmones enfermos
de ese alquitrán del tedio que atrapa a algunos
seres que se escriben y pactan con la muerte
Y has de estar en el mismo saliente
de piedra en la misma grieta
del cristal para comprenderlo
pero dejan su estela enrojecida
sólo para los otros
para muchas de ellas de ellos no hay tragedia
sólo hay ese deseo de cortar la última
hebra
salir de la jaula del mundo
sólo el pulso final el instante febril
de desenmascararla de mirarle a los ojos
sólo querer ser un mar silente
las olas
cercenando las púas de la angustia
entregando la raíz de la voz
a la gruta de las palabras
sólo ser píldora enrocada del reposo
disolver la conciencia
inundar la memoria ser nada
espuma espuma
Goya Gutiérrez
martes, 22 de noviembre de 2011
CIUDAD DE LOS AMANTES
entre las diagonales de su cuerpo
mis pasos indecisos te buscaban,
huyendo de esos túneles inmensos
que engullen el metal
de los atardeceres,
y traspasan como agujeros negros
la ciudad y sus sueños las espumas,
aleteaban crepúsculos del último
verano
archipiélago en la arena
de sus brazos,
se presentaba octubre vestido
de promesas,
noviembre cobijaba el temblor
de caderas aún frescas
que ya diciembre helaba,
y sus noches violetas derramaban
esperas
paseábamos las horas de ida y vuelta
hacia aquellas afueras
de ciudad,
donde los arrabales
tiñen con su cemento
el humo engendrado de las fábricas,
y motores impúdicos violan
silencios
de jóvenes amándose en parcelas
sin dueño,
ya ascienden por los muros buganvillas,
colorean el aire presagian primaveras,
presencian las ágiles piernas decididas
de la mujer hacia una cita a ciegas,
¿y adónde estabas tú cuando el amor
empuja desde el mar como un útero?
allí, junto a la brasa de despierta
luna, el cálido remanso de tus ojos,
el agua de tus brazos
regresando
mi cuerpo hacia otros túneles
de océanos de mares y desiertos,
aquí, dentro de nuestros pechos
que agolpaban las noches y los días
destejiendo,
para al fin encontrar
la hebra de seda
que el amor escondía en sus dominios.
Goya Gutiérrez
lunes, 21 de noviembre de 2011
Cómo alimentará cada mañana
Cómo alimentará cada mañana
de respuestas su boca,
si sabedora del más hermoso paisaje
ofrecido a sus ojos y a sus manos,
no le otorga su incondicional entrega,
si deja que caigan verdes y arrojadizos
días parpadeantes y caricias
de niño encerradas
en su cartera verdiazul,
y como si el tiempo fuera eterno,
entretiene las horas en inútiles
bagatelas necesarias
para qué causa.
Cómo podrá ofrecer
en algún lugar-momento
aquello para los suyos
que debería ya ser cuenco,
hogaza tierna, metal forjado.
Qué hará con ese objeto
Que nos secciona
la voluntad en islas
sin poder apresarlo.
Goya Gutiérrez
domingo, 20 de noviembre de 2011
Otra vez la lluvia
Otra vez la lluvia.
Otra vez el brocal del sueño
de par en par impacientando letras.
Digo que corro por no mojarme
pero es mentira.
Hay palabras que me ahogan
que pasean como hormigas por mi vientre,
que me vuelven incómoda,
extraña.
Y me miro de los pies al pecho,
por si algún signo me delatara.
Pero el temblor es imperceptible,
interno como un pasado oculto,
como las arterias de los ojos.
Y corro delante de ella,
y digo que corro por no mojarme.
Otra vez la lluvia
pidiéndome adentros.
Como si yo pudiera entrar en mí
cada vez que ella me llueve.
sábado, 19 de noviembre de 2011
La certeza
Estoy cansada,
de ser algo semejante a un tejido.
De no comprender,
por qué tengo manos y no ojos
que proclamen estúpidas cegueras.
De que la perplejidad ,
me relacione con vientos helados
y alturas desmedidas.
Cansada,
de que la certeza,
haya olvidado el modo humano
de sanarme.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Fado
El Fado será el perfume
que te conduzca,
que te deposite
en la ladera descalza de la lluvia.
No tengas prisa por llegar.
Yo quise amarte rápido
y ya ves;
apenas soy una letra,
un signo incipiente
hasta ayer desconocido
para tus labios.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Crecían más las hojas entonces
A veces, llovía como ahora
de una forma callada,
y todo quedaba quieto.
Era una quietud de sueño gastado
un silencio de piernas largas,
un refrescar extraño.
Crecían más las hojas entonces
y cercana a la ventana, la tarde,
abría surcos para morir en la tierra.
A veces, llovía como ahora y después,
las habitaciones eran agua y también los armarios,
y había que dejar en aquellos momentos
que la vida se hiciera cargo
de la voz enmudecida,
del llanto de las ventanas hacia dentro.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Alas
Hubo un tiempo
en el que los veranos
eran libros pequeños,
encuadernados en verde,
siempre los mismos.
Ahora, son gaviotas
y no se repiten.
No supe ver las alas
entonces.
martes, 15 de noviembre de 2011
Quedarme
Qué gris este día
alcanzado por un tiempo
intermitente
en el que rebosa
un río que reclama
su paso.
Ahora es la edad
en la que el ojo
se bifurca.
Vuelve la voz y el espacio
pero el cambio permanece.
Tiemblo,
ante la fantasía de quedarme.
lunes, 14 de noviembre de 2011
La pregunta
Cuando el dolor es viento,
ahueca la palabra
su corazón, que es vela,
y las olas se asombran.
Tan delgadas sus manos
puestas en la razón,
que al creerla tan suya
me devuelve impoluta
la caricia del aliento.
Puedo gritar,
sin sobresaltar las plumas
de sus tiernas alas,
provocar un oleaje de brazos
que no afecte a su corriente,
flotar en la taza
de su cara de cielo.
Pero no puedo lamer
lo seco de sus ojos,
ni hundirme en la infancia
que me haga soñar
con el hueco perfecto,
para un verso milagro.
Rompe a correr la noche,
hay un vapor de hormigas
que trota y me despierta;
quien vigila su luz
se cubre con la pregunta
que ofrece para mis hombros:
¿Qué se puede hacer
ante el dolor de un ángel?
domingo, 13 de noviembre de 2011
Segunda Inclinación
Amar siempre se escribe con hache intercalada.
Debe ponerla en medio, entre la i y la o.
No es bueno complicarse.
Total si son tres días y hemos gastado cinco,
para qué desatar lo imprevisible.
Recuerde, amar, al igual que estipendio,
debe escribirse así, con hache.
Y debe dar igual que usted sea peluquera,
cajera o cocinera. Amarse por minutos
no concibe de fraudes, ni siquiera de oficios vespertinos.
De día nos pela el alma y de noche la tibia.
Segunda inclinación, o misión, o concierto.
