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domingo, 9 de febrero de 2014

Amaneceres






Hoy he despertado curiosa

con las manos llenas

de necesidades exploratorias

vestida de deseo desbocado de una lengua

(la tuya)

enredando mi boca

invitándola a pecar entre tus piernas

a descubrir que comerte

es reafirmar que estoy viva

Yo quiero

acabarme contigo

¿Vienes?



Tania Evans

sábado, 8 de febrero de 2014

Indomable (I)





El alma se libera de vacíos cuando te acercas

No existió infancia

ni legado

Me fue negado el recorrido

y yo, que no suelo acatar órdenes

me salté mi norma

Hay tantos recuerdos

carentes de paisajes

que pensé

que tal vez vos

puedas encender una cerilla

en medio de la noche

Te propongo un trato a lo Benedetti

Déjame contar contigo

asirme a tu lomo indomable

sentir tu galopar sereno entre mis piernas

que el destino sea lo de menos

si tu boca me habla

si tu lengua me cuenta

que pasaba en las casas en mitad de la noche

qué llovía en ese océano de falsa calma

Dime que puedo contar con vos

para mostrarme la vida

que se me escapó de las manos

cuando mis pies me pusieron a salvo

Te espero latiendo, llena de hojas en blanco.



Tania Evans

viernes, 7 de febrero de 2014

Poderosamente vulnerable





Me descubro sonriendo de medio lado tras pensarte



Tú no lo sabes

pero yo si se

todo lo que ese pequeño gesto esconde



Cuando a mi órgano bomba le da por hacer horas extras

así, sin venir a cuento

inyectando fuerza y borrando el cansancio



Cuando la noche es un regalo que me acerca a tu cama

aunque sea solo a través de palabras que cierran el día

abriendo la posibilidad de ser uno mismo desnudo, por fin, de teorías



Cuando solo pienso en las ganas que tengo de sentir

el roce despistado de tus dedos mientras caminas



Cuando tengo que darle un segundo tras otro la razón a Einstein

porque los días que faltan para volver a verte,

se alargan desde que descubrí que tú, también, me miras

que en algún sueño nos pusimos de acuerdo

para despertarnos mutuamente

para sacudirnos por un tiempo indefinido o limitado, no importa

la soledad tan llena de gente murmurando

para llenarnos de gritos al cielo

para enredar las sábanas y devorar las ganas

para que me desvistas de sombras

y con tus besos

dulces

me cubras de luz.



Porque me siento poderosa cuando te hago temblar

al confesarte todo lo que te haría “si tú me dejaras”



Porque me siento vulnerable ante tu cariño que me desarma



Recógeme entre tus brazos

prometo aferrarme a tus piernas

cabalgar contigo

devolverte con intereses el oxígeno que te robe en cada beso

recuperar tu sonrisa

la de verdad

esa que duele cuando te la arrebatan



Pero sobre todo

prometo ser yo aunque te asustes

es bello sentirse frágil de vez en cuando

como me siento yo misma desde que sé

que tú

también me miras.



Tania Evans

jueves, 6 de febrero de 2014

Puntos suspensivos






Una tarde cualquiera de Skype como la de hoy

en la que te veo en movimiento después de tanto texto comprimido

esquivo la razón que me lleva a perderme en las esquinas

y hundiéndome en tu yo virtual que se sonroja

te miro de frente con todos mis sentidos



Hiervo literal e instantáneamente

y quiero comerme las palabras despacito de tu boca

abrir con mis caderas un paréntesis entre tus piernas

y quedar tan pegada a ti

que no puedas seguir creciendo sin invadirme



Alejo las voces que insisten en recordarme

que no somos punto y seguido

y acojo tu lengua entre mis labios

le doy la bienvenida a tu hogar por esta noche

en esta habitación que se desvanece

a medida que tu piel se abre camino



Puede que en realidad no seamos punto y aparte



A mí me basta por hoy

con ser solo unos cuantos

locos e inflamables

puntos suspensivos



Tania Evans


miércoles, 5 de febrero de 2014

Esta noche las sirenas aúllan algo más que urgencias





Te contemplo dormida sobre la cama deshecha,


cómplice necesaria en esta revolución callada


que estalló al devorarnos, víveres con hambre


Te miro


y el balanceo de tu dormir con sueños


convierte las pecas de tu espalda en una galaxia


de la que quiero investigar en profundidad


origen, contenido y forma de cada estrella.


Sonrío


un gesto que no repetiré cuando despiertes


para no creer que es posible lo imposible.


