En
el
nudo
de
letras
susurrantes
que
saben
decirme
en
una
línea
recta
y
sutil.
Ana María Arroyo
domingo, 19 de febrero de 2012
sábado, 18 de febrero de 2012
BAJO TU SOMBRA...
Mi ave demoníaca
¡posa tus garras
en mi agónico gemido!
Vuela sin fin...
exultante, en mi cuerpo.
Dibuja círculos,
sombras cautelosas.
Bajo tus alas de bestia
se ensombrece mi temor.
Tu mirada herida
mis ojos esculpen...
tu rugido sacudo
porque enfrío tu fuego
y la llama extingo.
Mi cuerpo es ballesta
clavada en tu vientre.
Mi carne... ceniza.
Ana María Arroyo
viernes, 17 de febrero de 2012
EN ESTE DELIRIO...
Voy a atrapar los silencios para gritarlos
en cada trueno...
ensordeciendo tu tormenta.
Voy a domarlos al antojo de mi fiebre
en mi sudor...
resbalando tus manos.
Voy a subirme a lomos del blanco.
En cada vértice...
cabalgando tu presencia.
Y si de ti tengo el resuello de un unicornio en sueños.
Y si de mí te llega el galopar del deseo infinito.
Y si entre ambos se engrandece la distancia venenosa...
no habrá nada que temer.
Porque nadie, nunca, entendería.
Porque sólo los unicornios escuchan.
Porque en este delirio estaré, bendita.
Para sanar con cada una de tus palabras.
Ana María Arroyo
jueves, 16 de febrero de 2012
DESHABITADA...
Miente el dolor que te separa de este cuerpo.
Libera tan sólo un leve resquicio de sabor
de besos, de piel a tientas
presagiando el olvido.
Remoloneando en tu pelo
la fantasmal sombra del recuerdo.
Secretamente reclinada en la oscuridad del ser.
Distingues el incontrolable tintineo del fuego,
el gozo, el calor desmesurado
se ramifica en cada extremidad del alma,
se apiada de la razón convertida
en silencio, en lujuria,
en la ceremoniosa curva de tus labios
cediendo al fantasmal susurro,
apresando latidos incrédulos.
Deshabitada.
Ana María Arroyo
miércoles, 15 de febrero de 2012
EN TUS SUEÑOS...
Surjo desde tu bruma para provocar
la niebla envolvente,
la fuerza despiadada
que todo lo puede.
Recorro cada palmo de tu frialdad dibujando sinuosos caminos de carne.
Decido el color
de tu deseo
con un millón
de pinceladas atrevidas.
Y desde el poder de saberte vencido te alimento con pasión.
Derramo cada gota de rocío en tus extremos ávidos.
Difumino tu invierno.
Y te obligo a estallar
en un sinfín de brillos
cegados de amor,
antes,
de volver a perderme en la noche.
Hasta el próximo sueño.
Ana María Arroyo
martes, 14 de febrero de 2012
PRESIENTE...
Vuela tu nombre en permanente tránsito
para manipular los propósitos de la luna.
Y argumentas desérticos paisajes
que aderezas con tu tinta audaz.
Mil bocas, mil templos... aletean
volátiles, en cada ruina de soledad.
Tanto cariño, tanto apego... colma
la imaginación del alma censurada.
Cruza los dedos, pide un deseo.
Ladea las curvas del corazón.
Cerca tu ser auténtico, deslízalo...
con la suavidad desconcertante
de la verdad (entre paréntesis).
Presiente.
Ana María Arroyo
lunes, 13 de febrero de 2012
TU SILENCIO...
En el silencio de la multitud
se esconden los murmullos
de tus ojos,
los secretos de tus labios,
tu tierna presencia.
De cada noche en ruinas
queda la suavidad de tu aroma,
el deseo,
la cálida sombra de tus manos,
el último beso dulce.
Si en mí estallase la tormenta.
Si en ti el olvido anidase.
Si sobre ambos,
sobre nuestros rincones,
en estos cuerpos heridos,
de tanta frialdad malditos...
se instalase el hielo eterno.
No más lágrimas.
Dedícame tu recuerdo,
para sentirte cerca
y no huyas
de la soledad que dejo.
Ámame en silencio.
Ana María Arroyo