Tengo las cartas malas. Esta partida sobra.
No dio nunca lo mismo ser letra o alfabeto.
No me conviene hablar, hablar no me conviene.
Aunque debo decir, si es usted quien me escucha,
que amar se escribe siempre con hache intercalada.
Javier Sánchez Menéndez
sábado, 12 de noviembre de 2011
Ejercicios de Espiritualidad
DE ESE lugar con luz y sufrimiento
recuerdo sobre todo las noches,
las largas noches vacías
de un invierno enclaustrado,
el olor de la ropa a brasas
y caldera, la humedad
de la cama y el sueño
de los vivos.
Recuerdos de los curas
que fumaban Ducados
por amor a la verdad
y a los paisajes.
Una imagen santísima
que siempre acompañaba.
Era la voz de dios:
“¡Déjame en paz, te odio!”.
Y fue como entendí
que un solo día sin ti
es una vida
y ya he tenido cien
reencarnaciones.
Javier Sánchez Menéndez
viernes, 11 de noviembre de 2011
Ejercicios de Irreverencia
Y CUANDO tú dominas todas las condiciones
llueve, aunque debe ser hora de que vayas dejando
esa letra pequeña. ¿Recuerdas? Nos miramos las manos,
nunca fueron los ojos los que dijeron basta.
Es ahora otro tiempo y no estamos de acuerdo.
Será porque el amor, como el tren, regresa de las aguas
y hoy he cogido un taxi, frena la luz y existe este poema
aunque no te conozco y sigues preguntando.
Vendo mi corazón si alguien lo quiere,
está de saldo siempre, y en lote regalo
un pañuelo, tres versos y un horizonte inútil
de pérdidas pulidas y libros por el suelo.
Dios, si debes decir algo que sea pronto
que también nos cansamos los que tenemos hambre.
Javier Sánchez Menéndez
jueves, 10 de noviembre de 2011
El hombre del tiempo
ERES una aproximación al desconcierto.
Si dices que mañana
dejará de llover
es que has visto la tele,
y el tiempo y los pronósticos,
hechos en un instante
sin justificación,
dejarán de llorar en mi cabeza.
No inundes los recuerdos,
he querido llamarte
y he vuelto a beber,
una copa tan solo
-no te enfades-,
y me ha sentado mal.
Y he vuelto a fumar,
un cigarro tan solo.
Y ahora, cuesta tanto
recordar el sabor del tabaco,
el olor del alcohol
cuando dejas el vaso,
el hielo, la botella
nueva y con precinto.
Sobre la mesa el vicio.
Y tú, te marchas,
sin decir un adiós, sin despedirte,
como una aproximación
al desencanto.
Javier Sánchez Menéndez
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Puerto Real, 1967
LA LONJA, pescadores, un olor
a sal sobre las redes
y mi padre rondando las esquinas.
Las calles, los ruidos del mar
cubren la noche,
y la voz de mi tía
que llamaba mi nombre
una vez y otra vez.
Hasta la boda todo fue imperfecto.
Después nadie entendió que quise regresar
y acabé como siempre, con tres años:
caliente y cabreado.
Descubrí los sentidos.
No hay brumas en el puerto,
pero hay libertad, arena
y mucho miedo.
Javier Sánchez Menéndez
martes, 8 de noviembre de 2011
Suspiros de Princesa
NO MENTÍ. Me reprochas
día a día que engañé
con mis actos, que iba a ser
más maduro, mejor padre.
Hasta que haría las camas,
amante consumado,
poeta de domingo
tras el aperitivo.
Hombre obediente
y sumamente inculto.
Quédate con lo dicho,
las palabras de ayer
son miseria en tus labios.
Javier Sánchez Menéndez
lunes, 7 de noviembre de 2011
Todos los niños éramos cabrones
RECREAR este tiempo y olvidarlo
es un acto de amor indefinido.
Recordar las primeras palabras
que se dicen al padre o a la madre
y querer redimir limitaciones
como si fuera algo negociable.
Es el lenguaje que vamos aprendiendo
con los primeros pasos.
Nuestro comienzo es amplio.
De pequeño,
todos los niños éramos cabrones.
Todos los poemas de esta semana son del poemario
"Una aproximación al desconcierto" (SIM-Libros, Sevilla, 2011).
Javier Sánchez Menéndez
domingo, 6 de noviembre de 2011
He caminado hasta aquí
He caminado hasta aquí, venado herido de la vida.
He llegado hasta los limites que se deshacen
como papel mojado. No tengo final, ni limite
que me sostenga en la caída brutal que me precipita
al abismo del dolor en la tierra de los desposeídos,
en la tierra sin futuro, que se revela y me revela
ante la pasividad funesta de mi existencia.
He camino hasta aquí, pájaro de los álamos dormidos.
He sido despojada del nido en el útero sangrante,
he volado sin rumbo, con las alas recién nacidas.
Soy libélula de cenizas que vuela
hacía el crepúsculo de los océanos del mañana.
Amparo Sanz Abenia
sábado, 5 de noviembre de 2011
LAUDES
Los laúdes de la mañana
me despiertan con sus páginas.
La luz de sus palabras, preludios
que se elevan desde el fondo marino
hasta las cumbres troqueladas,
que ensalzan la voz divina,
lumbrera de gozos que sacian mi alma.
Son sílabas sagradas,
son cánticos de lluvia generosa,
de manantial que brota
de las grutas del verdadero amor.
Mis oídos campanarios del alba
escuchan sus poemas celestiales.
Cantar de cantares, en bosques encendidos
con ardientes llamas, llamas
que iluminan la senda del supremo amor.
Y corro por las páginas
que son pasto de sabiduría,
y me poso en los recodos más profundos
del bosque misterioso,
y absorta gozo de los laúdes.
La luz de sus palabras.
Y me bebo sorbo a sorbo
la dulce agua de sus páginas.
Amparo Sanz Abenia
viernes, 4 de noviembre de 2011
EL BAILE
En el adagio del salón brillabas,
luz de neón, esfera de purpurina,
peonza que nos hace girar.
Diez metros por cinco
multiplicaban espejos voladores
en la oscuridad del universo.
Y la música nos elevó,
almas trasfiguradas en cuerdas de violines
que nos resucitaron entre ángeles sin alas.
Amparo Sanz Abenia
jueves, 3 de noviembre de 2011
EL CASCABEL DE LA JUVENTUD
Nunca me aflige el cascabel
de la juventud de ayer.
Su esplendor subsiste en mi recuerdo.
Puedo contener en mis versos
la juventud lejana,
sobre mi piel hacer florecer las margaritas,
y las amapolas salvajes del ayer glorioso.
De los amores tempranos me guardo sus fragancias
las furtivas caricias, los besos silvestres, los sueños en flor.
Amé con locura sobre la hierba jugosa.
Sacie sin cordura el deseo en mi piel…
Aún recuerdo el palpitante ritmo, el vértigo
que hace transformar al corazón enamorado
en el esplendoroso cascabel de la juventud.