Porque los dos sabemos que no me pertenezco,


que toda noche muere en la mañana


y la verdad nunca nos hizo libres.


Me miras


respiro a lluvia reciente y tierra mojada,


me rindo a la locura que me muerde


y extiendo las alas para abarcar entera


esa galaxia roja y tuya, recién descubierta.


Pestañeo y te pierdo.


Ni siquiera ha sido un sueño.


Me la ha vuelto a jugar


esta imaginación ilegal por contrato


que te tengo.


 

Tania Evans

martes, 4 de febrero de 2014

Eres ventana cálida




Ella no lo sabía


pero hacía días


semanas


una eternidad


que necesitaba con urgencia una ventana.


Una ventana grande


de las que se parten pariendo amaneceres


atrayéndote con sus extremidades


a su regazo vacío tan lleno de posibilidades.


Una ventana del color de la lluvia,


mojada, astillada


experimentada


por qué no, una ventana descarada.


Una ventana que diera a un aire fresco


de esos que te limpian toda la basura acumulada en el alma


que barren recuerdos


que instalan nuevos sabores y olores bajo la piel y la almohada


Ella no lo sabía


hasta que se dio de bruces (por qué no, virtuales)


con otra ventana


una ventana que ya no entendía para quien parir amaneceres


Y cuando sus cristales se cruzaron


la lluvia arreció


una banda sonora emergió de un balcón que buceaba en youtube


y se mezcló con las gotas transformando en rojo y azul su color


Y reflejo con reflejo


sus hojas se abrieron de golpe


sin miedo a romperse en mil pedazos


Y compartieron su olor a tierra mojada


ese olor que despierta las ganas de correr,


de saltar en los charcos con los pies descalzos.


Y desearon de repente ser invierno y ser humanos


sin herrajes sino brazos


y con toda esa piel nueva


sin ninguna prisa y todo el tiempo


amanecerse cada día bajo la piel de la cama diluviando.





Tania Evans


lunes, 3 de febrero de 2014

Días licuados




Hay días blandos en los que el sexo se antoja como un paseo escarpado

Da como pereza porque lo que deseas es nutrirte de abrazos asexuados o mejor dicho, asexuales, pegarte, fundirte, sintiendo cosquillas en la nariz con el vello de su pecho

Hoy es uno de esos días ya no blando, sino licuado, en los que llegas a casa derramándote, con los brazos arrastrando… y pienso donde estará esa piel que siempre hierve haciéndome infusión moruna cuando me acerco, cuando le rodeo desde atrás con mis brazos.

Y te encuentro donde siempre, vertiéndote sobre las hojas en blanco… desnudo de toda noción de mi presencia. Te observo sintiendo en mi memoria tu abrazo fuerte, amplio, esas manos extensas que me abarcan desde abajo y me elevan como si fuera ligera, etérea. Esa ingravidez me muerde por dentro buscando la salida entre mis piernas, porque al olerla, al anticiparla, soy yo la que se vierte sobre la alfombra, blanca.

Pero no, me digo, si yo hoy no busco eso, no quiero sexo, quiero abrazos de cucharita, abrazos ropero donde meterme y quedarme quieta, muy quieta, respirándote. Pero es inevitable que al pegarte a mí, sienta todo tu cariño, todo tu amor, erguirse buscando-me olfateando-me entre las piernas, entre las nalgas si me doy la vuelta, subiendo por mi espalda, por mi cuello, buscando mi garganta. Indaga, quiere saber, como se presenta la noche… quiere ser usado ya que lo despertaron. Y se hincha del propio enfado cuando ve que tu abrazo es dulce, es de amante amando…Y me rio de mi misma, porque siempre olvido que licuada, desarmada en la batalla del día y vencida, alborotada, con sueño o con hambre no puedo dejar de rehacerme las veces que hagan falta como la mala de terminator, y querer trepar por tus piernas, morderte la boca, los labios la lengua. Dejarme caer y ensartar ahogando con mi sexo los lamentos del hinchado, rosado y gran ofendido cuando creía que se iría a la cama sin cenarme. Y exigirte, suplicarte, que te muevas, que entres y no salgas, y aprietes hasta que no quede nada de ti por darme. Aunque siempre me engañas y también siempre, hay algo más que regalarme. Entonces si, tras rehacerme para volverme a romper de espasmos encima tuyo, me integro en tu piel como una célula más y cierro los ojos, deseando que a mitad de noche, despiertes a hervirme de nuevo la sangre




Tania Evans

domingo, 2 de febrero de 2014