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domingo, 27 de noviembre de 2016

cuando el mar te robe



“Las burbujas iridiscentes eran bellas. Pero eran la cosa más falsa del mar, y el viejo gozaba viendo cómo se las comían las tortugas marinas”

El viejo y el mar (Hemingway)


cuando el mar te robe

y sufras las violación de tu suerte

cuando el mar te atraiga a su infierno y las manos

sangren de rabia, impotencia y odio

únicamente el tiburón te dará la medida exacta

de tu paso por este manglar


no persigas razones ni ideales más allá de los límites

de tu intelecto

no causes baja en tus principios por perseguir los de otros

no sueñes, repito

no sueñes

sobre todo si eres pobre

y viejo

porque los sueños solo se cumplen cuando no se sueñan

y permanecen escondidos en el delirio

sin control y sin venganza posible

calcula bien la medida de tu odio

demasiado te mata

poco te desprestigia


Pablo Otero



sábado, 26 de noviembre de 2016

en este instante concreto donde el balbuceo se siente contemplando




en este instante concreto donde el balbuceo se siente contemplando

donde el caudal, como torrente, inicia su calvario

y donde la niñez ocupa breves páginas, adormezco


viajo a lo recóndito y sufro la agonía de los hombres

su partidismo, su intolerancia, su descrédito


viajo y maldigo el agua que bebí sin filtrar

el despropósito de sorber directo del arroyo

creyéndolo limpio, sutil, virgen, consecuente


a poco mis manos tornaron negras, postulosas

descreídas e insolventes


viajo a lo recóndito y no encuentro el momento sajado a la niñez


tal vez un invierno me trajese al sanguinario hombre indicio que convierte

al hombre en sal


tal vez me convirtiese yo también en ese hombre

y me postulase al lado de los hombres


viajo a lo recóndito de mí y azuzo la conciencia

respiro hondo y acaudalo olvidados sabores

el trigo, la cebada, el viento, la tormenta o el adobe


los caminos polvorientos, las ratas de agua, el sonido lejano del avento

las mulas al sol de agosto, los vestidos negros de las mujeres rotas


¡mira hijo!

el agua inicia su bravío que el hombre controla y dirige

ya dejó de ser niño

ya coge fuerza y arrastra a su paso los cimientos

ya dejó de ser remanso y tibieza

ahora duele, ahoga, siembra de espuma los caminos


¡mira hijo, como siembra el hombre su futuro!


aquí nace el porvenir

aquí fallece la infancia.


Pablo Otero













viernes, 25 de noviembre de 2016

toma



toma
tu libro de palabras y
sal
a la conquista del mundo

ah
y no vuelvas
a por otro
si no traes
una conquista
una guerra ganada a los perros
una batalla aprehendida
una isla en tu bolsillo
un pan
una canica
una sonrisa
o
una lágrima

un costillar roto de abrazos
también vale

pero
si vuelves solo
solo y roto
mejor no vuelvas

no
existen
más
palabras
para ti.


Pablo Otero







jueves, 24 de noviembre de 2016

IDUS DE MARZO V 2.0



Astíllame.

Recúrreme.

Queréllate contra mis apatías.

Muerde mis dedos,
arranca este corazón inútil,
si fuera necesario.

Todo,
con tal
de sacar de mí este ostracismo
que me anula,
que me esconde
y me envilece.

Muéstrame el vacío
que me espera,
si esta tozudez
de no ensangrentar mi boca
con los gritos a los necios,
me abandona.


Muéstrame lo yelmo
que comerán mis hijos
si no florecen en mis puños
la guadaña y la horca.


Ájame las piernas
si no son capaces de pisar

calles y plazas
para gritar tu nombre envilecido,
con fiera rabia.

Que los muñones recuerden
lo cobarde y lo insensato
de mi boca.


Y luego,


cuando ya nada quede,
el futuro sea quimera,
cuando las vísceras de los perros
comida para mis nietos.


Cuando el agua sea un sueño,
un techo, una semblanza,
y la palabra libre, la muerte.


Cuando libertad sea, elegir
entre grilletes o cadenas,
cuando violen sistemáticamente
mis sueños
por decreto ley,
y el olor a carne quemada
se venda en frascos de colonia,
Chanel número 100,
ni el más profundo abismo
será digno para enterrar
estos despojos podridos
y sin alma
que tan viles muestro hoy.


Advertido quedas,
mi Cesar.


Pablo Otero



miércoles, 23 de noviembre de 2016

Sobre los valles de mi cuerpo



Sobre los valles de mi cuerpo

construyo mis orgasmos.

Sobre mis montañas los precipito.

Como ríos de lava cubro mis senderos de fuego.

Ahogo los árboles a mi paso
con preguntas que no sé responder.

He de morir igual de virgen que nací.

Pero más solo y más idiota.


Pablo Otero







martes, 22 de noviembre de 2016

Como moscas



como moscas en

pupilas de buey
así
mis llagas no tienen nombre.

hay
palabras que no saben.

hoy,
sordas ante un concordato de
muerte
sobre
ti.


Pablo Otero



lunes, 21 de noviembre de 2016

A LA DOBLE EXILIADA MARIA ZAMBRANO




Me gusta cuando hablas porque estás como presente,
y tu voz se escucha en escuelas y plazas,
y se erigen versos en cubiles nostálgicos
de copas y cañas.

Me gusta que tu voz sea pertinente
y discutida y aclarada. Versada, cruel
e inteligente;
experimentada.

Me gusta cuando gritas y lloras
la palabra. Cuando se alza afónica
de tanto usarla.

También cuando se reserva cauta
para la convivencia diaria.

Me gusta serena, en su discurso libertario,
y que rabien sus pechos
cuando el puño alza.

Me gusta cuando lanza
con envenenado tino
su piedra acertada.

Por eso, y porque el hombre
aún necesita palabras
que le rompan los tímpanos
y su conciencia acerada;
no pares nunca el reclamo
de equidad e injusta comparsa.

Por más que el poeta te diga
que le gustas callada, no pares de darme
lecciones de esperanza.


Pablo Otero







domingo, 20 de noviembre de 2016