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domingo, 2 de agosto de 2015

REDENCIONES




En el corazón había 10 mantis azules que custodiaban el alma, posesión vigilante. En una lejana estepa, árida y terrosa, el hálito de una flauta shakuhachi vertía la luz que iba a sanarme: pálpitos de sol evaporado resbalan sobre el mar, en el cauce de mis venas saladas. Eras tú, el molde de mis huesos; el pez de arcilla de luna y agua de los lagos de Júpiter. Tú, mil redenciones que apagaran los insectos del corazón. 1000 redenciones.


Idoia Arbillaga Guerrero


sábado, 1 de agosto de 2015

PRESENCIAS

              

En el lebrillo de la noche se fricciona la hojarasca de un temblor infinito, que me acuna entre sus fauces. (Bebés agresivos convocan ejércitos, a punto para el combate). Cristales y presencias rasgan la córnea del buey, que se anega de un cuarzo líquido, luminoso. La mirada inquietante de un pájaro mudo atraviesa la ventana de mi cuarto, y lo enciende. Presagios ambiguos en la bisagra del mar. Un horizonte valiente insinúa cobijo. Y los gemelos despiertan lenta-mente: Eros et Ars.


Idoia Arbillaga Guerrero


viernes, 31 de julio de 2015

AUSENCIAS

          

                              

El anillo, que antes fue suyo. La lepra en el sentimiento, que lo descompone, como un alacrán corrupto que se nutre del hueso. La navaja-almendra, dulce pero afilada, también fue suya. Va rasgando mi bolso de mimbre, y su inocencia. El corazón de cristal violeta enredado a un dedo, un dedo que hoy señala al abismo del mar, ecos de ausencia. El pulmón líquido. La caverna de la madre, clausurada, asfixiada por la tierra roja. Los gemelos difuntos. Espectros cruzando el páramo, de noche, arropando la orfandad de mis miembros. Entonces, una mano suavísima me roza el alma. Ya estoy con ellos.


doia Arbillaga Guerrero


jueves, 30 de julio de 2015

ODA A EROS



Si se tratara sólo del latido,

membranoso y fugaz, de la carne y los huesos,

o la azarosa química

que se desata a causa de inciertos referentes

(recuerdos, quién sabe, de un padre o de una madre,

recuerdos pueriles de un niño de la infancia).

Si fueses el instinto que traje de una cueva,

don de hembras inquietas buscando un esposo,

o fueras el residuo de la naturaleza que busca procrear;

si fueras sólo, Amor,

un regalo sin magia que busca nuestras cópulas

para forjar futuros,

si sólo fueras eso y no el almíbar blanco

que se enciende en mis venas cada vez que lo miro.

Aunque eso sólo fueses, Eros,

y no las cien abejas que hormiguean en mi alma

cada vez que él me besa,

yo seguiría en el mundo haciendo sus caminos

con la esperanza cosida en los pliegues de mi falda

yo seguiría bebiendo el agua de las manos

que hicieron de este cuerpo mujer enamorada.


Idoia Arbillaga Guerrero


miércoles, 29 de julio de 2015

SEMILLAS DE FUEGO




La mañana me ha llenado de cristales la memoria:

un hombre ungido en barro se desmorona a mis pies,

la mujer hecha de arena que no borra nunca el tiempo,

una cueva femenina que fue origen del mundo,

muerta y clausurada me abandonó a mi suerte.



Has trazado un círculo alrededor de mi cuerpo,



soy un naranjo viejo y torpe, con el alma disecada.

Hitos varios nos circundan:

tres plumas blancas, el seno mustio de una anciana,

tres maldiciones, un peine enfermo de nácar.



Brasas de un amor-cangrejo que aún aprieta con sus pinzas.



Has encendido la hoguera donde me harás arder

en carbones naranja (felicidad, sopor).

Y el tronco me reverdece libre de sombra y cenizas

cuando aprietas mi vida en tus llamas,

fuego y purificación.


Idoia Arbillaga Guerrero


martes, 28 de julio de 2015

PENTAGRAMA EN CLAVE DE LUNA




Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Los dos mirábamos el gato muerto, pero

tú escondías tres notas musicales apretadas en la mano,

en clave de luna.

Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Las raíces de mi piel estaban secas

pero tu mujer de madera reverdecía pentagramas húmedos,

una red de cuerdas como labios paralelos

te sacaban de mi cuarto,

(Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do)

de la herida del tiempo por donde sangramos juntos

menta sobre el mar.

En el centro de tu lengua una bola de acero.

Hube de hacerme desván y cambiar mis tejas por escamas.

Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Morir un poco soñando nenúfares y algas

de crecimiento incrustante.

Morir un poco.

En cada inmersión atravieso el pericardio del mar,

buza de su corazón, gastado,

sin neopreno.

Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Sin el hombre verde con música dentro,

morir otro poco,

vertiéndome hasta la arena

del fondo de las aguas

del Mar Mediterráneo.


Idoia Arbillaga Guerrero


lunes, 27 de julio de 2015

INMERSIÓN ATLÁNTICA




"Todo se cura con agua salada:
con sudor, con lágrimas o con el mar"

Arthur Clarke




No hay un lugar más seguro

que el fondo del mar.

Virilidad exquisita.

Inmersión.

Criatura de vértigo,

y su azul afilado con guiños de la muerte.

Silencio de metal mientras me posees.

Sensual silencio.

Otro pez acaricia mi corazón gastado,

me revela verdades que me quedan muy anchas.

El silencio del mar, en su fondo, apabulla,

te susurra los vértigos que en tu escafandra moran.

-10... -20... -30... -35... -40...

Caes.

Caes.

Caes.

60 pies de océano aprietan mis caderas.

El fondo te aguarda

con su danza que agita las mareas del alma.

Ya estoy abajo, entras en mí.

Soy yo misma y no soy

al fondo del azul.

Un descenso lánguido

en las plumas del silencio.

Animal viscoso entregado a la lujuria,

azotar de olas y acantilados ebrios.


Idoia Arbillaga Guerrero


domingo, 26 de julio de 2015