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domingo, 24 de noviembre de 2013
MURMULLOS
Vivo en el centro.
Mi ventana está abierta.
El acordeonista toca en la plaza su repertorio habitual.
Irrumpe la fiesta.
Una charanga. Se acerca. Estalla. Se aleja. Se calla.
Murmullos.
Las ruedas de una maleta tocan un redoble de ausencia en la acera camino de la estación.
Un hombre insulta a otro desde la intimidad de su móvil.
La música se derrama en el portal por las ventanillas de un coche.
Otra charanga. Se acerca. Estalla. Se aleja. Se calla.
Murmullos y carcajadas.
Emigra la fiesta.
Vivo en el centro.
Mi ventana está abierta.
Suena el acordeón.
Estela Puyuelo
sábado, 23 de noviembre de 2013
LOCURA
La locura es un barranco enmarañado en la profundidad del
ser,
un concierto de demonios silenciosos que dejan sordo al
melómano,
un bocadillo de obsesiones frías tras la borrachera que
abrasan las vísceras hasta el siguiente trago.
Seduce al corazón sensible disfrazada de lolita la experta mantis
y devora carne y coco del esqueleto agradecido.
La locura araña la voluntad con promesas de sumisión,
acaricia las manos esposadas con su llave maestra,
y sacia los apetitos de la adicción incurable
una y otra vez, una y otra vez y otra vez.
Y mata.
La locura mata.
Como matan la soledad, la traición, la indiferencia o el
vicio.
Como mata el amor
con su navaja de besos
y mimos.
Solo queda prevenirla, evitar…
deseos, caprichos, ilusiones,
excesos, dudas, fijaciones,
penas y aprehensiones,
pesadillas, vicios, amores y pasiones.
Y una vez libres de ella
nos preguntaremos en lo alto del mundo:
Y ahora, ¿quién calibra la cordura?
Estela Puyuelo
viernes, 22 de noviembre de 2013
HIDRA
En la casa de la rutina habita un ser de muchas cabezas:
ojos, orejas, bocas.
Con sus ojos te acostumbra a mirar
Y no ves
NADA, NADa, NAda, Nada, nada, nad, na, n, …
Con sus orejas te habitúa a oír
Y no escuchas
(____________________________________).
También tiene bocas la bestia rutinaria
para enseñarte a decir lo que el otro oye
cuando ya no ve ni escucha N a d a.
Estela Puyuelo
jueves, 21 de noviembre de 2013
SUGUS DE LIMÓN
una píldora de ingenuidad empapelada.
Amarillo, como el devenir,
que ensaliva de sepia y espanto los apuntes viejos
al profanar la carpeta adolescente,
que tiñe y arruga la piel de la fruta
solo mordida por el polvo.
Un pegamento dental para saborear, sin palabras,
la dulzura ácida del amor excomulgado.
Por eso no me lo como, lo guardo
Estela Puyuelo
miércoles, 20 de noviembre de 2013
TRIUNFO EN LA NOCHE
¡Extremado, loco, hilarante!
Bailas moviéndote todo.
Ahí estás, provocador lunático de mareas,
agitador de corrientes amarillas en pecera,
hecho un rompeolas al saciar la sed de borrachera.
En la playa de tu vidrio se balancea
la espuma densa de esa cerveza
que bebes fría y paseas
como triunfo en la noche marinera,
como copa ganada que surfea
en la última ola que generas.
¡Capitán, pirata, navegante!
Nadas mojándolo todo.
Estela Puyuelo
martes, 19 de noviembre de 2013
PALABRAS PARA REGALO
Algunas palabras se envuelven para regalo.
Hablan de ti,
de tu hablar con otros.
No del hablante.
Son un regalo.
Iluminan las tinieblas de tu propio infierno
para que contemples a tus demonios sin terror,
a tus mismos demonios,
sin ningún terror,
como cuando visitas de día el cementerio
donde no están enterrados tus muertos.
Algunas palabras saben más de ti que tú misma.
Para escucharlas debes hacerte transparente
como la luna a mediodía,
abrir tus costillas
para liberar el ave que enjaulan.
Dejarla volar.
Algunas palabras se envuelven para regalo.
Son para ti,
para que seas tú.
Ninguna otra.
Regalo de amiga.
Estela Puyuelo
lunes, 18 de noviembre de 2013
¡CRAC
De repente un crujido,
súbito,
definitivo.
Tropezando en la noche un chasquido.
Un suelo de madera mal tejido.
Media pisada en el sigilo.
Ese armario viejo conmovido.
De algún espíritu un único gruñido.
La evidencia de un animal escondido.
Un trueno silencioso en la isla de Comino.
Un golpe del destino ensordecido.
Un crac.
Nunca sabrás lo que ha sido.
Estela Puyuelo
domingo, 17 de noviembre de 2013
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