Nunca me aflige el cascabel
de la juventud de ayer.
Su esplendor subsiste en mi recuerdo.
Amparo Sanz Abenia
miércoles, 2 de noviembre de 2011
ESPLENDOR EN LA HIERBA
Aunque ya nada pueda devolvernos la hora
del esplendor en la hierba
y de la gloria en las flores,
no hay que afligirse,
porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo.
WORDSWORTH
Amparo Sanz Abenia
martes, 1 de noviembre de 2011
RETRATOS
Tibia y dulce la memoria
encuadra el pasado en un rincón.
Un paisaje físico, una mirada herida
que desborda lágrimas bajo un cristal de olvido.
Metacrilatos de amnesia sobre la mesa.
Recuerdos que solapan recuerdos.
Raíz de olmo que engarza una unión,
la lluvia de arroz, el arroz en los zapatos,
la sonrisa del pastel en los labios.
El si quiero retratado
en las estanterías de un salón.
Todos los recuerdos posan enmarcados.
La mirada dulce y tibia
encuadra toda la memoria en los retratos.
Amparo Sanz Abenia
lunes, 31 de octubre de 2011
AUSENCIAS
Cuantos días sin escribirte.
Necesito hojas donde imprimir mis versos,
necesito la tinta que inundan mis meninges
para escribir en el pergamino de tu piel.
Cuanto amor guardado
en el nido acuoso de tus estancias.
Cuanto esperar al atardecer para que nos despierte
entre sábanas de arco iris.
El tiempo del encuentro ha madurado,
las lluvias de la ilusión verdearon nuestras ramas,
el viento de la noche cimbreó las ausencias
de los años que la vida escondió.
Ha llegado el día, la hora precisa.
Debo escribir sobre tu piel, pergamino de seda,
con la tinta que inundan mis meninges
un poema que acaricie lentamente,
lentamente todas tus estancias.
Amparo Sanz Abenia
domingo, 30 de octubre de 2011
Ravillo
Esta noche estoy de guardia,
si se te suelta algún punto
recuerda que estoy atando cabos
a las tres equis mayúsculas
con las que suelo triplicarte.
A ver cómo consigo
deshidratar mis ojos de Ayatolah
para que puedan tantear los tuyos
con adecuado acento
en el rabillo.
sábado, 29 de octubre de 2011
De desguaces
Mientras existan individuos más inteligentes que usted,
más favorecidos por la genética,
más vigorosos y mejores amantes,
más espirituales, creíbles y biotécnicos ,
con gran superhabit de prestigio
entre los entregadores de cofres,
marfiles, y ébanos, palmas y laureles,
mientras esas leyes sigan en vigor
haría bien en no inundar la pantalla
de escarabajos, piedras de molino, y meadas de Horemheb.
Mientras Moravec afirme
que los cambios tecnológicos
conducen a cambios sociales,
The New Yorker se niegue a publicar
sus trillones de desguaces,
y la Maison Givenchi rechace lanzar
con su marca sus olores axilares,
mientras se niegue a ver el mundo
como realmente es, y no como lo pintan
sus paradigmas antitradicionales;
será un gorrión de ala tullida,
encerrado en jaula para grillo.
viernes, 28 de octubre de 2011
Panfletando que no es poco
Dios lo permite, así ha sido, así es y, así será
por los siglos de los siglos.
En la raza humana hay estupidez,
la estupidez lleva a decir beee, a decir, quéee,
a decir, vaaa, a decir, huiii,
y casi nunca, a decir, voy.
Entre los seres inteligentes
hay clases, castas y costos.
La clase hace costra,
la costra hace casta, y la casta
castra al casto por el costo.
Así ha sido, así es, y así será
pues estamos hechos para que así sea.
jueves, 27 de octubre de 2011
Como lo oyes
Tengo que decirte algo.
Ah.
Bien.
Qué.
Que ya no te quiero.
Cómo es eso, ayer me querías, estabas loco por mi.
Es que he leído a Paul Valery.
Y qué.
Que Paul Valery escribió que el futuro ya no es lo que era.
Eso es una visión tecnoutópica, que sepas que yo me enamoré de tí,
gracias también a ótra frase de Paul Valery.
No jodas.
Si, como lo oyes.
Y qué frase era esa.
Una mujer sola, siempre está en mala compañía.
Brillante, ese Paul.
Sí.
A ver si lo entiendo, hoy es el futuro de ayer.
Sí.
Y no es como que tú pensabas que iba a ser.
No.
Cómo iba a ser.
Como todos los futuros, no sé.
Y cómo es un futuro.
Abarrotado.
Pero si estamos solos.
Pues eso.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Por ese orden
La anciana es muy anciana pero muy irascible. Vamos que será muy anciana, pero también muy borde. Abronca al conductor. Abronca a los que están detrás, delante, y a los lados.
Abronca a los que no se levantan para cederle el asiento. ¡Qué poca vergüenza".
Otros ancianos la corean. Hay muchos ancianos en el autobús. Todos le gritan al conductor.
El conductor masculla algo. Estornuda y se suena los mocos.
Y se seca las lágrimas. Por éste orden. Y con el mismo pañuelo.
En todas las paradas suben más y más ancianos.
Todos expresan su ira. ¡Una hora esperando!.
¡Que pongan más autobuses!. ¡Qué poca vergüenza!.
El conductor mira por el espejo retrovisor.
Cada vez da más frenazos.
Y masculla.
Y arranca con brusquedad.
Y estornuda.
Y se suena los mocos.
Y las lágrimas.
Y se rasca los huevos.
Por este orden.
martes, 25 de octubre de 2011
Contra gustos...
y esa desenvoltura me entra por el umbral de la garganta,
y alumbra la vida secreta de mis toses.
También me gustan las rayas azules y blancas del espejo de tu recibidor,
y que tu padre haya sido policía, y esas ronchas que te salen al rascarte,
y que tu perra y mi chucho armen un pollo con las correas,
fíjate tú, que gustos.
Mear en tu bar, me gusta, y el dibujo crispado de tu frente
cuando florece en tu móvil un mensaje maniático,
la huella de tu culo en la silla, cuanto te levantas,
que bailes con música de los 80,
y el barquito de papel en donde hacemos un crucero canino por el canal de aguas estancadas.
Todo eso me gusta, mi preciosa pelirroja.
Pero lo que más me gusta,
es ver que aunque el universo entero se derrumbe a tu alrededor,
haces siempre siempre lo que te sale del coño.
lunes, 24 de octubre de 2011
I
Se le caían. Las botas altas le hacían unas piernas orgullosas de sí mismas. Pero, de la rodilla hacia arriba se le caían y a ella eso la ponía muy nerviosa.
Qué tal me quedan.
Bien.
Qué coño, bien. No ves esas arrugas.
Qué.
Que me hacen la pierna gorda, pareces tonto.
