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domingo, 2 de abril de 2017

Para aquellos




La tierra se despega de mis pies,

mi piel se funde y va deslizándose,

mis ojos se tornan hacía los adentros

y tienen más luz que ahí afuera.



Se cubre mi lengua de rosas

para decorar las espinas que se clavan en la garganta.

Endulcora mis labios, un café con leche.



Es imposible, que tú, me veas como yo me veo.

Es imposible, que tú, me entiendas como yo me entiendo.



Y observo, cometiendo los mismo errores, sin darme cuenta.



Cómo luchamos por el protagonismo.

Cómo agotamos las palabras sin censura.

Qué dificil es transformar las enseñanzas en práctica.

Y por consiguiente, en un hábito, imposible de quebar

por mucho que se empeñen.



Aprendo a respirar profundo, sí, es lo que hago.

Que los que tiran las lanzas se aburran,

por no encontrar reacción alguna en mi.

Sí, es la opción que escojo.



Porque yo no tiro lanzas.

Porque yo no ataco a nadie.

Porque yo no comprendo a todos, ni sé de todo.

Pero mi conciencia está tranquila.

Mi alma en paz consigo misma.



No espero que me entiendan.

No espero que me escuchen,

no, si pretenden que me repita como un loro,

malgastando mis energias en el esfuerzo,

para llegar al mismo resultado.


Sigo mi rumbo y sigo mi brújula.

Son pocas las criticas y los ataques.

Sé, que se avecina tormenta, que llegarán más.


Los que más me aman en este mundo,

son los que mas me muerden,

los que creen que tienen posesión de mi ser,

los que menos me entienden.


Un guerrero que explora más allá de sus tierras,

no se deja vencer por las adversidades,

por las heridas o cicatrices.

Su hogar está donde está su corazón.

Su familia es todo ser que se encuentra a su paso.

Su mundo no tiene fronteras.


Las peores guerras ocurren en su interior

y aún asi, sigue consigo mismo, incomprendido por todos,

al menos en vida...


Solo cuando se muere, solo entonces, se nos venera.



Ainhoa González




sábado, 1 de abril de 2017

Lenguas





Lenguas de lenguajes,

de dialectos,

de amantes del arte,

de artistas que aman

...perdidos en las calles.



Que son extraños

en los ojos ajenos.



Llevan los zapatos destrozados,

polvorientos.

Llevan incontables los intentos.

Mantienen la frente en alza,

en bandera de sus sueños.



Trotamundos, en tierras lejanas.

Controversia entre lenguas.

Las neuronas creativas,

debaten durante horas,

durante años...

Una lengua extraña

se instala en la mente.

Y la propia pierde elasticidad.

El arte naciente,

a la espera...

Buscando los focos, las miradas,

el publico que los escuche, los mire...

Con una lengua propia

y otra u otras, en la audiencia.

Lenguas, lenguajes

expresando realidades

de los corazones del arte,

palpitando pasiones,

tarareando canciones,

pintando rostros que buscan

en el sonido, un entendimiento nuevo


¡Cuántos artistas perdidos entre las calles!

¡Cuántos artistas perdidos entre lenguas!



Ainhoa González



viernes, 31 de marzo de 2017

Fragmentos




Hoy, desde la ventana

ví llover.

Y una gota de lluvia me

quiso ver.

Y en ella, yo también ví.

El exterior en el interior,

el interior en el exterior.

Esa diminuta gota de agua,

esencia de vida.

Me di cuenta de lo pequeños que somos,

como fragmentos de gotas de lluvia.

Si nos uniesemos los unos pocos,

llenaríamos un vaso.

Unos pocos más, una jarra.

Unos cuántos más, un río.

Y todos unidos, un mar.



Fragmentos.

Gotas de agua de lluvia,

la cual nos deja caer al aire,

perdiéndonos en distintos retos.

Fragmentos

de una vida que nos conduce a ciegas

y ciegos, encontraremos el camino

a resbalar por los cristales

de nuestra aventurada o desventurada vida

y unirnos con mas gotas

para volver a ser, inscoscientes,

el mar de las consciencia.



Ainhoa González



jueves, 30 de marzo de 2017

Los ángeles lloran



Los ángeles lloran

del dolor que emanan tus labios

de la tristeza que ilumina tu llanto

de la oscuridad que abrazo tu cuerpo

de los besos que regalaste

de las caricias que perdiste

del vacío que quedó

de las heridas que no curaron.



Sí, los ángeles lloran

por la soledad que amarga tu sonrisa

por tu tiempo perdido

por tus sueños rotos

por tu poema no escrito

por tu vida no vivida



¡Oh, los ángeles lloran!



Sólo los ángeles lloran

y caen de pena

desde el cielo

para morir en tu llanto.



Tú, lloras, ángel

por ti, lloraré.

Lloraré por tus alas rotas

y tus pies de barro,

por tu pálida piel

y tus labios que no puedo besar.

Por ti, caerán mis lágrimas

para morir contigo en mi llanto

y recuperar tus alas

para llevarte de nuevo al cielo.



Ainhoa González




miércoles, 29 de marzo de 2017

El desafio



El desafio, es desafiarse a uno mismo.

Cuando en la espesa oscuridad

no se divisa el camino.

Mantenerse en pie y en calma.

Enfrentarse a lo desconocido.



El desafio, es desafiar al alma,

desnudarla y ver más allá.

Sentir el ”todo” en el ”nada”,

sentir el ”nada” en el ”todo”.

Encontrarse y reconocerse.

Besar los sueños del inconsciente.

¡Abrir la caja de pandora!

Y liberar los pájaros que desean volar.



Ainhoa González




martes, 28 de marzo de 2017

Soy la astilla




Soy la astilla

caída de la corteza

del árbol cortado

para hacer leña

y calentar hogares.

Soy la astilla

que poco fuego da

y que ya no es árbol,

caída entre la floresta.

Soy la astilla

que sueña con crecer y florecer.

A sabiendas de no tener raíces.

Soy la astilla

que pretende dar fuego eterno,

a sabiendas que en pocos segundos,

solo será ceniza.

Soy la astilla

que se clava

en las palabras del corazón,

sediento de verdades.

Soy la astilla

del sueño

que al amanecer

amenaza las neuronas

para que no permitan abrir los ojos.

Soy la astilla

que prende más rápido en llama

para que el fuego

consuma la madera

y calientes estén los hogares ajenos.



Ainhoa González



lunes, 27 de marzo de 2017

De la esperanza rota




De la esperanza rota

y la agonía que causa sobrevivir.

De la cerilla quemada

y la copa vacía.

De los años que quedaron en la lejanía.

De las horas estancadas.

Del tiempo perdido

y las hojas caídas,

oscurecidas en el asfalto.

De todo y de nada.

Hastiada del cansancio

y adormecida, acurrucada, viciada en sus brazos.

De la atracción magnética

y del magnetismo de los lazos.

Con silencio en los pasos

y botas en los labios.


Para avanzar con los versos

que se vacían en mis manos.




Ainhoa González





domingo, 26 de marzo de 2017