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domingo, 2 de octubre de 2011

COMO RAYOS QUE PARTEN AL DESTIERRO



Estaban sentados a la orilla del río,
ya no existían ni los minutos,
ni el reloj, ni el tiempo.

Alguien llega.

Él sigue dibujando un paisaje lleno de muertos,
se va quedando solo,
la luna, llena de silencio,
se esconde entre las estrellas.
Pasan los días
y las rosas, como truenos,
se deshacen en pétalos azules,
amarillos, rojos…para que el mundo no se detenga.

Con lento gemir y temblando en el bosque negro
descubren los mapas del destierro
desde el filo de la niebla, tan espesa
que borra de las pupilas la mirada que permite
avanzar por la tierra desvelada de la existencia.

Las muertes, como rayos que parten al destierro,
preparan su equipaje.
Caminan fugaces y eternas sin destino,
levantan su voz y con una gran sombra
pasan la suma de las vidas ante sus ojos vacíos de luz.







Mónica López Bordón

sábado, 1 de octubre de 2011

ASUMIENDO AL FIN LA VIDA




Resucito con los ojos del día abriéndose,
Clavando su mirada en el aire
Que vuela solo.

Dejo, al borde de un soplo invisible,
Letra por letra como si me pertenecieran.

Destejo el silencio enmohecido,
Aquel que iba por las estrellas
Como si también fuese mío.

Me hago múltiple en las emboscadas
Del invierno y primavera
Para no volver.
Asumiendo al fin la vida.






Mónica López Bordón




viernes, 30 de septiembre de 2011

HOY VI UNA LUZ…





Desde lejos, abriéndose la tierra
vi una luz que amaba en presente,
a ritmo azul, con todos sus aromas
dejando la lejanía como rumor de viento
y sonreía.

Ella, apacible en la casa habitada,
sin apenas recuerdos,
hizo del gastado huésped
una leyenda inventada de invierno
donde recorrer la pena de la tristeza
era un paseo cada vez más lejano.

Hoy vi una luz…
El más bello amor abriéndose en el horizonte.





Mónica López Bordón




jueves, 29 de septiembre de 2011

NUNCA HICE DIANA



Debajo de estas manos que guardan
la simiente del verbo me dejo llevar
por las gotas de lluvia incesantes
en su caminar de hoy.

Grises perlas consumiendo los cantos
de la boca con sus nudos y gargantas.

Un gato persa se pasea por la ventana,
clava sus ojos ceñidos en el tiempo,
le miro desde el otro lado del abismo
partida en mi pequeñez
y envuelta en las nubes del cielo.

Nada que decir.

Nunca hice diana
con mis propios fantasmas.







Mónica López Bordón






miércoles, 28 de septiembre de 2011

POEMA A MI MADRE




Madre, te siento en el límite del mundo,
caminar de Tierra y Mujer,
palabras plurales que me dejan desplegarme
en la fuerza de la hoja en blanco,
tan poderosa en nuestros silencios,
tan fértil en cada nudo por deshacer.

Nos hablamos en nuestra distancia,
mi inquietud y tu impaciencia
dibujan un paisaje, a veces abrupto,
pero siempre tan interesante
sabiéndonos parte del juego.

A veces, soy arista y tú, como Gea
el gran centro que domina el universo
desde la cumbre de la montaña
como los soldados templarios,
implacable.

Entonces, ambas queremos ser
el as de oros para fugarnos con
nuestro triunfo.

Y de nuevo la separación
con tanto amor por decir.
Sintiendo tu voz te busco, madre,
desde la sangre que palpita en mí.
Te busco en los versos.

Tendida en el umbral de tu nombre
caigo en vertical por tu piel
y le entrego al poema esta mujer.

Alondra, madre, de aire desnudo
para poder amar.







Mónica López Bordón




martes, 27 de septiembre de 2011

CASI LA SOLEDAD



“Aquí me tienes con los ojos desnudos
ignorando las piedras que lastiman
ignorando la misma suavidad de la muerte”





Vicente Aleixandre



Me enredo en tu mirada contenida
y nada altera nuestra encrucijada,
la sombra y la luz
bebiendo de los labios.

Las alas del pájaro no impiden el vuelo,
se retiran con suavidad,
en la tibieza de su piel escribo esta muerte,
vida fugaz llevándome del mar al cielo
sin detenerme. Sonrío.




Me arrebata la eternidad.

Casi la soledad
tocando tantos ojos desnudos….





Mónica López Bordón




lunes, 26 de septiembre de 2011

POEMA PARA SER BAILADO



Tienen tus ojos una canción
para bailarla en la madrugada.
La luna blanca te mira
como caballo que galopa
sin rumbo en la noche.

Desplomada y desnuda
dibuja la luna de costado
tus pies bailando sobre la arena,
tus manos suspirando por un amor
y tu cuerpo brotando como una rosa
para el mundo en cada nota.

Tienen tus ojos una canción
agarrada a la cintura,
estribillo de mar,
voces de pasión
sin soledad, ni descanso.

Galopa un caballo en la madrugada.








Mónica López Bordón






domingo, 25 de septiembre de 2011