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domingo, 23 de mayo de 2010

CITROËN MÉHARI







Llévame oh llévame a la perdición
en mobilette mi amor.
Aníbal Núñez


Haberme dicho, amor, en tus cartas
cibernéticas, que el descapotable
ese del que me hablabas
y me jurabas –qué cara tienes-
aparcar en mi puerta, las vecinas
pendientes, yo arreglada,
haberme dicho, leche, que ese coche
era como eres tú, un amasijo
de risas/ una cosa por revisar
sin puertas, sin cadenas, sin ventanas,
sin luces, ¿y el techo?
- contigo siempre llego a la Encomienda
con la atmósfera por montera-.

Si yo hubiera sabido antes esto,
(quién iba a imaginar)
que una tartana, tú la llamas Mehari,
sin tilde, así: “Mehari”,
era tu descapotable tan famoso,
y que ahora me sonríes, las manos
al volante, las chanclas sobre el freno,

que me maten si no salgo corriendo
a buscarte y a darnos a la vida
al vuelo, a ras, al Duero.



Tocata y fuga a dos caballos. Esta
es la hora de darnos jaque, pronto.
Haberme dicho, amor, que tú eras esto.
Hubiéramos cabalgado antes.









Carmen Camacho


sábado, 22 de mayo de 2010

YO NUNCA ESTUVE EN CRETA




Pero cuando desperté
tenía los pies mojados
de una luz
que atraviesa
la persiana
zarpa
y a estas horas baña
tu cara que flota
- olvidaste la Nivea -
sobre el verde a vetas
del Egeo.







Carmen Camacho


viernes, 21 de mayo de 2010

TÚ QUE TIENES MANO







Tú dile a Sabaria que digo yo que la nombre y que la comisione aquí o en donde quiera, que después le explico.
Augusto Monterroso


Hasta las ratas
si hay tesón
si hay suerte
y las recomienda
en el laboratorio
algún pariente
pueden tener una brillante
hoja de servicios.






Carmen Camacho


jueves, 20 de mayo de 2010

Y LA VERDAD ES UN POZO SIN FONDO QUE MI BLANCURA VELA




La primera vez
que los cortocircuitos cotidianos
me cogieron en la ducha,
me puse a llamarte en el frío
con la angustia enjabonada.

Ahora no.
Ahora espero bajo el grifo
a que te vayas
y me quedo muda
recibiendo la oscuridad del agua
mientras siento, atenta,

la danza rápida

de tus pies al bies
por la moqueta,
tu otear umbrales,
tu tiento de paredes,
tus movimientos
rutinarios, primero,
cada vez menos, mis sobresaltos.

Y no pienso ni debo.
Únicamente visto luego
la asombrosa bata chinesca
para cenar contigo
una copa pero poco,
queso,
la escarola.
Sólo me pesa entonces
callarme y no poder decirte
que qué bien
sin ti,
que qué a gusto
en lo negro.





Carmen Camacho


miércoles, 19 de mayo de 2010

EL DOS





Pocas veces cobró tanta importancia el número dos.

La gente no valora esas cosas. Tienen doses por ahí tirados, revueltos en el cesto de las cifras sucias, en la cuenta del supermercado, sobre la mesilla de noche, en los frutales y plateados centros de mesa. He escuchado el dos de barítono de Fernando el del bar: que dos, que dos cervezas. Yo he visto con mis propias manos a los bañistas manchar el dos de agua y straciatella; he llorado por una mala réplica de un dos cualquiera.

Dicen que todo se debe a un trauma infantil, a un enredo de hemisferios. Escribía con la izquierda el patito del revés antes de sacarlo a bailar El Lago de los Cisnes en mis libretas. Más que por dislexia era por la melancolía de comprobar cómo, desde ya, aquel número le daba la espalda al futuro. Como terapia tuve una camiseta con el dos remallado por detrás. Y como en casa siempre decían que yo era una chusma, obviamente concluí que no era por ser ambidiestra para enhebrar la aguja y sacarme los mocos, sino por aquel obsceno número colgándome atrás. Y contaba, con los deditos:

uno, chusma, tres...

Pero ahora es más grave:

uno y tú.

Y el dos, tan común, es sólo una sospecha.
-- Precisamente ahora, que aprendí a hacerte el amor con ambas manos --.







Carmen Camacho


martes, 18 de mayo de 2010

EJERCICIO DE ESTILO / II





Procuraré no emplear palabras redondas
verbigracia belleza libertad tu luz
Demasiado grandes / que esperen//
Más urgente se me hace decir
anoche conté con el cuerpo
los trecientos dedosde tu mano.







Carmen Camacho


lunes, 17 de mayo de 2010

MAURITANIA




Mi padre me ha contado que en Mauritania
se juntan
Desierto y Selva.
En Mauritania y en otras mujeres por el estilo.









Carmen Camacho




domingo, 16 de mayo de 2010