Pues ponte otra cosa. Tienes veinte pares más.
No salgo.
No jodas, que ya llegamos tarde.
Que no. Piensa como lo arreglo, para qué eres modisto, vaya modisto de habas.
A mi las arrugas de las botas me ponen cachondo.
Vete a la mierda.
Soy modisto, no zapatero. ¿Tienes una goma?.
¿Eh?. Hoy no follas.
Que no mujer, con un trozo de goma te hago unas ligas.
¿Tú crees?. (después de mucho buscar). Solo he encontrado esto.
Esto mide un palmo, sólo sale una.
Vale, pues házme una.
Pues sí, me vale. Pero cómo voy a llevar una bota estirada y la otra caída.
Quítate el sujetador.
Y dale.
La otra liga te la saco de ahí.
Sí hombre, no pienso en otra cosa.
Me acuerdo de ese momento de tensión, cabreo, complicidad, y caos, porque esa única liga, esa, acaba de aparecer en un bolsillo de mi cazadora. Por fin, salimos, pero estuvo toda la noche refunfuñando mientras se estiraba de vez en cuando las putas botas.
Y Ahora que hemos roto, y no pensamos volver, viene a mi memoria ese poso feliz, sencillo y cotidiano, y pienso en la tragedia que realmente fue para ella, lo que sucedía, por encima de su maravillosas rótulas, justo desde el músculo sartorio hasta casi llegar al biceps femoral.
domingo, 23 de octubre de 2011
ATARDECE
Atardece
sobre la roca grisácea
y en su gigantesca falda
cada muestra de naturaleza
dibuja una porción de tapiz.
Me gusta venir aquí, solitario,
al mirador de José Antonio Labordeta
y hablar con él mientras la tarde cae
y los recuerdos toman el tono anaranjado
de aquellas nubes lejanas que sobre Jaca
parecen las huellas imborrables
de la luminosa paleta de colores
de José Luis Lasala.
Y sin embargo se apagan.
Antonio Pérez Morte
sábado, 22 de octubre de 2011
ESPERO CONTIGO
Trabajo. Temporal. El mar.
Inmigrantes.
Indocumentados. Ahogados.
Desplazados. Pateras.
Tráfico de órganos.
Prostitución infantil.
Niños mineros, soldados.
Tráfico de armas.
Estupefacientes. Trata de blancas.
Violencia de género.
No todo Israel. Palestina también.
Sirios en Turquía. Incomunicados.
¿Habrá un día… Libertad?
Y sin embargo, la espero contigo.
Antonio Pérez Morte
viernes, 21 de octubre de 2011
DISCUTO CONTIGO
Y me dirás que no es correcto empezar
una frase con “y” griega,
aunque se trate del verso primero
que comienza el poema.
Yo te diré que sólo era
la pequeña licencia
de quién, hundido y derrotado
vuelve a la carga,
con la prisa y la ansiedad
de darlo todo por cerrado.
Y volverás a insistir en el error
de comenzar la frase con “y” griega,
aunque se trate del último verso
que culmina el poema
de ese autor que espera, impacientemente,
sin objeto, las previsiones del tiempo.
Y sin embargo, discuto contigo.
Antonio Pérez Morte
jueves, 20 de octubre de 2011
ME LEVANTO CONTIGO
La evolución de la crisis económica
mantiene despierta la palabra duda.
Mientras,
Zapatero aprovecharía el verano
sin saber muy bien cómo.
El rechazo vivo de los ciudadanos
adelantaría a Septiembre
el pistoletazo indignado,
los exámenes de recuperación.
La convocatoria sin reforma,
el turismo del Euro,
los pepinos inocentes.
los piratas en aguas de Somalia
y los agentes sociales
podrían formar una piña natural,
con más, sin Rosa Díez.
Y a pesar de todo me levanto contigo.
Antonio Pérez Morte
miércoles, 19 de octubre de 2011
SUEÑO CONTIGO
¡Ah, mi vida, tu vida,
nuestras vidas,
diluyéndose vertiginosamente,
al final de un informativo
televisivo,
sin postre!
¡Ah, mi vida, tu vida,
nuestras vidas,
patrocinadas a dos euros la llamada
en la eterna sobremesa
de siempre!
La única verdad que nos legó el siglo XX.
Y a pesar de todo, sueño contigo.
Antonio Pérez Morte
martes, 18 de octubre de 2011
ME DUERMO CONTIGO
No es prematuro tomar los parques,
convertir en casa la plaza.
Hacer relojes de sol.
Dormir bajo las estrellas.
No es prematuro llorar y cantar.
Regalar cascabeles.
No es prematuro gritar indignado.
Últimamente, el rechazo
conseguido, ganado,
se afianza contra Nada:
Nadie calla y eso está muy bien:
¡Démonos la voz!
El grito de monos
saltando en sus lianas, avisándose del peligro.
Y a pesar de todo me duermo contigo.
Antonio Pérez Morte
lunes, 17 de octubre de 2011
ME ACUESTO CONTIGO
El miedo arriba. Arriba.
Un día más encarar la jornada.
Gobernar sin apoyos la rutina.
Cálculos,
promesas,
balances.
Elites rebeldes
buscando prebendas cada día,
mientras el sueldo no alcanza
y se alarga la noche
si la vives despierto
y sueñas,
con los ojos abiertos,
la misma pesadilla.
Y a pesar de todo me acuesto contigo.
Antonio Pérez Morte
domingo, 16 de octubre de 2011
aquella vaca tenía la fuerza
acabaríamos todos siendo vegetarianos
Paul McCartney
aquella vaca tenía la fuerza
de un gran barco encallado
en el océano enfermo de una vitrina
y ahora
ahora se extingue sola
suspendida dentro de ese cristal en equilibrio
pobre vaca ciega
Nuria Ruiz de Viñaspre
sábado, 15 de octubre de 2011
con una luna de cuchilla corva
con una luna de cuchilla corva
como una luna guillotina suspendida en aire
tramaron el corte limpio en la oscura tarde
ya lo hacía antaño el cirujano
y como el carnicero —más mugriento—
poda la carne en su jornada
con ese acunado láser de cuchillo
separaron limpiamente la carne de tu hueso
para sazonar lo uno y degradar el resto
pero recuerda que en esta tundra de hambrientas bocas
tú eres lo que comes
por eso por eso la osificación
será siempre nuestra herida más elocuente
Nuria Ruiz de Viñaspre
viernes, 14 de octubre de 2011
nunca aprendimos la diferencia
nunca aprendimos la diferencia
del destino de la cuchilla que disecciona
nos pasamos la vida construyendo mesas de carnicero
sobre el esbozo de nuestras propias mesas de comedor
¡qué gran fiesta de comensales vacunos!
