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domingo, 12 de junio de 2016

Una ola de fuego persigue al latido




Una ola de fuego persigue al latido superviviente de mi corazón, continúa en mí, protegido por la luz de la luna.

Dicen que la noche está en llamas, dirigiendo los ojos de los dioses hacia una civilización fantasma. Al menos yo no estoy. Regresé a la tribu de los orígenes, a sembrar semillas de huída y soledad. Como me enseñó la permanencia de aquellas horas atravesadas en mi garganta: el tiempo es una trampa.

Perderé las espinas de mis tobillos. Lo sé. Cruzaré el río, la corriente revivirá los muertos de mi sangre. Sentiré el líquido vacío mientras nado o me dejo llevar hacia rocas y cascadas impredecibles.

Algún humano volador (los evolucionados) me acechará desde el cielo. Presa fácil de tierra o agua dulce. Llevadme al nido de las alturas máximas, donde nadie pueda intuirme, ni siquiera la inteligencia del sol omnipresente.

Y la voz, creación destruida, camina ciega por senderos indefinidos. La tristeza, celeste e intensa como un amor que nace, habita en los átomos de la primavera terrestre.

No hay certeza en las pérdidas, se calzan con una sucesión de interrogantes. Y avanzan como hormigas en la piel de las personas.

Anhelo de constitución. Ya danza la red de la otredad entre las amapolas.



Laura Villanueva



sábado, 11 de junio de 2016

Duermo sobre partituras de música que ya no suenan




Duermo sobre partituras de música que ya no suenan.

Mi espalda carga con el sedimento de espesas caricias.


La luz intermitente de mis ojos me permite ver el mundo a medias.

Me conformo.

Y lanzo hacia el pasado miradas eclécticas.


Mi corazón es un crómlech clavado en el cielo, sin superficie.


No estoy sola. La soledad juega entre mis dedos.

Se sube a mi cuello para recordarme que ha llegado.

Y siento la redondez de las horas imperfectas.


Navegación estática. Es mi respiración la que viaja quieta.

Busca aliento sin bacterias, hogar de madrugadas.


La seca tormenta trae grietas de tierra.


La lata abollada de sol aparece.

El deforme amarillo siempre con alguna mentira más.

Oportunidades solares, me dicen los peces subterráneos de mis venas:

silénciate algún día para no oír la claridad del vacío.


Pétalos de un ser superior me alcanzan la boca.

Tragar no es una opción.

Me levanto a tientas en la oscuridad oceánica.

Los corales hundidos nublan los sonidos del fondo.


El arca del dolor está lleno.

No es posible postergar su apertura.

Sé que me arrancará la máscara de alegría,

dando paso a una concentrada lágrima de tristeza autoinducida:

coma emocional para una vida sencilla.


El avestruz desembarca mis sueños en una roca pequeña. Caben.


Mi cuerpo toma forma humana.

Camino detrás de mí, como una sombra de plastilina.

Colores cotidianos en las uñas y las pestañas.

Volverán los viejos tiempos dentro de alguna vela pre-encendida.


La ausencia de mariposas hace de la tarde un lugar efímero.

¿Dónde están los puentes entre las ideas y los principios?


La realidad es una nube sucia, encima de todo, inalcanzable.

Se mueve sin maldad, pero hace daño con sus aletas de invierno.


El para qué envuelve las sólidas substancias indivisibles.


Y si me hablan del olvido de las alas,

mis brazos intentan alzar el vuelo desde mi acantilado íntimo.



Laura Villanueva



viernes, 10 de junio de 2016

Llevo la luna rota en los labios




Llevo la luna rota en los labios,

un enjambre de pétalos de acero

en el alma.


¿Puede pesar un mundo que no existe?

No lo sé, pero duele en los hombros

como un elefante callado.


El deterioro suele ser invisible.


Nada lo percibe. Salvo mis ojos.



Laura Villanueva



jueves, 9 de junio de 2016

En todos mis sueños



En todos mis sueños

aparece la solidez de tu forma.


He sentido la voz de tu carne

gritando en el interior de mi boca.


He sentido tu calor

en los suspiros de mi lengua.


Deseo tanto tus hombros

que quiero morir ahora mismo

y renacer como una flor nueva que deshojas

-blanca y amarilla- Recogerás el polen

que se expande desde mi corola.


Y si hoy no te digo que te quiero

es porque el único lenguaje

que entienden mis anhelos

son los largos besos de tu boca.


El cielo se enreda en un árbol

y nos contempla. !Mira

cómo tiembla aquella luna llena!


Voy a salivar sobre tus muslos,

morderé tus rodillas de azucena.


Y si el sol necesita más fuego,

que se pose entre mis piernas.


Huyen las estrellas

a jardines alados de la Tierra

y alumbran en silencio

mi ligera existencia.


Atraviesas con tu cuerda

mi pozo mojado

hasta alcanzar mi esencia.


Una mariposa flota

entre recuerdos rojos de amapolas.


Besas mis párpados

para proteger mis sueños.


Inundo los montes de tus manos

y recorro la larga y suave

superficie de tus dedos.


En tus pies pasaré

el nuevo-siglo entero,

lamiendo la dulzura

de tus pulgares viajeros.



Laura Villanueva



miércoles, 8 de junio de 2016

Me miras




Me miras

y desaparecen los laberintos.

Los trapecios de barro

abandonan mis ideas y costumbres.


Me besas

y la luz ya no es de piedra o rio,

vuela en su infinito,

para alumbrar las estrellas que te nombran.


Me tocas

y en mi alma nace una mariposa de magia y fuego,

encendiendo mis suspiros.


El abismo

es un segundo sin las rosas de tus manos en mi cuerpo,

una tarde sin tus besos,

una alegría no consumada por tu abrazo.


Busco tu aliento

en cada centímetro cúbico de aire;

aparto el Amazonas

que me separa de tu oxígeno.


Y llegan a tí las nubes que inventé

en la piel de mi espalda para estar contigo.


Te quiero como recuerdo y futuro,

desde el núcleo de mis sueños,

donde te esperan mi boca y mi delirio.



Laura Villanueva



martes, 7 de junio de 2016

Luz de mariposas danza sobre las olas del océano




Luz de mariposas danza sobre las olas del océano. Te quiero, amor de febrero, más allá de los verbos pronunciados.

Lates en mis manos como una caricia libre. Los suspiros de mis dedos deletrean tu mirada - cielo de azul y noche. Y si te beso, nace el nuevo-mundo sin tiempo que siempre he soñado. Subes a las nubes para traerme la materia invisible que mi corazón persigue. (Las estrellas están aún calientes).

En los infinitos abrazos, pájaros de atardecer vuelan sonatas invencibles.

Deja que la luna brille de nuevo en tu boca, para que el universo continúe con su originaria belleza iluminando a los Hombres.



Laura Villanueva








lunes, 6 de junio de 2016

Tu voz crea nidos para almas perdidas




Tu voz crea nidos para almas perdidas,

aparece con colores cardinales

sobre cimas de montaña

y copas de árbol.


Más allá recuperado: tus luces.


Los conocidos pétalos de la oscuridad

se deshacen en contacto con el agua.


La superficie de la Tierra

se ha estrechado

y en una grieta fría

caben gritos y humanos.


Todo se va. Excepto tu nombre.



Laura Villanueva



domingo, 5 de junio de 2016