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domingo, 17 de enero de 2010
REPERCUTIR
Yo no quiero escribir.
Vivir, sólo vivir.
Vivir para morir.
Escribo a mi pesar.
La poesía debe repercutir.
Escribo para los demás.
Ángel Guinda
sábado, 16 de enero de 2010
RAP. POÉTICA
Dejemos de mirarnos el ombligo.
Se acabó predicar. A sembrar trigo.
No queremos ya más poetas divos.
Exigimos poetas subversivos.
Poetas como alas,
poetas incisivos,
poetas combativos,
poetas decisivos.
Pero tú qué te crees que es la vida.
Una trampa, una fiera malherida.
No queremos poemas teoremas.
Poemas solución a los problemas.
Testículos y ovarios
cuajando, solidarios,
poemas necesarios
y revolucionarios.
Bien. Dejémonos ya de zarandajas.
Recojamos los dados y barajas.
No escribamos impunemente a tientas.
Escribamos poemas herramientas.
Poemas como balas,
poemas nutritivos,
poemas revulsivos,
poemas explosivos.
Ángel Guinda
viernes, 15 de enero de 2010
TOMA DE CONCIENCIA
¿Esto es la vida o es la muerte? Dudo.
Si voy a disparar me vuelvo manco.
Arranco a destruir pero me atranco.
Me acuso de pasar por el embudo.
Respiro realidad: me ahogo, estornudo.
Se despeña mi fe por un barranco.
Si voy a condenar me quedo en blanco.
Me hacen tragar indiferencia en crudo.
Si permanezco así, de mí perezco.
Que mi conciencia no sea otro establo.
Blasfemo sangre cuando escribo y hablo
contra os mandamases que remiendan
la mierda que mastico. Ya, comprendan:
crezco más cuanto menos obedezco.
Ángel Guinda
jueves, 14 de enero de 2010
Soy un claro interior, el porvenir
de una puerta que siempre está atrancada,
la trampa de vivir y ver morir.
Contra la destrucción de la conciencia
bramo, reviento, clavo en Dios los codos.
Soy un zarpazo roto de paciencia.
Una luz que, arañando los escombros,
borra la niebla y sigue hacia delante.
Un hombre con la sombra hasta los hombros.
Como hambre y bebo sed con todos
los condenados a escarbar la nada.
Esto no es un poema, es un desplante.
Profundamente grito un no rotundo.
Yo no quiero vivir en este mundo.
Ángel Guinda
miércoles, 13 de enero de 2010
MORIR
Morir es no volver a estar
a la misma hora
en los mismos lugares,
con las mismas personas.
No aparecer, cada mañana,
como esa gran luz nueva
disuelta entre las cosas;
dejar interrumpidos los trabajos,
los viajes en punto muerto.
Ajenos a los mares y a los astros.
Morir es estar quietos, sordos,
ciegos, mudos, desaparecidos,
desconectados de todos y de todo,
de nosotros también;
no regresar a casa nunca más.
No emitir ya señales, recibirlas tampoco.
Morir es no volver.
Ángel Guinda
martes, 12 de enero de 2010
FACHADAS
Qué poca y engañosa cosa somos:
una hoguera de agua en las tinieblas;
el árbol del afán, de hoja caduca.
Ángel Guinda
lunes, 11 de enero de 2010
ARQUITEXTURA
Escribo contra la realidad,
no sobre ella.
La poesía es una rebelión.
El poema soy yo fuera de mí,
el mundo que me invade
haciéndome estallar.
Ángel Guinda
domingo, 10 de enero de 2010
martes, 17 de marzo de 2009
Dos poemas de Ángel Guinda
NO
Soy un claro interior, el porvenir
de una puerta que siempre está atrancada.
La trampa de vivir y ver morir.
Contra la destrucción de la conciencia
bramo, reviento, clavo en Dios los codos.
Soy un zarpazo roto de paciencia.
Una luz que, arañando los escombros,
borra la niebla y sigue hacia adelante.
Un hombre con la sombra hasta los hombros.
Como hambre y bebo sed con todos
los condenados a escarbar la nada.
Esto no es un poema, es un desplante.
Profundamente grito un no rotundo.
Yo no quiero vivir en este mundo.
CAJAS
Lo diría una indígena y tendría razón.
“Ustedes tienen la vida organizada en cajas.
Nacen y les dejan en una cajita,
su casa es una caja, y las habitaciones
son cajas más pequeñas.
Suben a la casa en una caja,
bajan a la calle en una caja.
Viajan en una caja.
Duermen y hacen el amor sobre una caja.
A través de una caja ven el mundo.
Cambian de casa: lo meten todo en cajas.
Y cuando mueren
les introducen también en una caja.
Los Bancos y las Cajas tienen caja,
los establecimientos tienen y hacen caja.
Todo está hecho para que encajemos.
Nos encajan la vida.
Algunos no encajamos, y nos desencajamos.
Ángel Guinda
domingo, 22 de abril de 2007
De Ángel Guinda
NO
Soy un claro interior, el porvenir
de una puerta que siempre está atrancada.
La trampa de vivir y ver morir.
Contra la destrucción de la conciencia
bramo, reviento, clavo en Dios los codos.
Soy un zarpazo roto de paciencia.
Una luz que, arañando los escombros,
borra la niebla y sigue hacia adelante.
Un hombre con la sombra hasta los hombros.
Como hambre y bebo sed con todos
los condenados a escarbar la nada.
Esto no es un poema, es un desplante.
Profundamente grito un no rotundo.
Yo no quiero vivir en este mundo.
NO
Soy un claro interior, el porvenir
de una puerta que siempre está atrancada.
La trampa de vivir y ver morir.
Contra la destrucción de la conciencia
bramo, reviento, clavo en Dios los codos.
Soy un zarpazo roto de paciencia.
Una luz que, arañando los escombros,
borra la niebla y sigue hacia adelante.
Un hombre con la sombra hasta los hombros.
Como hambre y bebo sed con todos
los condenados a escarbar la nada.
Esto no es un poema, es un desplante.
Profundamente grito un no rotundo.
Yo no quiero vivir en este mundo.
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