Nuria Ruiz de Viñaspre
jueves, 13 de octubre de 2011
la espera asfixia la propia ambigüedad
ni crece ni decrece
la espera asfixia la propia ambigüedad
del camino confuso de su boca
su estómago reposa en el eje de una báscula
y ahora toda ella es esfera acuosa de silencio
es hora de contar la desesperanza
de romper el hielo para diluir la espera
de disolver otras redes de tortura
ayer su cabeza predecía su huida
pero ahora yace acomodada e inédita
en esta balanza de imaginería antigua
miércoles, 12 de octubre de 2011
no la toquéis más
¿por qué razón habrá el caballo
de parecernos siempre desnudo,
y no el ganado vacuno?
m. a. ortega
no la toquéis más
no despellejéis la costumbre de su traje
su cuerpo es hoy el tesoro
que exprime la mano más cobarde
esta res que yace a vuestro lado
lleva su futuro despedazado
en alguna pradera o calle bombardeada
soltad sus pequeños trozos de carne
saltando por los aires
soltadlos
Nuria Ruiz de Viñaspre
martes, 11 de octubre de 2011
saben que van a morir
saben que van a morir
devoradas por otras bocas
pero no por ello apartan su mirada melancólica
cuando observan embobabas pasar un tren
que parte en dos el Mundo bajo una lluvia lenta
¡qué melancólica es la mirada de una vaca que no huye!
se parece tanto a la mirada de un niño…
Nuria Ruiz de Viñaspre
lunes, 10 de octubre de 2011
la paz que venía de los ojos del buey-prado...
in crescendo
la paz que venía de los ojos del buey...
Clarice Lispector
la paz que venía de los ojos del buey-prado
el peso del amor que venía de
la paz que venía de los ojos del buey-prado
el disparo que atraviesa el peso del amor
que venía de la paz que venía de los ojos del buey-prado
la apilada carne tras el disparo que atraviesa
el peso del amor que venía de la paz
que venía de los ojos del buey-prado
la mosca-novia que acribilla la apilada carne
tras el disparo que atraviesa el peso del amor
que venía de la paz que venía de los ojos del ahora buey-muerto
Nuria Ruiz de Viñaspre
Los poemas de esta semana son todos de su libro
Tablas de carnicero (Luces de Gálibo 2010)
domingo, 9 de octubre de 2011
TINTA
Mi otro abuelo
estuvo preso en Oviedo.
En la cárcel provincial.
Después de la guerra.
Todas las mañanas
colgaban una lista
en la puerta de entrada de la cárcel.
En esa lista estaban escritos
los nombres y los apellidos
de todas las personas
a las que el día anterior
habían puesto contra el paredón
o dado muerte
mediante garrote vil.
Imagínate a tu abuela,
me decía mi padre,
sin saber leer ni escribir,
conmigo en brazos,
preguntando a gritos
a las otras mujeres
si tu abuelo
se había convertido
en tinta.
David González
sábado, 8 de octubre de 2011
TANGO AZUL
En una ocasión, la madera me tiroteó.
La historia tiene su punto. Te la cuento.
Nos ligaron en un coche robado,
nos cercaron,
nos mandaron bajarnos del buga
y apoyar las manos en el maletero para
cachearnos,
esposarnos,
llevarnos a comisaría. Era viernes.
El sábado tenía pensado estrenar ropa
para ir a la discoteca, todo maqueado,
a vacilar con las chorbitas. No lo pensé
dos veces, me di la vuelta y salí por pies.
La esquina de la salvación estaba cerca.
Uno de los maderos dijo, gritó:
¡Quieto ahí, hijo de puta, o te mato!
Disparó.
Me disparó a menos de cinco metros de distancia
y falló. Escapé. Estrené mi ropa nueva. Vacilé.
Sin embargo, lo importante no es esto.
Lo importante es lo que yo siempre digo:
debería haber acertado,
debería haberme matado en ese mismo instante,
cuando no le tenía miedo a la muerte,
cuando todavía era
feliz.
David González
viernes, 7 de octubre de 2011
SACRIFICIO
me llamo david:
y me esfuerzo, me esfuerzo:
dios sabe que me esfuerzo:
dios sabe lo mucho que me esfuerzo:
y aunque no sea quién para decirlo,
no solo lo digo: lo escribo:
no creo haber obrado del todo
mal:
pero nada:
no hay nada que hacer:
el suelo que labro
no me quiere dar sus frutos:
el suelo que labro
no me quiere dar sus frutos:
como a caín: sí: como a caín:
pero yo me llamo david:
ya te lo he dicho:
y ni siquiera tengo un hermano
al que matar:
Poema de su próximo libro No hay tiempo para libros (Bartleby Editores)
David González
jueves, 6 de octubre de 2011
POÉTICA
escribo a mano:
igual que si cavase
mi propia tumba:
Poema de su próximo libro No hay tiempo para libros (Bartleby Editores)
David González
miércoles, 5 de octubre de 2011
LA IMPRENTA
Una anciana que anda en chancleta
se detiene en la esquina entre la calle de la
Soledad
y la plaza que lleva el mismo nombre,
y mientras recupera el poco aliento que aún le queda
contempla con extrañeza el aspecto de la casa
en la que tiene su nuevo domicilio
social
la asociación de vecinos del barrio
y se pregunta, trata de recordar, qué era
lo que había antes ahí.
Leche con ginebra y farolillos de papel.
Eso era lo que había, señora.
Leche de pantera y farolillos de colores:
el mesón, el taller y la casa de Wei Hsiao Niu,
el chino que descubrió Asturias en los años veinte.
Pero la mujer,
por más que lo intenta,
no consigue visualizar los ojos rasgados,
el corredor de gala o el letrero de neón;
de modo que, en busca de un punto de referencia,
dirige la mirada hacia la imprenta de José,
pero se encuentra con un camión basculante,
una pala excavadora y una fachada de andamios.
Sintiéndose desamparada,
la mujer empieza a desvariar:
es que solo nos traen grúas y demonios, grúas
y demonios…
Después echa a andar y tropieza
con una chapa de acero que cubre una zanja.
Sus manos se agarran a una valla metálica.
La memoria, en cambio, no encuentra
dónde.
