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domingo, 5 de julio de 2015

Nos quedamos con el deseo de amarnos




Nos quedamos con el deseo de amarnos, de querernos tener, de poseernos.
Quedé con los recuerdos tristes y un beso seco en los labios.
Quedé sin él, sin su ser, quedé y él se fue para siempre jamás; nunca volvió, nunca lo busqué.
Lo nuestro se tornó en algo pasajero, repentino y fugaz como el vuelo de un pájaro, cuando tuvo visos de eternidad.
Sin embargo aquí estoy, desde mi ventana mirando el triste y peculiar atardecer, melancólica y cabizbaja cavilo sobre lo que pudo ser si nos hubiésemos atrevido a atrevernos; si nos hubiésemos decidido a romper con la cruel barrera que nos oprimía.
Creo que ya nada está como debería estar…que él y yo debíamos simplemente no ser.


Olga Sain


sábado, 4 de julio de 2015

Soneto Frente al mañana



Cadáveres de imperios y falsos pedestales
sorprenderá la aurora con venturoso brillo
cuando el taller entone los himnos del martillo
no en bien de los tiranos sino contra sus males.

Sombras de religiones, fantasmas ancestrales
serán como las ruinas de un trágico castillo
y el hombre, con la ciencia como único caudillo
sin dioses, ni fronteras, ni leyes, ni jornales.

Las fuentes de la vida prodigarán sus aguas
una estación de amores como una primavera
se encenderá en su vientre de maternales fraguas.

Y al bárbaro conjuro de las sufrientes proles
ha de surgir el mundo de luz que nos espera
como una flor dormida bajo un millón de soles.


Olga Sain


viernes, 3 de julio de 2015

Hoy seré tuya



Hoy seré tuya
tu musa
tu antro
tu templo
el beso lacerante
que te ate a mi silencio
la humedad que inmoviliza tus latidos
la rosa con espinas
tu placer
tu dolor.
Nadaré en tu piel
galopante
poderosa
explotaré tu volcán
con ilusiones mudas.
Seré tu mar
tu serpiente
el calor que te muerde los sentidos
la lava que recorre
tus venas desveladas,
tu boca encadenada.
Hoy seré tu pan
tu agua
tu desierto
tus ojos
tus latidos.
Seré tu sueño.


Olga Sain


jueves, 2 de julio de 2015

Caos



Caos I

Es plomiza la mañana
y sin camino
sepultura de zapatos
sin ventanas,
tu ausencia
se descargó
sobre mi vida
como la muerte.

Caos II
Desperdicios humanos
en afrutadas mieles
desvaídos encajes
en castillos de cerámica,
los aceites volcánicos
entre vidrios glaciales gimen.
Territorios donde
deambulan aves en carruajes
y los hombres transitan
como membranas movibles sin identidad.
Muelle inmaterial de religiones
mudanza de los años solares
ascienden en lumínicos giros.



Caos III
Se abrió la tierra
hay penumbra de incienso
duermen arquitecturas
mamposterías descolgadas,
y dos puertas se abren
sobre las nuevas fundaciones.
Viajeros humanos
en lluvias tropicales
hablan de la guerra.
En saciados candelabros
vibran metálicos tejados
las ventanas se quedaron en el templo,
vestiduras de pánico persisten, la oscuridad.
en la comida acabada sube hasta lo indecible
voz de niño sollozante,
luego, agua en el agua, cántaros.
junto al jardín de los poetas
territorio olvidado
pirámides se tocan en el cielo
para desplomarse entre las rosas.
Ciudad de caos
episodio turbulento de la melancolía.


Olga Sain


miércoles, 1 de julio de 2015

Mi piel guarda memoria de tus manos



Mi piel guarda memoria de tus manos
recorriendo la piel desnuda de mi entrega
tiene en ella tu aroma
tu aliento,
tu sabor,
tus triunfos,
mis derrotas.
También tiene sonidos de dulzuras,
esas ternuras claras vibrando en
cada encuentro entre penumbras.
Tiene también tus restos y tus rastros
la luz opaca del deseo
y el rostro del amor amaneciendo.


Olga Sain


martes, 30 de junio de 2015

Llovía tanto



Llovía tanto.
Como a cielo caído
Como a tormentas de sueños.
Como a silencios internos.
Llovía desmedido.
Como los instintos.
Como el impulso cierto.
Como el aliento fresco en el aire tibio.
Llovía como a tiritas de invierno en el estío.
Como a bríos.
Como a tientas.
Como a sabiendas que te necesitaba mío.
Llovía así.
Como a no cielo.


Olga Sain


lunes, 29 de junio de 2015

Hoy quiero decirle a mi seriedad



Hoy quiero decirle a mi seriedad
que se vuelva despistada,
que deje que me esconda
de su diligente mirada.
Quiero explorar la aventura,
el vértigo de mi descuido,
hacer esas travesuras
que reprimí hace tiempo;
buscar guiños en el aire,
carcajadas en las aceras,
dar vueltas con los ojos cerrados,
rodar en la pradera,
trepar a la baranda.
Y otra vez subir livianamente atada
a una cometa muy grande
que me haga flotar.
Y patear los charcos
con asombro en las pupilas
y gritos en la garganta.
Las horquillas de mi pelo
las voy dejando
dentro de las cerraduras
para que nadie interrumpa
mi libertad tan ansiada,
más allá de las montañas
de las nubes
del cielo
del universo.
Que es mío.


Olga Sain


domingo, 28 de junio de 2015