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domingo, 21 de junio de 2015

De pronto se me vino la vida encima




De pronto se me vino la vida encima,
años acumulados en las pestañas del deber,
corriendo de un extremo al otro del camino,
para ser la mujer fuerte que todos necesitan.


Hoy me he mirado al espejo y no sé quien soy,
(tantas veces leí y oí frases parecidas)
ahora ésta, la desconozco, tiene otro idioma,
uno frío, cruel, uno asesino, de cobardes ojos.

Cómo sostuve tanto tiempo una bandera,
que siendo mía, del océano de mis debilidades,
fue acribillada y bombardeada por el último siglo;
qué defiendo con tanta fuerza, si nada existe, nada es mío.

La piel y mis huesos me acusan,
han dejado evidencia del descuido,
la tristeza y el poco alimento,
ése, necesario para quererse.

Hoy supe de tu actuar,
de tu real forma de ser y me has matado,
con tanta fuerza, pero sin tú saberlo,
mucho antes que la tierra me devore.


Elen Fouérè


sábado, 20 de junio de 2015

22912



Qué temor tiene el aire
de rozar mi espalda, y
beber a sus anchas la piel.


Son tantas las excusas
del ondulante giro,
diseñador de lágrimas.

Quiero fotografiar tu alma
para colgarla en la pared,
de esa habitación vacía,
en el pliegue de mis labios.

Luego, encontrar la sonrisa
para abrigar mis frías venas,
y resucitar después, cálida
en la mirada de algún sueño.

Y no olvidar que sigo viva
que danzo entre espigas,
con flores en el pelo,
para voltear, mirar, ver
y besarte por primera vez.


Elen Fouérè


viernes, 19 de junio de 2015

Aún...




Hay segundos eternos en la historia de una vida,
mimetizando lo que vemos y el recuerdo de unos ojos,
que tal vez,
agonizarán en la arena, un día cualquiera.


La seda de una piel que aún es hermosa,
los años que golpean para adueñarse de los poros,
como si no estuviesen ya, alojados en su molécula.

Un andar un tanto más lento de lo esperado,
recriminan lo no hecho en pos de lo conveniente,
de lo razonable, de lo apto, y saludable para el camino.

Una pena no declarada en la conciencia,
que aguarda, para vernos frente a frente,
y de una vez por todas, no darnos tregua.

Así es, como se pasan los años infinitos,
porque así lo dicen los sueños de las horas,
por que lo dicen mi pecho y mis dedos,
tu lengua y esas alas de tu mirar,
que dispuestas están aún, a macerar.


Elen Fouérè


jueves, 18 de junio de 2015

Y...





Te diré,
que me sumerjo deliberadamente,
sobre las alas del viento,
en un mar de acordeones qué,
en abanicos me llevan hasta tu río.


Tal vez,
aún amo lo que significas, y el
largo camino que te trae hasta mí,
que como secreto diálogo onírico,
vas desnudando para tu pecho.

Te amo,
sin pretender que seas mío,
sin pretender ser tuya,
desde el fondo del abismo,
ése, donde nos encontramos.



Elen Fouérè


miércoles, 17 de junio de 2015

Azul



Éste estruendo que me nace en la mirada,
quitando el centro a los años que pasaron,
estos ojos míos, desprovisto de esquinas veleidosas
que sin defensas, en un juego a muerte se han trenzado.


Qué le has hecho a mis ángulos malheridos,
a mis encrucijadas, momentos de lluvia y bronce,
a mis pies, que deambulan de espalda al camino,
a mi cintura, enjuta de distancias entre dos nombres.

Ciega, en octavos disonantes e inconscientes,
abrazada a mis propios labios que sin atadura,
se han vuelto la mandolina que guía mis visiones,
atavíos azules de una sombra que me sigue.



Elen Fouérè


martes, 16 de junio de 2015

Nueve




Hay un color a luna en los ojos de la muerte,
cautivando los atísbos de un mañana presuroso,
perdido en la inocencia del cree que le siguen.


No hay amalgama para un corazón sin nido,
ni flecha ni arco que sirva de protección y sustento,
a esos pájaros que en la noche se adivinan frente al fuego.

Hay un desfalco de integridades en el billete del que duele,
algo así como un ropero lleno de pieles falsas con olor a sangre,
sería bueno preguntarle que ofrece a cambio de tantas necedades.


Elen Fouérè


lunes, 15 de junio de 2015

De pronto...



De pronto se observan a lo lejos,
gaviotas,
en un juego de aguas y de peces,
es la puesta en escena vespertina,
que lubrica,
el espacio cadencioso de los miedos,
dando paso al surrealismo milagroso,
de recuerdos,
que se escapan arenosos a los cielos,
dispuestos a enfrentarse sin remedio.


Elen Fouérè


domingo, 14 de junio de 2015