David González
martes, 4 de octubre de 2011
EL SALTO
en saltar de un tejado
a otro:
en eso consistía la apuesta:
en saltar de un tejado
a otro:
del tejado podre de una fábrica
de escamas y esqueletos de pez al
tejado impecable del mesón del chinoi:
era un tejado a dos vertientes:
sobre el caballete, en fila india:
alfonso, el hijo del de la imprenta:
pedro, el de la calle atocha:
rufino, el hermano del rata:
horacio, en el saliente:
y yo: el más pequeño de todos:
era un salto gutural: generacional:
desde una altura considerable además:
suficiente como para romperse la crisma
y dejar la vida contra cristales de botellas ro
tas:
clavos con tétanos: y astillas de las tablas
que medraban, como la mala hierba,
en los adoquines del callejón que discurría
entre la fábrica y el mesón:
alfonso y pedro se echaron atrás:
dicho de otro modo: les entró la cagalera:
horacio, rufino y yo saltamos:
alfonso tiene mujer y dos hijos:
pedro también: mujer y dos hijos:
horacio saltó del caballete
al caballo
y la palmó de sobredosis hace siglos:
cuando yo apenas empezaba a drogarme:
luego de pegarle el tirón al bolso,
rufino saltó por encima de la anciana,
a la que hizo caer por las escaleras:
el ataúd ya la esperaba abajo: en el portal:
la última vez que coincidí con él,
en la segunda galería de la cárcel provincial,
hace de esto veintitrés, veinticuatro años,
aún estaba pagando por aquella muerte:
lo que trato de explicarte es lo siguiente:
aunque entonces no fuésemos conscientes de ello:
horacio, rufino y yo: los tres que saltamos,
calculamos mal la distancia y nos precipitamos
al vacío:
El poema aparecerá en el próximo libro
No hay tiempo para libros (Bartleby Editores)
Nota: El Chino, en Gijón, es Wei Hsiao Niu, que apareció en Cimadevilla en los años veinte instalándose no en una casa normal, sino en lo que había sido Ayuntamiento de Gijón en la plaza de la Soledad. Desde entonces, esa casa se conoce como la casa del Chino y allí tenía su taller de farolillos y adornos de papel y su bar (especialidad: licor de sake y leche de pantera, o sea, leche con ginebra).
lunes, 3 de octubre de 2011
EL ESPEJO
en tu rostro con canas:
en tu boca sin colmillos:
en tu mirada con nubes:
y en tus 56 mal llevados
se refleja
cada vez que me miro en ti
mi fracaso:
mi fracaso como hombre
y mi fracaso como poeta:
así que hazme
y hazte
un favor:
llévate de mi vida
tu espejo
y sus dolorosos ecos:
porque
cuando le pregunto
ya no me responde
que soy
el más guapo:
(poema inédito)
David González
domingo, 2 de octubre de 2011
COMO RAYOS QUE PARTEN AL DESTIERRO
Estaban sentados a la orilla del río,
ya no existían ni los minutos,
ni el reloj, ni el tiempo.
Alguien llega.
Él sigue dibujando un paisaje lleno de muertos,
se va quedando solo,
la luna, llena de silencio,
se esconde entre las estrellas.
Pasan los días
y las rosas, como truenos,
se deshacen en pétalos azules,
amarillos, rojos…para que el mundo no se detenga.
Con lento gemir y temblando en el bosque negro
descubren los mapas del destierro
desde el filo de la niebla, tan espesa
que borra de las pupilas la mirada que permite
avanzar por la tierra desvelada de la existencia.
Las muertes, como rayos que parten al destierro,
preparan su equipaje.
Caminan fugaces y eternas sin destino,
levantan su voz y con una gran sombra
pasan la suma de las vidas ante sus ojos vacíos de luz.
Mónica López Bordón
sábado, 1 de octubre de 2011
ASUMIENDO AL FIN LA VIDA
Resucito con los ojos del día abriéndose,
Clavando su mirada en el aire
Que vuela solo.
Dejo, al borde de un soplo invisible,
Letra por letra como si me pertenecieran.
Destejo el silencio enmohecido,
Aquel que iba por las estrellas
Como si también fuese mío.
Me hago múltiple en las emboscadas
Del invierno y primavera
Para no volver.
Asumiendo al fin la vida.
Mónica López Bordón
viernes, 30 de septiembre de 2011
HOY VI UNA LUZ…
Desde lejos, abriéndose la tierra
vi una luz que amaba en presente,
a ritmo azul, con todos sus aromas
dejando la lejanía como rumor de viento
y sonreía.
Ella, apacible en la casa habitada,
sin apenas recuerdos,
hizo del gastado huésped
una leyenda inventada de invierno
donde recorrer la pena de la tristeza
era un paseo cada vez más lejano.
Hoy vi una luz…
El más bello amor abriéndose en el horizonte.
Mónica López Bordón
jueves, 29 de septiembre de 2011
NUNCA HICE DIANA
Debajo de estas manos que guardan
la simiente del verbo me dejo llevar
por las gotas de lluvia incesantes
en su caminar de hoy.
Grises perlas consumiendo los cantos
de la boca con sus nudos y gargantas.
Un gato persa se pasea por la ventana,
clava sus ojos ceñidos en el tiempo,
le miro desde el otro lado del abismo
partida en mi pequeñez
y envuelta en las nubes del cielo.
Nada que decir.
Nunca hice diana
con mis propios fantasmas.
Mónica López Bordón
miércoles, 28 de septiembre de 2011
POEMA A MI MADRE
Madre, te siento en el límite del mundo,
caminar de Tierra y Mujer,
palabras plurales que me dejan desplegarme
en la fuerza de la hoja en blanco,
tan poderosa en nuestros silencios,
tan fértil en cada nudo por deshacer.
Nos hablamos en nuestra distancia,
mi inquietud y tu impaciencia
dibujan un paisaje, a veces abrupto,
pero siempre tan interesante
sabiéndonos parte del juego.
A veces, soy arista y tú, como Gea
el gran centro que domina el universo
desde la cumbre de la montaña
como los soldados templarios,
implacable.
Entonces, ambas queremos ser
el as de oros para fugarnos con
nuestro triunfo.
Y de nuevo la separación
con tanto amor por decir.
Sintiendo tu voz te busco, madre,
desde la sangre que palpita en mí.
Te busco en los versos.
Tendida en el umbral de tu nombre
caigo en vertical por tu piel
y le entrego al poema esta mujer.
Alondra, madre, de aire desnudo
para poder amar.
Mónica López Bordón
martes, 27 de septiembre de 2011
CASI LA SOLEDAD
“Aquí me tienes con los ojos desnudos
ignorando las piedras que lastiman
ignorando la misma suavidad de la muerte”
Vicente Aleixandre
Me enredo en tu mirada contenida
y nada altera nuestra encrucijada,
la sombra y la luz
bebiendo de los labios.
Las alas del pájaro no impiden el vuelo,
se retiran con suavidad,
en la tibieza de su piel escribo esta muerte,
vida fugaz llevándome del mar al cielo
sin detenerme. Sonrío.
Me arrebata la eternidad.
Casi la soledad
tocando tantos ojos desnudos….
Mónica López Bordón
lunes, 26 de septiembre de 2011
POEMA PARA SER BAILADO
Tienen tus ojos una canción
para bailarla en la madrugada.
La luna blanca te mira
como caballo que galopa
sin rumbo en la noche.
Desplomada y desnuda
dibuja la luna de costado
tus pies bailando sobre la arena,
tus manos suspirando por un amor
y tu cuerpo brotando como una rosa
para el mundo en cada nota.
Tienen tus ojos una canción
agarrada a la cintura,
estribillo de mar,
voces de pasión
sin soledad, ni descanso.
Galopa un caballo en la madrugada.
