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domingo, 17 de abril de 2016

LOS MÁS TRAVIESOS



Cuando cada mañana

el sol agujerea la penumbra de la noche,

sus primeros rayos,

los más traviesos,

cruzando el aire

saltan sobre mi cama.

Tras enredar en mis piernas

las sábanas y la colcha,

se pasean insolentes

por el festón de la almohada.

Solo cuando en los labios

me hayan dejado su impronta de luz

y un sabor a vino y miel,

triunfadores y orgullosos,

se escaparán de mi lado.


María Pilar Latorre










sábado, 16 de abril de 2016

VUELO



Los charcos espejean la calle.

Bufandas y guantes,

alientos de escarcha,

oscuridad y agua.

Bajo mi paraguas rosa

me convierto en colibrí

y libo los rojos que encienden las tejas,

la tinta dorada que pinta una hoja

o el brillo cobalto de un zapato azul.

Colmada de vida y colores,

bato las alas

y vuelo, vuelo, vuelo…


María Pilar Latorre



viernes, 15 de abril de 2016

TELARAÑAS



Como todas las mañanas

me despierto con la cabeza hecha un lío

y la misma pregunta en los labios

¿por qué las noches no me traen descanso?

Después de mucho cavilar, y por encontrar motivos,

he llegado a una compleja explicación.

Me digo que mientras duermo,

con sus malas artes,

hacendosas arañas tejen una malla sutil,

pero firme, para que me enrede el alma.

Estos hábiles arácnidos son generosos conmigo

y, noche tras noche, me regalan sus telas

que rasgo, y arranco,

y abandono debajo de la cama.

Alguna vez ¿cogerán mis indirectas?


María Pilar Latorre





jueves, 14 de abril de 2016

LOS DEDOS DEL ALBA



A caballo en la aurora,

con sus bocas de nuez

y sus ojos de pez,

salen de los armarios

todos mis muertos.

También brotan del “almario”

centellas sobre una espuela,

jirones entrelazados

de incandescentes quimeras.

Unos con sus gestos graves,

otros, pura cábala y dilema,

entre los dedos del alba

me guían cual un Virgilio

hacia madejas de niebla.


María Pilar Latorre



miércoles, 13 de abril de 2016

SILENCIO



Agazapado en los rincones

espera que lleguen las tardes de domingo.

En un continuo desenfreno,

repta ligero paredes arriba

y, más ligero todavía, repta paredes abajo.

En su ir y venir

tapiza la casa con una red

que crea un espacio vacío.

Cumplido el objetivo,

se ufana del resultado

y me ciñe con su compañía indeseada.

¡Cómo echo de menos en esas tardes

un murmullo, una risa, el quejido de unas ruedas…!

Pero no, solo escucho los ecos del silencio

que, aunque mudos, me gritan

y me espantan.


María Pilar Latorre



martes, 12 de abril de 2016

MIS MIEDOS Y YO




Huyo,

busco ganar distancia

entre ellos y yo.

Por un instante percibo

sus garras dándome alcance,

para frenarme,

para apresarme,

para anularme.

Es el momento:

con mis botas de siete leguas

los dejo atrás,

burlados y confundidos.

Rabiosos,

se retrotraen

y se revuelcan en sus bilis

hediondas,

amargas,

mortíferas siempre.


María Pilar Latorre



lunes, 11 de abril de 2016

DISTORSIÓN



Detrás del cristal

el pez me mira de frente

con preguntas en los ojos

que yo nunca le respondo.

A veces le doy la espalda

en frustrada tentativa

de no verlo,

de ignorarlo.

En mi nuca, su mirada,

un cuchillo,

una descarga,

un desgarro que me duele.

Yo,

aferrada a mi silencio.

Él,

derrotado y maltrecho.

Y los dos,

confundidos,

malheridos,

engarzados a un cristal

que distorsiona,

que miente.


María Pilar Latorre



domingo, 10 de abril de 2016