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domingo, 3 de febrero de 2013

Que caiga el favorito





Que caiga el favorito
y pierda los partidos importantes
quien más dinero gasta
y el mundo no se mueva ni un milímetro
                                               
apago las noticias y te miro
y eres como encontrar supervivientes
varios días después del terremoto.

Ramiro Gairín

sábado, 2 de febrero de 2013

En la caricia a mares...





En la caricia a mares que al fin intercambiamos, tras un siglo de espera en viaje alucinado, palpita el sino de los viejos ciervos. Tan vieja tú como yo, tan bosque como fuimos. En el beso que rompe el aislamiento todo lo inevitable trepa por las gargantas y vuelve a ser paisaje. La verdad se humedece, concreta su apariencia. Y en la primera palabra que nace huelga el día sus pies, la suerte recogida. La suerte en la que quema la primera caricia.
                                                                 
         Cuando nos respiramos, en cada inhalación -un domingo de ramos atroz de madrugada, una siesta agitada bajo encinas de plástico, al pensar en huir de las obligaciones-, creamos y blandimos nuestro planeta único; nuestro desde sus átomos, nuestro hasta quedar sólo en pie la médula, su mármol y mañana, en cada exhalación.

Ramiro Gairín

viernes, 1 de febrero de 2013

PARA CUANDO DESPIERTEN



 

el olor de la lluvia los pantalones cortos
los primeros mordiscos en un chicle de fresa
cocinar en invierno los piropos las tapias
los pinares el rojo la oscuridad la niebla
los jueces que lloran la sal las casualidades
los pueblos pequeñitos la ternura la siesta
los días dobles la preparación de los viajes
sus pechos los pájaros los ríos las afueras
las ruinas blancas de ciudades majestuosas
las cuerdas las bañeras correr las horas muertas
los nombres de los niños el sol cuando agoniza
las alas de las libélulas las peluqueras
los remedios los besos las tijeras las fotos
los mapas de la Patagonia las bibliotecas
las puertas los pijamas los partidos las manos
la música en la calle escribir este poema
la universidad vacía el viento la esperanza
el cine la nieve las carreteras desiertas
los jueves las cosquillas las flores los flechazos
las ventanillas del tren las llamadas sorpresa
los restaurantes la luz el cristal los rincones
el sexo con chocolate las esponjas viejas
el periódico las sábanas recién lavadas
el mar el pan la risa la suerte la belleza


3 de septiembre de 2004. El ejército ruso asalta la Escuela Número Uno de Beslán, en Oesetia del Norte, para poner fin al secuestro de alumnos y padres por un comando terrorista checheno. Se producen 331 muertos, de ellos 186 son niños, en su mayoría tiroteados por la espalda cuando trataban de huir.



Ramiro Gairín

jueves, 31 de enero de 2013

Siesta





Te he dejado dormida
en el coche y me acerco hasta la orilla
con la mirada en llamas
de luz que de tus hombros
mana tironeada por los chopos

se oye el viento del agua
cuando abro la ventana y en la calle
hay hogueras y sube
un ruido de cacharros de cocina

que con el golpe sordo de los libros
de la guantera se confunde.


Ramiro Gairín

miércoles, 30 de enero de 2013

Guapa




 
A veces no nos queda más remedio
para mover las piernas que creer
que la vida se agarra a la belleza

a veces la belleza ordena todo
lo explica y nos permite ganar tiempo

a veces la belleza
resiste a los pijamas de hospital.

Ramiro Gairín

martes, 29 de enero de 2013

Y sin embargo somos los últimos de un clan





Y sin embargo somos los últimos de un clan. Guardianes de sus ritos.

         Utilizo el olor de tu cabello para cebar al tiempo. Huele tu pelo a nombre con enigma. Empapo en su perfume las sombras del domingo y el tiempo lo olisquea, afila sus diamantes y viene envuelto en polvo con afán de embestirnos. Derrama la semana laborable cegado por el vaho de la hierba en mis uñas, briznas recién cortadas que atascan la bañera.

         También cito a la piedra, también cito a la niebla, todo lo que no tiene que saber de nosotros. Embadurno mis manos en champú, en pez de tu desnudo. Acuden como ratas al canto de una flauta el cristal, los metales, las tormentas. Todo lo inerte danza en torno a ti. Todos los materiales te traspasan la piel, entran en combustión sin perturbarte.

         Estás creando vida. Cuando salgas del agua -cómo me gusta el ruido que haces al levantarte- se desparramará.


Ramiro Gairín

lunes, 28 de enero de 2013

A veces el invierno




A veces el invierno
vale la pena
por un tazón de caldo

una tarde afilada
por una frase hermosa
que meter en la cama

mi vida la daría
por parecerme
a quienes has perdido. 


Ramiro Gairín 


domingo, 27 de enero de 2013