Mónica López Bordón
domingo, 25 de septiembre de 2011
Hay una negación a la escritura
Hay una negación a la escritura.
Parálisis de letra que me llaga
como un dolor antiguo.
Es sin buscarlo que busco el desencuentro
porque la percusión de la palabra
rescate viejos sones del olvido
o al escribir la tinta sea sangre
y el papel la descubra.
Y está la luz en sombra
en este descrecerme primaveras
por la blandura inerte de las manos.
Isabel Miguel
sábado, 24 de septiembre de 2011
Acércate a mi piel
Acércate a mi piel
explórala,
sumérgete en ella
hasta perderte
que yo te seguiré.
Beberé de tu aliento
y de tu aroma
y el génesis del mundo
vibrará en nuestros cuerpos.
Isabel Miguel
viernes, 23 de septiembre de 2011
El tiempo asienta la costumbre
El tiempo asienta la costumbre
y el amor se agazapa
tras la fronda del tedio.
Nos faltaron palabras.
Siempre faltan palabras.
La rutina que asola todo,
que embota mentes y atenaza lenguas,
consumió nuestras horas
en sangrante banquete.
Y no hallaste la flecha
que indica mi camino,
ni yo acerté la esquina
que me llevara al tuyo.
Isabel Miguel
jueves, 22 de septiembre de 2011
Como un rito me paro en la memoria
Como un rito me paro en la memoria
y me hundo y revuelvo en mis ausencias.
Y convoco a las manos de mi padre,
al amigo perdido en su sonrisa,
al poeta que se buscó en la mar
perdiendo en el naufragio la palabra,
al pincel de la luz
que vivió en un silencio de puntillas.
Los recuerdos son niños que alborotan
e intentan destacar entre los otros.
Como a niños, los mimo y los arrullo.
Con ternura, retiro la pátina del tiempo
y descubro contornos imprecisos.
Recoso los vacíos de los casi inservibles,
sin dejar de añadir algún adorno.
Y no importan los cambios
si alejan la ceniza del olvido.
Dónde la realidad y dónde el sueño.
Isabel Miguel
miércoles, 21 de septiembre de 2011
SORIA DENTRO
A Mariuge San Juan, soriana y amiga
Guardo días de parque y de paseo,
de caballito blanco en La Bollera,
de esplendor de manteles, por el Soto,
con color de meriendas compartidas
y un columpio de cuerdas y toallas.
Guardo el aliento de manos infantiles,
de canciones que alivian el camino
con descanso y refresco en una fuente;
el brotar de la vida en los sanjuanes,
el oro en las pisadas del otoño
por la ermita del santo y junto al Duero
y el olor de la lluvia en el Castillo.
Las horas y los rostros de cuantos nos vivieron.
Aún guardo mucho más en el refugio
deshelado en el tiempo del olvido.
Y no añoro el lugar
porque lo llevo.
Isabel Miguel
martes, 20 de septiembre de 2011
No soy Ángel González
No soy Ángel González
y no me gusta el güisqui.
Yo nací en otra tierra
menos verde y más amarga.
De puro diferente soy mujer
y no ángel,
aunque también me muerda
las uñas o las alas.
No he vivido una guerra,
no he trabajado lejos de mi patria.
Poco en común tenemos,
tan sólo el placer de fumar
y esta adicción perversa a la escritura.
Pero soy Ángel,
soy Ángel en sus versos.
Soy quien escribe,
quien late vida en letras
en convulsión de tripas y de alma.
Si veis a Ángel González comentadle
que siguen retoñando sus palabras.
Isabel Miguel
lunes, 19 de septiembre de 2011
UNDERWOOD WORDS
A Miguel Hernández
En olvido arrumbada,
como el trasto
cuyas teclas huyeron en el tiempo,
aún arrincono en mi metal profundo
el gozoso bullir entre tus manos,
los silencios de perdida mirada,
la latente cadencia de tu rayo incesante.
Si pudiera sentir,
añoraría
aquel despacho libre de paredes
con aromas de viento y aleteo,
y el peritar febril en los poemas
cuando el sentir desborda por palabras.
El óxido corroe mis entrañas
y el tiempo apura el oro de sus huesos
para fundir las letras de tu nombre.
Isabel Miguel
domingo, 18 de septiembre de 2011
VARSOVIA
Estoy tomando una cerveza
frente a lo que fue tu casa.
Ahora tu casa es un símbolo
y los símbolos no son habitables.
Para ti debió de ser
lo que nunca tendrían
que dejar de ser las casas:
entrechocar de platos
risas que estallan
sábanas estiradas para proyectar
la película velada del sol:
una película que habla de felicidad
o cuanto menos
de la seguridad de un refugio.
Refugio del trasiego y los ruidos de la calle
nunca del horror.
A través de los visillos
el horror no se presupone.
Me cuentan historias. Soldados
lanzando niños a través de las ventanas.
Soldados cortando barbas y patillas
a navaja, en la calle: carnavales de humillación.
Me cuentan historias, pero tu casa
no parece propiedad del infierno.
Está vieja, sí, y hay algún agujero de bala
bajo un alféizar, como marcas de los dedos de dios
al hundirse en barro sólido. Señalando
a los elegidos o a los condenados.
A pesar de todo, como todas las casas,
sigue teniendo algo
de tierno y de inexpugnable.
Estoy bebiendo una cerveza.
No a mi salud, ni a la tuya.
¿Qué podría decir de ti?
De ti no tengo recuerdos
y siento pudor de imaginarte.
Tengo memoria de la humanidad.
Aún la tengo. Y tengo también una casa.
La recuerdo ahora: los platos
las sábanas, las cortinas:
tesoros que me delatan como ilusa propietaria.
Una puerta blindada: el foso
que ningún ejército ha puesto a prueba.
Pero más allá o más acá de las casas
hay un lugar. Un lugar que
aunque queramos compartir
aunque quieran invadir
no es un territorio ni una ruina.
Es el lugar al que escapaste
un segundo antes de que la puerta
fuera derribada. O un segundo después.
Cuando comprendiste que las casas
pueden parecernos un universo
pero ni siquiera son un país.
Y un grito en otro idioma abre
de par en par las ventanas
que lo expulsan a la calle como un vómito.
Las casas digieren mal
la violencia de los extraños.
Tiene que haber un lugar.
El lugar que no me revela tu foto.
El lugar que otros no destruyen
con palabras o con bombas.
Rata allí no significa nada.
El dolor puede nublarlo
pero no lo tapia.
Es el gueto que levantamos
dentro de nosotros.
La tumba que elegimos ocupar.
No la que nos señalan.
El búnker dentro de ti.
(inédito en papel)
Ana Pérez Cañamares
sábado, 17 de septiembre de 2011
EL CONTRATO
A todo me he entregado
como si fuera a durar.
Con cada persona
cada casa
cada ciudad
firmé un contrato
escrito sobre la piel.
