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domingo, 27 de marzo de 2011
LA ESCAPADA
Como una triste sombra caminaba
sin hallar el perdón que perseguía,
sintiendo que la calle me vencía
y el creciente silencio me cercaba.
La noche en torno al tedio se cerraba.
La lluvia en sus empeños insistía.
En ellas la insustancia competía
con las luces que el suelo reflejaba.
En un tugurio entré para evitar
el naufragio que ya era inevitable.
Tomé una copa, me acerqué al espejo
y vi en mi imagen, burla del azar,
otra sombra que existe, inexorable,
atrapada en la farsa de un reflejo.
José Verón Gormaz
sábado, 26 de marzo de 2011
INVOCACIÓN
Yo sé que tus labios me nombran esta tarde
porque el viento ha parado y duerme la tormenta.
Mi nombre en tus latidos
y la humedad del bosque.
¡Si una palabra pudiera cobrar vida
y despertar al ser que, con ternura, nombra!
Por tu lejana voz,
yo volvería.
Yo volvería a renacer contigo.
Llámame.
José Verón Gormaz
viernes, 25 de marzo de 2011
LA VENTANA TRÁGICA
La ciudad se levanta, indolente,
entre un paisaje y desesperanza.
Las altas torres de los campanarios
huyen siempre hacia el cielo.
Hay un jardín con pájaros lejanos
y parejas secretas de enamorados
a punto de soñar.
Hay ejércitos reales de fantasmas
que caminan por calles irreales,
y una lluvia purísima y muy fría
escribe en la noche palabras y destinos.
La ciudad está ahí:
yo la veo y la sueño,
y al despertar, ebrio de incertidumbre,
me estremezco en sus ruinas.
José Verón Gormaz
jueves, 24 de marzo de 2011
CARA O CRUZ
Después de confundir la noche con la duda,
después de días y caminos andados y olvidados,
un poeta secreto,
un príncipe que duerme en la leyenda,
nunca quiso fundar ese gran reino
que le traería esclavitud por todo premio.
Se fue por el camino
que sus distancias,
libre,
le ofrecía,
aun sin saber hacia dónde caminaba.
“Las murallas -pensó con amargura-
que al invasor detienen,
secan el corazón,
el alma oprimen,
a toda juventud condenan al silencio.”
Fue vagabundo.
José Verón Gormaz
miércoles, 23 de marzo de 2011
IL MIGLIOR FABBRO
De unas bellas palabras
y unos tristes silencios
sobre un papel muy fértil derramados,
el germen de unos versos ha nacido.
De estos versos,
cargados de silencio y de nostalgias,
ha brotado un poema.
He sentido,
al leerlo,
quebrarse las fronteras.
He visto en él
el viento y la palabra,
y tiempos superpuestos,
y quizá la otra cara
de la vida y la muerte.
Sólo son unos versos esparcidos
sobre un papel cansado.
Los he vuelto a leer
cuando nada esperaba.
He pensado tanto en ellos…
No puedo imaginar
que todo terminó,
que sólo son palabras
vertidas al papel sin esperanza.
Los he vuelto a leer.
“He pensado en ellos
vivos”.
José Verón Gormaz
martes, 22 de marzo de 2011
EL ARPA Y LA PALABRA
En la sala de música
hay ecos de elegía.
Cuando el día ha perdido sus minutos más claros,
suenan Haendel y el vino,
mis fieles compañeros de la tarde.
Una melancolía indefinida me averigua,
pasa y se posa,
deja su huella
en un rostro lejano y una historia:
no,
no deseo pensar
que sus horas se cruzaron con mis horas
y sus pasos de ayer fueron mis pasos.
No es conveniente recordar aquellos días,
aquellos años
en los que brilla un rostro amado en otro tiempo
y al final fue la niebla,
y suena Haendel lejano, muy lejano,
y el buen vino se apiada
de quien erró el camino
y lo busca en la sombra
bajo la luz indefinida de la luna.
José Verón Gormaz
lunes, 21 de marzo de 2011
AUTOPISTA DEL SUR
En la fría quietud de un alba triste
estoy fuera del día que amanece.
La bruma se dispersa muy despacio
en la cambiante soledad de la autopista.
Recién nacida luz me expulsa del pasado
y yo, pausadamente, la obedezco:
pongo en marcha el motor del automóvil,
que ruge contra el mar de la mañana,
y acelero, sin piedad acelero
en busca de un exilio inalcanzable
que miente más allá del horizonte.
José Verón Gormaz
domingo, 20 de marzo de 2011
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