Mostrando entradas con la etiqueta Sara Herrera Peralta. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sara Herrera Peralta. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de abril de 2015

La enferma




Lo falso sólo tiene sentido

en los hospitales.


Nunca es una palabra que jamás rozará mi piel.

Conozco el dolor. Conozco la pérdida.

En París fui una niña enferma.


Pero me basta el amor.


Si le temo al miedo, una vez fui más allá:

ahora soy una mujer con dos cabezas

y un corazón hinchado.


Tres. Uno, dos y tres cadáveres.


La niña enferma, la niña muerta de miedo.


Mis abuelos hablaban de la guerra:

mi venganza, ahora, será vivir.


Sara Herrera Peralta


sábado, 25 de abril de 2015

¿Por qué te vas tan lejos?





¿Por qué te vas tan lejos?,

me preguntó la abuela.

Tengo que trabajar, le dije.


Nosotros también nos fuimos,

igual nuestros hermanos:

ellos no volvieron.


Te vas tan joven y sola, decía,

serás extranjera.

Y señaló el mapa.


¿Por qué te vas tan lejos?,

repetía, con lo bien que estabas

aquí – coche, hipoteca, préstamo -.


Voy a buscar una vida grande, abuela.

Y la abuela me miró a los ojos,

acariciando mi cara con sus manos:


que el viaje no sea duro,

que el país sea una casa,

que los amigos te duren para siempre.


Sara Herrera Peralta





viernes, 24 de abril de 2015

18:33



Al hilo rojo 



Los bancos del parque son

mis paradores de ciudad.



Un anciano deambula en línea recta.



Un joven se acerca. Se estrechan los cuerpos.



-Perdone, tiene usted una pegatina en su espalda-.

-Gracias, joven. Estos niños de hoy en día…

Muy amable. ¿Tendría usted hora?-


-Sí, claro, las seis y media-.


-¿Cómo se llama?-


El tentempié de los árboles.

La distancia entre los dedos y

el rastro de unos zapatos

de cordones desatados.


La tarde tiene sabor a castaña recién hecha.


-Perdone, tengo prisa-.


-Disculpe. Muchas gracias-.


Y vuelve a colocarse su pegatina en la espalda.


Sara Herrera Peralta






jueves, 23 de abril de 2015

[Dreams agency]





Cantamos y maldecimos los días de hambre,

de hambre y de Nocilla,

teniéndolo todo y no teniendo nada.



Cantamos creyendo en el paraíso

de una playa desierta con palmera inclinada,

el olor salado y el sonido de las olas,

cabalgando.



Testimoniamos los hechos.

Y quizá, algún día, sepamos por qué las colas son largas

en el Corte Inlgés, - una vez que hemos comprado ya

el papel higiénico, el arroz y los huevos -,

en la agencia de viajes.

Un billete, por favor.

Un billete para ir a algún sitio,

no importa dónde, lejos del barrio.



Cuando cantemos creyendo que el paraíso existe,

que de verdad hay una playa

y una isla desierta

y un cocotero

y una palmera,

cuando cantemos, por fin, convencidos

de que el paraíso existe,

los dioses serán menos,

ya no tendremos tantos sueños.


Sara Herrera Peralta


miércoles, 22 de abril de 2015

Contra este mundo




Pues más allá de nuestro sueño

las palabras, que no nos pertenecen,

se asocian como nubes

que un día el viento precipita

sobre la tierra

para cambiar, no inútilmente, el mundo.

José Ángel Valente



De qué sirve un país muerto de tristeza,

un pájaro queriendo volar en una jaula,

tener apego a algo

que mañana no tendremos.



De qué sirve la flor oscura, el poema,

la madeja deshecha,

un lugar en el mundo

cuando ya no es tu casa.



Hay días como puñales

en que los habitantes se hartan del miedo

y del fondo frío y fragmentado

de esta ciudad que nos retiene.



No sirve de nada.

En tiempos de horror y abatimiento

reclamo la alegría

como arma y sostén

contra este mundo.


Sara Herrera Peralta


martes, 21 de abril de 2015

Blues Negro




Hablo de los hombres y mujeres que han perdido

la voz entre las rejas de una casa,

hablo de los valientes que fueron valientes

cuando alguien les llamó traidor o de un bando

que no era el bando del ganador.

Hablo del que lleva la rosa clavada entre los dientes

y las manos atadas con esposas,

hablo del niño que corrió campo a través

para buscar a sus abuelos,

enterrados nadie sabe dónde.

Hablo de lo mismo que hablan las generaciones

pasadas a pesar de que este mundo

intuya que el olvido es un arma de fuego

contra todo aquel que lucha.

No me traigan modas ni tendencias,

de lo que yo hablo es de lo mismo que han hablado

mis padres con sus padres

o mis abuelos con los suyos.

Cuando hablo de esos hombres y mujeres

que han perdido todo o casi todo,

hablo desde la lejanía del mundo,

desde esta angostura que atraviesa

ciudades, rostros y países

respondiendo a esos que insisten

en que hay que ser moderno.

Hablo de lo mismo que tú hablarías

de no haber sido yunque o piedra

frente al hombre que murió de espaldas,

fusilado frente a un muro.



Y hablo de esos hombres y mujeres

porque todavía están llamándonos los muertos

y saben nuestros nombres.


Sara Herrera Peralta


lunes, 20 de abril de 2015

Prefiero





Prefiero las excepciones.

Wislawa Szymborska



Prefiero la risa a la sonrisa,

prefiero celebrar una amistad

a convenir una cita,

prefiero la brisa al viento,

prefiero el mar al río

y el horizonte a la ventana.

Prefiero decir aquí, calor, casa, hogar,

al carné o a la nacionalidad,

prefiero el color a la monotonía,

prefiero que haya por lo menos

el mismo número de mujeres

alrededor de la mesa

y prefiero que no haya altar,

ni premio, ni medalla.

Detesto las listas de espera

y la de los excluidos.

No soporto el dolor provocado por el odio

ni que me señalen y me digan

tú, distinta, tú, extranjera.

Prefiero ser yo misma,

prefiero lo cercano de lo desconocido

al miedo a lo lejano.



Prefiero, en fin,

la boca serena,

las manos abiertas,

el corazón pidiendo

un poco más de calma,

algún lugar

donde quepan aún

los sueños de los tristes.



Sara Herrera Peralta


domingo, 19 de abril de 2015