Para decir adiós
he tenido que arrancarme
las cláusulas
a tiras.
Así ha sido
una y otra vez.
Con cada persona
cada casa
cada ciudad.
La letra pequeña
se esconde ya
entre cicatrices.
Ana Pérez Cañamares
viernes, 16 de septiembre de 2011
HIJO MÍO
Que soy libre, me dicen.
Pero si quisiera tener otro hijo
tendría que llevarlo al Banco de la esquina
porque suya es mi casa.
Mi niño llamaría padre al director
y madre a la cajera
aprendería a andar con una silla de oficinista
dormiría en un cajón del archivador
y yo sólo sería un pariente lejano
que le sonreiría desde mi puesto en la cola.
Me pasaría de vez en cuando con la excusa de ampliar la hipoteca
sólo para ver qué tal me lo crían
cómo le afecta el aire acondicionado
si sabe poner un fax
y si el director le regala un juego de sartenes
por su cumpleaños.
Ana Pérez Cañamares
jueves, 15 de septiembre de 2011
GENERACIONES
Antes de morir, mi madre dijo mamá, ven
mientras me miraba sin verme;
yo dije mamá, quédate
abrazando su cuerpo diminuto
envuelto en pañales y olor a talco;
mi hija dijo mamá, no llores
y me acarició la cabeza consolándome.
Cuando mama murió, durante unos segundos
no tuvimos muy claros los lazos que nos unían
no supimos quién se había ido
y quién se había quedado
ni en qué momento de nuestras vidas
estábamos viviendo
o muriendo.
Ana Pérez Cañamares
miércoles, 14 de septiembre de 2011
SEGURIDAD SOCIAL
Frente a las charlas siniestras
de las salas de espera siempre
levanto un libro como una muralla.
Pero hoy de repente el olor del acero
la intuición de lo frío y punzante.
La certeza de lo inútil en perseguir
la enfermedad, que conoce todos
los recovecos donde esconderse.
La anciana a mi lado ha roto a llorar.
“No llore, mujer”, le digo,”¿qué le pasa?”
“Nada”, contesta ella, encogiéndose.
Y se queda sin saber cuánto le agradezco
que calle y no me cuente nada.
Porque no llevo kleenex en el bolso
y estoy tan cansada que la enfermedad
me parece una tregua deseable.
Así morimos, así nos matan.
Ana Pérez Cañamares
martes, 13 de septiembre de 2011
ESTACIONES
Para la gente de Esfera de letras
Leo los poemas de Amijai en el tren
levanto la cabeza y ahí está:
la primavera estallando en los descampados
una gran bomba de la que el tren huye
porque los poemas que los árboles dictan
están escritos en un idioma exótico
que no entendemos los que vamos
a recluirnos en nuestras casas
la palabra estación ya sólo nos habla
de lugares en los que apearse
y el único sol que me calienta ahora
es el que apresaron las uvas
antes de hacerse vino.
Ana Pérez Cañamares
lunes, 12 de septiembre de 2011
PERDONADME QUE AHORA JUEGUE
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Wislawa Szymborska
Cuando veo fútbol, tenis
carreras de fórmula 1
no olvido que en otras cadenas
siguen los telediarios.
Mientras gritamos gol
otro coche bomba explota
en un mercado; antes
de que acabe el set
habrá diez palestinos menos;
se apaga el semáforo
y una vida más en Guantánamo.
Mis padres llamaban
partes a los telediarios.
Ellos sabían que la guerra
no había terminado:
mientras en el salón la tele
vomitaba metralla,
la radio en la cocina
escupía recuentos de muertos.
Perdonadme que ahora juegue:
el dolor fue una institutriz severa.
Ana Pérez Cañamares
domingo, 11 de septiembre de 2011
CUANDO LA TIRANÍA DE LA PALABRA DECIDA HACER CONTRABANDO
Te abandonaré bajo la tiranía de la palabra,
cuando ésta decida hacer contrabando y te descubra
haciendo estriptease en el tugurio de una vocal un tanto ronca.
Allí donde la frase sufre de autismo,
y el silencio en un “sin techo” que trafica en las esquinas.
No me pidas que matricule a todo el abecedario
en el conservatorio.
Se acabaron los renglones en la libreta de baile para barítonos,
y en las clases de teoría musical, una corchea “demodé”,
regala un lote de cuerdas vocales con defecto de fábrica,
como aspirantes a ser el nuevo idioma de las manos.
Que sea el gesto quien de la orden de búsqueda y captura
de la nueva circunferencia de mi boca,
y los labios, los expertos sombrereros
que curven el ángulo preciso con acento francés,
según dicen, el mejor con el que adornar a los amantes.
Nómbrame para que sea peligrosamente real,
antes de que mi respiración le hable de amor
al entregado motor de un Jet privado mono-plaza,
en el que conectar el piloto automático me sea tan fácil
como olvidar cada uno de los besos deficitarios
que se apoyan en el bastón de tu esqueleto.
Inventa una hora que vivir,
antes que mi indiferencia
baile una danza oriental con la desgana
o comience a nevar sobre los sostenes del destierro.
Marian Raméntol Serratosa
sábado, 10 de septiembre de 2011
UN BLUES NO ES SUFICIENTE RAZÓN PARA MORIR.
El Mar de los crepúsculos
se abre en tu mirada para regalarte
esos caramelos que de niña no pudiste abrir.
Roberto Cantele.
Un Blues no es suficiente razón para morir.
Ya pueden tomarle las huellas dactilares en cualquier comisaría
que nuestra sombra cadavéricamente sensual
siempre se declarará culpable
de traficar con acentos en blanco y negro,
y un nombre sin arrugas.
El noticiero de lo irreal dará cuenta entre titulares
de lo sexy que pasa la muerte cuando nos roza la cara.
Pero hoy no es un buen día para la lectura.
Está sonando una luz triste entre los muertos
y ahí mismo, en el café de los desheredados,
hay un piano muy joven que nos mira.
Marian Raméntol Serratosa
viernes, 9 de septiembre de 2011
EL PASILLO DE MI CASA
El pasillo de mi casa guarda un horizonte encendido
tras la soledad de los cuadros de colores,
sospechosos, perdidos en el rencor de la mirada
de un futuro al que nadie le ha pedido la documentación,
que no será nombrado,
ni grabado en las puntas desgastadas del mantel,
donde mi abuela solía amasar lo poco que quedaba de su cielo.
Todo está lejos de mis ojos, crucifijos en el agua,
jeringuillas vaticinando los próximos naufragios
de soldaditos de plomo,
que se devoran con el óxido en los párpados,
y el aire sustituyendo los recuerdos,
las canciones, el sol inevitable que apesta a luz recién nacida,
los santos de escayola, enfermos de sí mismos,
y todas,
absolutamente todas las tardes de domingo.
El pasillo de mi casa me guarda, sola y desnuda
hasta el último día de mi muerte.
Marian Raméntol Serratosa