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domingo, 14 de diciembre de 2014

Esperanza




La esperanza siempre será

el arma de los enamorados,

misterio de eterna primavera



Epifanía de corazones rotos

sanando con la dicha

reflejada en sus esplendorosos ojos



Suyos serán los días

donde se olviden los lamentos

poseyendo la rosa de las alegrías.



Cartas escritas en arrebatos

de varones prendados,

llegarán a romper virginales recatos



Las novias vestirán azares

sin historias, ni lágrimas

dejando atrás sus pesares



Los amigos vueltos confidentes

declarando sus sentimientos,

dormirán bajo estrellas complacientes



Noches de inquieta soledad

cómplices de efusivos efebos

buscarán sin descanso la doncella ideal



Los abrazos sin valladares,

serán testigos de amores triunfando

remontando montañas y mares



Se fundirá tierra y agua, sur y norte

en un solo poema de dos cuerpos

con caricias de fuego refulgente.



Al final el amor victorioso

como lluvia en sequía, germinará la esperanza

otorgando inspiración al poeta amoroso.



Victoria Falcón Aguila


sábado, 13 de diciembre de 2014

Creer y sentir



Lavaré las heridas que el desamor te dejó

pondré rosas en el jardín de tu corazón
embriagando tus oídos con frases tiernas
bendeciré los días por tenerte junto a mí....


voy a repetir tu nombre una y otra vez
como única oración de mis noches
serás por siempre respetado, necesitado
cantaré canciones de arrullos
cuando estés en mis brazos
sentirás que no hay mejor lugar que mi cuerpo,
ni mejor refugio: mis manos
te pondré un altar en mi lecho
donde serás idolatrado.


Permíteme poseerte como nadie se ha atrevido
abre la puerta a tus sentidos,
deja fluir los rencores;
a mi lado serás bien amado
sólo tienes que creer y sentir 

que eres, el más “grande” de mis amores.



Victoria Falcón Aguila




viernes, 12 de diciembre de 2014

Eres





Eres bronce como mi pueblo, brioso como mi gente,
dulce y sabroso como el alfajor…
de sentimientos blancos como los volcanes;
leal a tu palabra y fiel en el amor.


Ante las tempestades siempre sonriente,
cantas a la tristeza con versos de una canción;
cómplice de mi poesía, te llevo retenido en la mente,
como lujuriosa tentación.


Tallo tu rostro en un retablo, para admirarte de día,
suspirarte en un rosario de anhelos,
adorando tu anatomía, en la madrugada fría.

Bebo tu savia alimentándome de tu verdor
porque eres como yo: madera y follaje;
romántico mexicano, en el amor, eres el mejor hacedor.

Te llevo tatuado en mi vientre como el águila al nopal
y aunque el viento me lleve lejos,
más allá de las fronteras y el mar…


Evocado a lo lejos en el reflejo de la eternidad,
estarás en mí viviente, como único dueño de mi sabor.


Victoria Falcón Aguila


jueves, 11 de diciembre de 2014

Donde quiera que estés





En el lugar que estés,

dónde te haya puesto Dios

en ese preciso lugar, te seguiré amando.

Así no creas en él, le pediré que cuide de ti.



Aunque te asumas ateo y no reces,

yo rezaré en tu nombre, pidiendo

colmen tu casa de estrellas,

te bendigan con rosas sin espinas;

me quiten mi calor para que nunca sufras de frió.



Porque no importa que no me ames,

que no te interesen mi letras

y ahogues mis suspiros en el olvido.

Te amo y es lo que siento;

así me alejes de tu mundo,

saborees otros labios,

tu silencio me indica que estás ahí

por eso repetiré: te amo

hasta que mi voz se desgaste y quede muda.



Sin importar que mi entorno

se ponga negro, buscaré una luz

para mandarte mis besos,

seguiré escribiendo poemas,, así no los leas,

sonreiré para ti al despertar aunque tú, no me veas.



Victoria Falcón Aguila


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Comencé a olvidarte





Si extrañarte es el olvido, ayer comencé a olvidarte.



Hoy me empeñe en abandonarte

arranqué de mi piel tu aroma, de mis poros tu olor

ya no recuerdo que alguna vez te respiré.



Mañana borraré los días que en tus brazos me estremecí

los despertares donde eras mi primer sentir;

no cerraré los ojos para no mirarte.



Seré sorda a tu respiración,

insensible al recuerdo de tu temblor

... empecé a negarte, a tomar valor.



Renuncié con mis caderas a estrecharte;

entregué al mar mis besos

comencé a olvidarte, a abandonarte..



Si alguna vez nos cruzamos, no me saludes

porque no recordaré tu nombre

habré olvidado que fuiste mi hombre.



Aunque tenga deseos de ti,

prometo no recordar tu sabor

ni tu pecho pegado a mi corazón.



Induciré amnesia a mis sentidos,

lavaré tu sudor con otras caricias,

me entregaré a quien lo tenga bien merecido.



Pues tú: ni sufres, ni sientes

eres tan sólo un cuerpo congelado,

un nudo de miedos prefiriendo amar a su sombra

antes que arriesgarse a ser querido.



Te olvidé como persona,

quedarás como un invento de mi mente creadora,

un personaje que abandonó antes del estreno la obra.



Victoria Falcón Aguila


martes, 9 de diciembre de 2014

Mañana no




Mañana puede que sea demasiado tarde

para decir que te amo o tal vez,

para pedirme perdón.



Mañana puede que tu amor

ya no me sea indispensable

y tu regreso no espere más.



Entre hoy y mañana existe lejanía.



El tiempo como verdugo implacable,

congelará mi mirada que antes te acariciaba

y su marcha no detendrá.



La distancia cómplice sádica

convertida en blanco pañuelo,

mis lágrimas se encargará de enjugar.



Aparecerán arrugas en mi cara

y los recuerdos borrosos

se tornarán difíciles de capturar.



Quizá, una tarde dentro de muchos años

llegue tu nombre provocando leve sonrisa

pero ya no me dolerás.



Te juró que mañana puede ser muy tarde,

si hoy de mi, tú te vas.



Victoria Falcón Aguila



lunes, 8 de diciembre de 2014

Quédate



Quédate conmigo sin una tierra,

sin un pedazo de techo

bajo el cobijo de las estrellas

en el misterio de una noche entera.



Quédate conmigo, un minuto o una eternidad

pero quédate, camina a mi lado despacio

dentro de esta rápida vida

mientras disfruto de tu nítida presencia.



Quédate acariciándome los oídos con metáforas

hasta elevarlas al cielo como suspiros,

incendiar los diamantes negros de tus ojos

gritando mi nombre en un explotar de latidos.



Quédate para servirte de mi poesía,

de mi rítmico vaivén, mecerte en el arte de mi centro

donde guardo mis hondos secretos

esos, que a nadie he de contar.



Quédate sin fecha ni horarios

acuerdos o contratos,

olvidando que afuera existen compromisos

sabedor que despertarás,

en mis jugosos labios.



Quédate conmigo hoy o mañana

pero quédate, decidido a amar.



Victoria Falcón Aguila


domingo, 7 de diciembre de 2014