Mostrando entradas con la etiqueta Rafael Mérida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Rafael Mérida. Mostrar todas las entradas

domingo, 11 de mayo de 2014

Ausencia




Las manos sin tu aliento descansaron

prolongando la tarde adivinada;

mas al alba asustadas preguntaron

si la ausencia de tus ojos duraría.



Mi cuerpo, sin tus besos relajado,

se quedó dormitando en un rincón

soñando con la llama de tu rojos

quemantes como piras encendidas.



Las noches sin tu cuerpo enamorado

a un páramo desierto se asemejan

que esperan impacientes la tormenta

nacida de tus pechos desbordantes.



Mi alma sin tus ojos se envilece

trayendo a la piel de la memoria

recuerdos lacerantes que vagando

rememoran el ansia de dos almas.



Rafael Mérida


sábado, 10 de mayo de 2014

Teresa




Seis letras, un sólo nombre,

mil razones silenciadas

y cientos de sensaciones,

números para quererte

que ya no entienden de cifras

cuando se enfrentan humildes

a tu grandeza incontable.



Dígitos inexplicables

de una métrica embustera

que busca cuadrar los versos,

cual si un poema bastara

para cantar tus encantos

que tienden al infinito.



Por eso escojo las letras

rendido ya a la evidencia,

de que las ciencias exactas

no explicarán el secreto

que habita en dos corazones.



Rafael Mérida


viernes, 9 de mayo de 2014

Invierno sólo en las calles



El invierno se ha instalado

en las movedizas aceras

de la ciudad desierta.


Huyen con premura

del gélido escenario

los etéreos personajes.


Desaconseja el hombre del tiempo

desplazamientos más allá de lo preciso,

que nadie salga a la calle.


Leo con detenimiento

las isobaras marcadas

en las líneas de tu mano.


Un frente cálido de caricias

asociadas a tus manos,

elevan el mercurio que en mi habita.


La borrasca se aproxima,

chocan nuestros cuerpos

como masas de nubes bajas.


Rayos y truenos nos envuelven

desatando impúdicamente

una lluvia presentida.


La niebla densa amarillenta

se disipa bajo el sol de tus ojos

que auguran una tarde diferente.


Haré caso al hombre del tiempo,

hoy no saldré de tu cuerpo

anticiclón seguro de mis días.



Rafael Mérida


jueves, 8 de mayo de 2014

Sucedáneo





Sigo buscando tus formas

en las sombras de mi lecho

rememorando el pasado

de aquellas horas ganadas

siempre a mitad de camino

entre tu cuerpo y el mío.



Sigo esperando tus labios

en la mudez de mis noches

inventándome un futuro

que el tiempo no me concede

como si mis sueños fueran

solamente una quimera.



Sigo teniendo tu imagen

entre mis dedos grabada

mas no me devuelven ellos

tus caricias olvidadas

e inventan para engañarme

un sucedáneo de orgasmo.


Rafael Mérida

miércoles, 7 de mayo de 2014

Y pasa el tiempo





Y pasa el tiempo y no vuelves.

Y yo soñando que vuelvas.


Ya no puede ser ausencia

lo que mis manos no tocan,

ni puedo inventar palabras,

para nombrar un vacío

que intentan llenar las tardes

prendidas de otros cabellos.


Y pasa el tiempo y no vuelves.


Caen tus besos en silencio,

en el pozo del olvido

que otros labios hoy se beben,

mientras mueren los te quiero

sorprendidos por la inercia,

que el viento quieto enmudece.


Y pasa el tiempo y no vuelves.

Y ya no espero que vuelvas.



Rafael Mérida

martes, 6 de mayo de 2014

Me visita la nostalgia



Me visita la nostalgia

llena de arrugas y ausencias,

la de las sombras insomnes

que me siguen consumiendo

como una vela prendida

cuya llama ahora agoniza,

la del vértigo al rozarme

que tus manos producían,

la de los besos sinceros

que no preguntaban nada

y la de tu cuerpo desnudo

que siempre me rescataba.



Rafael Mérida

lunes, 5 de mayo de 2014

A veces




A veces, sólo a veces,

el mundo cabe en mi mano.

Sucede en extrañas noches

en las que todo se paga

y mis dedos no te alcanzan,

y mis labios no te besan.


A veces, sólo a veces,

cinco sentidos no bastan.

Ocurre cuando las luces,

emanan de lo profundo

y mis ojos no se cansan

y mis besos no se acaban.


A veces, sólo a veces,

sobran todas las palabras.

Acontece mientras duerme

tu mano sobre la mía

y mis amores te sueñan

y mis ansias no se calman.


A veces, sólo a veces…


Rafael Mérida

domingo, 4 de mayo de 2014