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domingo, 25 de marzo de 2012

TIEMPO



Este tiempo
que estrangula mis dedos,
los paraliza en leve sopor,
los mece, a su antojo cruel.
No hay tiempo que perder,
ni que ganar,
tan efímero,
tan abstracto;
no se pierden los sueños
en el tiempo,
solo levitan en la mente
del durmiente,
no se cumplen
porque no existen.
Este tiempo que se esfuma
en el aire espeso
de los días, de los años
y asciende altivo hacia la nada,
y se pierde en las nubes
grises del mañana incierto,
queriendo recuperar sonrisas.
Este tiempo, no es tiempo,
es un agitado estado de efervescencia,
un apurar espacios
tan absurdos como breves.
No hay remedio
para este tiempo que se escapa
entre mis dedos,
estrangulados por sueños
irreales,
paralizados por el miedo
al tiempo...



Isabel Sánchez Hidalgo


sábado, 24 de marzo de 2012

TE VI



Te vi.,
Con los ojos muy abiertos,
La espalda recta
Y la cabeza ligeramente
Inclinada hacia el suelo.
Caminabas con la seguridad
De los desamparados
Dejando una estela
De incógnitas a tu paso.
En la niña de tus ojos, unas interrogaciones
Brillaban con los rayos del sol otoñal.
Tuve que seguirte;
Seguir tus pasos largo rato
Mirando al suelo,
Pisando tanta duda,
Tanto desconcierto.
Por fin me decidí a atajarte en
La primera calle,
Me di contigo de frente y
Nos miramos largo rato;
Luego volvimos la mirada al suelo:
Hacía rato que caminábamos en
Círculo tú y yo,
Pisando, yo, tus interrogaciones,
Tú en cambio
Perseguías las exclamaciones
Que sin saber,
A mi paso iban quedando
Inertes en el suelo.




Isabel Sánchez Hidalgo


viernes, 23 de marzo de 2012

TE BUSCO




Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
P. Neruda





Te busco
en sus ojos verdes cambiantes,
con, según la luz del día,
en su voz que susurra mi nombre
entre suspiros, aspirando el tuyo,
flotando como un ente entre la sombras;
en sus brazos alrededor de mi cuerpo,
como cadenas de espuma,
eslabones de deseo sus dedos
enmarañados en mi pelo.

Te busco
en los pliegues de sus gemidos
implorantes de amor eterno y
me acurruco en sus pechos como
un niño hambriento, mimoso,
mientras mis manos recorren su cuerpo
deseando tu piel, y me arrepiento,
cierro los ojos, como un espíritu travieso
y tierno, vuelvo a perderme en sus ojos,
musito a la nada un te quiero,
me hago a un lado y
sigo con mis recuerdos.





Isabel Sánchez Hidalgo


jueves, 22 de marzo de 2012

RECUERDOS





Mis recuerdos recorren calles entre casas de adobe
y se difuminan en blanco y negro.
Voces que reverdecen en el agua del
viejo caño, al ritmo de su caída monocorde
estrellándose en la piedra horadada y pulida,
recubierta de verdín suave y
caracoles negros adheridos en sus bordes.
Ecos del pasado que siguen mis pasos por cada
piedra vieja que dejo atrás.
Y en el aire cálido, una voz lejana en salmodia
hace que una sonrisa asome a mis labios...
“Tintirira tintirirero, valiente juego tenemos
amagar y no dar...”
Comienza a anochecer, mi mente se llena de sonidos
de ayer, esquilas, cencerros, algarabías de chiquillos
correteando calle abajo tras las cabras y sus balidos,
después...
Silencio.
Anochece en mis recuerdos, que se funden
en blanco y negro, en casas de adobe,
en ecos del pasado.




Isabel Sánchez Hidalgo


miércoles, 21 de marzo de 2012

NO IRAS SOLO




No irás solo,
aunque la tormenta haga zozobrar
tu barco, en el mar inmenso
de las dudas despiadadas,
ni cuando la ola repentina,
vomite el quebrado casco
contra el arrecife asesino
de tus más callados recelos.

No irás solo,
ni navegarás sobre el manto oscuro
de perdidas sendas marinas,
a la deriva,
sorteando las olas juguetonas,
salpicándote de espumas eternas,
perforando sin remedio tu bravura
de corsario.

No irás solo,
cuando los vientos embrujados,
susurren en tus oídos, cantos
bellos de sirenas maliciosas,
atrayéndote fatalmente hacia un
mundo submarino,
dudas lacerantes
e incertidumbres crueles,

Mira a lo lejos,
donde rompen las olas con violencia,
estoy, con la luna plateada
sonriendo, rema sin descanso;
esos fanales serán tu guía,
son por ti,
porque no irás solo, navegando,
en este mar tan insensato...




Isabel Sánchez Hidalgo


martes, 20 de marzo de 2012

MOZA DE ÁNIMAS







Cae la tarde sobre la Alberca y las primeras luces se encienden.
Alrededor de la porticada plaza, susurros de gente
sentada en sus terrazas, saboreando la suave brisa
que nos regala la Peña, el murmullo de la fuente confundido
con los juegos infantiles.

De pronto se hace el silencio y
por entre las estrechas callejuelas, asoma la moza de las ánimas.
La oscuridad la precede.
Tras ésta la comitiva de mujeres,
repitiendo sus cánticos y oraciones por los espíritus.

El mismo rito cada día al oscurecer, recorriendo el pueblo,
entonando una salmodia por esas almas del purgatorio,
haciendo sonar la esquila enérgicamente:
“Fieles cristianos, acordémonos de las benditas almas....”

Y la moza de ánimas desaparece calle abajo con su séquito,
con sus voces lastimeras, con sus cantos...
mientras tanto,
la plaza se llena de bullicio, vuelve el murmullo
de la fuente y la brisa se renueva,
como si nada.



Isabel Sánchez Hidalgo


lunes, 19 de marzo de 2012

A GOLPE DE PALMADAS




Ojos ensangrentados por la ira,
de mirar la injusta luna
que no brilla,
para ellos
hace tanto tiempo...
las carretas rotas y olvidadas,
descansando en parajes solitarios,
descoloridos,
hogueras apagadas
vidas apagadas,
miseria a golpe de palmadas.

Y la violencia escapa en las raíces,
y surge por las torcidas ramas,
y va creciendo con el tiempo;
jamás la venganza mejor entendida,
muere con el árbol,
al contrario,
los retoños heredan las agrias flores,
¡triste legado!...

Raíces ancestrales inundan
la orgullosa piel morena:
antes de perder el honor,
¡perder la vida!,
y a la luz de las estrellas
el ronco ruido y
tenue resplandor acérico.

Siempre coronados de negro y rojo,
paseando los tristes rostros
por el mundo,
surcados por un dolor indescriptible,
arrastrado a través de siglos exódicos.

Y morir en silencio,
sordo y roto
por desgarradas voces de ultratumba;
cantando,
sufriendo a golpe de palmadas,
y guitarras empuñadas con la rabia,
y ojos empañados por las lágrimas
secas de llorar eternamente.

Lorca, muere cada día,
en cada uno de sus muertos;
vive, cada noche,
alrededor de hogueras olvidadas.



Isabel Sánchez Hidalgo




domingo, 18 de marzo de 2012