miércoles, 31 de mayo de 2017

EDUCACIÓN CRISTIANA Y MILITAR (bosque)




La poética de convertirlo todo en una dedicatoria

y encontrar las razones más nobles para justificar

un nombre en sus últimas páginas. O encontrar



la nobleza en el mismo nombre, deletrearlo

como un hechizo y encontrar su razón en que

simplemente exista. Como si fuera un broche



de oro, leerlo allí donde le dé pleno sentido

a un conjunto de otra forma informe. La

necesaria unión de las palabras y las cosas



como en una especie de lenguaje originario

antes mucho antes de la caída. Por eso,

Dami, tu inclusión en el final es el



principio, eco sin más de versos más

nobles –lo reconozco– como si se tratara

de una metáfora digna de otros poemas



pero no de mejores causas. El que hayas

leído con esa confianza ciega que uno

le tiene a los realistas del siglo antepasado



y le hayas doblado la mano a esos camioneros

de cuello y corbata que no podían comprender

tu acento porque no querían comprender tu



acento y el que duermas semidesnuda

para recordar el calor del que provienes

y anotar en la lista del haber las visitas



a tus parientes en la veintisiete calle

donde se hace salud con un humor

además de negro, involuntario



en nombre de aquellos que están

ausentes de la mesa pero cuya foto

sin embargo la preside: por haber



visto cabalgar sobre sus tanques

a aquellos que hoy en día

cabalgan sobre silla de ruedas.



Nos emperifollamos con orgullo

de overol en lugar de anteponer

el disfraz al uniforme. Volantes



de quite y sacrificio, la suma

de los árboles no alcanza para

que le digan: bosque. En el



patio del colegio de los curas

(la única razón por la cual no

podemos dedicarles este libro)



ninguno de ellos tenía un nombre

como el tuyo: bíblico, cubano, y real.

Deja que sean las abejas las que traigan



la miel hasta tu boca. El hombre que cubre

sus manos y su cara no es capaz de confiar

en ellas y escribe sobre la pantalla de su computador

con tinta y pluma de ganso.




Cristián Gómez




martes, 30 de mayo de 2017

ALFABETO PARA NADIE





La insoportable avaricia estival de los insectos

ha contagiado a mi mujer. Suele pasearse por la pieza

exhibiendo con desdén un portaligas, relamiéndose



en la erección de sus pezones. Apenas si puedo estudiar.

Las niñas juegan arriba, en el comedor, donde la abuela

las reprende porque no la dejan escuchar su teleserie.



Los pájaros siguen con su habitual estruendo dentro de

la jaula y el calor le sirve de excusa a Damaris para quitarse

además las medias como última prenda. Cierro un libro



que habla sobre la peste negra que asolara Europa durante

el medioevo, en el cual se detallan algunos de los tratamientos

a que eran sometidos los pacientes, en cuanto se les detectaba la



enfermedad: aislamiento, amputaciones, sangramientos que

solían llevarlos a la muerte de manera mucho más rápida e

involuntaria. Aquellos que lograban sobrevivir durante más



de una semana, solían ser abandonados a su propia suerte en

medio del campo, con la absoluta prohibición de acercarse a las

ciudades. Se les veía vagar como encarnaciones de la muerte,



pidiendo cualquier cosa para comer, los ojos salidos de sus córneas

producto de la fiebre y la desnutrición, acosados asimismo por el

verano, insaciable como la avaricia de los insectos

que pululan entre las llagas de sus heridas.



Cristián Gómez




lunes, 29 de mayo de 2017

ÚNICA FE (My only faith's in the broken bones and bruises I display)



Lo único que le pediría a los encargados de los departamentos de

español es que de una vez por todas comenzaran a enseñarnos

español. No creo en la inmersión, no creo lo del communicative



approach, perdónenme: pero tampoco le creo a ninguno de

ustedes (cada vez que dicen la tema de hoy en una clase

de estudiantes de post-grado, cada vez que me preguntan



¿cómo está tu marida? y ganan esos mismos ochenta

mil dólares con que podría financiar las visitas al

médico de mi hija. No tengo nada en contra de



ustedes, pero de una vez por todas déjense de confundir

literatura con buenas intenciones, no hay nada más

insoportable que la mentira consuetudinaria de



elevar la visión de los vencidos a la categoría de un

clásico que les asegurará un par de becas y muchas

pasantías en esos lugares de los que tanto han



aprendido, salvo su lengua: han visitado tantas veces

el mismo Santiago que me vio morir, pero literalmente

no se han bañado nunca en el mismo río que nosotros:



al menos dejen de cobrarnos los impuestos que antes

nos cobraron con la figura ominosa de una tradición

a la que tampoco pertenecimos ni me interesa: esos



listados infinitos son la guía telefónica de la exclusión,

la evidencia de que no les interesa ni en lo más mínimo

la poesía dolorosa de los adolescentes si no viene con el



respaldo de la familia, esas casas patronales de las que

el patrón todavía no ha salido, acuérdense por un momento

antes de subirse en el avión que los llevará a la próxima



conferencia de esa hambre por saber cuáles eran las

verdaderas influencias de neruda, cuál (de todos los

vanguardistas parisinos había sido verdaderamente



amigo de huidobro. Por eso olvídense de las justificaciones

que llevan al pie del cañón y/o debajo de la manga para

sacar de las listas de lectura obligatoria a virgilio



piñera pero incluir por obligación a borges, no vuelvan

a preguntarnos con desdén de dónde salió bolaño ni

qué ha escrito el junot díaz ese porque de borges



(ni más ni menos) es de donde provienen bolaño y

tantísimos otros, no vuelvan a dejarse llevar por

esas ridículas cartas de recomendación que han sido

escritas en la misma serie de producción que el ford T

y las zapatillas de michael jordan, no sigan menospreciando



las publicaciones hechas en revistas marginales de

latinoamérica ni la tristeza de ese peer reviewed system

que sólo puede convencerlos a ustedes, los estudios



culturales están tan caídos en desgracia como la agenda

que los justifica, la paz seguirá dominada por santa cruz

mientras los mismos bolivianos no decidan lo contrario



aun cuando vuestras clases sobre alcides arguedas sean

profundamente intrascendentes, al igual que los amantes

de sendero refocilándose en la lectura de arguedas, que no



tenía mucho que ver ni con sendero ni con ustedes, borges

era asquerosamente clasista pero no por eso deberíamos

dejar de leerlo, sino aprender por sobre todo a releerlo



hasta el cansancio y recordarlos a ustedes con cariño

pensando en la manera en que han envejecido tanto

ustedes como su hippismo trasnochado, su acomodo



resiliente desde esa academia con la cual no pudieron

cambiar ni el mundo ni la academia, pero tal vez nosotros

puesta la fe en nuestros huesos quebrados, en nuestros moretones



tengamos que cruzar el río cuando las cartas nuevamente

estén echadas y el final ya se conozca y aunque todos nos

digan que ya no queda nada por hacer juntemos las manos

para rezar: pidiendo gallardía en el combate.




Cristián Gómez




domingo, 28 de mayo de 2017

Semana dedicada a Cristián Gómez

















Ahora ya lo sé





Arrancadme la rosa del pelo

quitadme la luz del recuerdo

apagadla que ya sé

que no es astro

arrancadla que ya sé

que marchita

apagadla que quiero aprender a ver

la verdad sin artificio



Sandra Lario




sábado, 27 de mayo de 2017

Aprehender la luz





la jaula se ha vuelto pájaro

qué haré con el miedo

Alejandra Pizarnik



Doy un paso

cruzo la puerta del cuarto sin ventanas

necesito aprehender la luz también aquí

he de mirar a los ojos

a los fantasmas sin rostro



Depender es el error que disfrazamos

para tratar de ser libres



Doy un paso

he de observar los muros

hasta que dejen de ser



La única celda es la imagen fabricada

somos expandibles

ilimitables

la jaula se ha de volver pájaro



Sandra Lario



viernes, 26 de mayo de 2017

Inmanencia







La luz es

al fin y al cabo

una invención

moldeamos clavos

a los que aferrar nuestro vaivén

justificamos el caos

como si el orden fuera natural

o transitable

caminar en la noche

eso es justo lo que hacemos

caminar sin descanso

olvidando que la puesta

y la salida del Sol

ya son hechos inmanentes

a la Tierra y su habitante



Sandra Lario




jueves, 25 de mayo de 2017

Contraluz





[…] porque el frío
sólo es la ausencia
de calor

Ángel Andués




Se recorta en la ventana

la silueta de los árboles desnudos

de los cuerpos en espera

de las sombras de nadie

ha despertado el viento

sobre los tejados

emulando el camino de los pájaros

ha horadado el invierno

agujeros de niebla

en la piel de los hombres



Hacemos del frío culpable

y es sólo circunstancia



Aprenderemos a lidiar con la penumbra

hasta hacer de nuestros ojos

animales nocturnos



aprenderemos que el fulgor

no es circundante

sino circunscrito



Sandra Lario




miércoles, 24 de mayo de 2017

Pájaros brillantes



En la honda grieta

que socava el miedo

suelto pájaros brillantes

destellos fugaces en vuelo

atravesando la niebla

el espesor de la duda

el devenir de lo ajeno

la clarividencia en la penumbra

de ventanas opacas y puertas cerradas



En la abrupta grieta

que socava el miedo

pájaros brillantes

como antorchas en la noche

como fuegos de artificio de emergencia

lanzados al cielo de una isla desierta



Las manos se llenan de arena

que resbala como el tiempo

los párpados abiertos

como estoicas palmeras

firmes contra el viento



Y la isla es a mí

al mismo tiempo

inmanente y ajena



Sandra Lario



martes, 23 de mayo de 2017

Caminar por la cicatriz




Transcurre a veces el recuerdo

en rápidos fotogramas

como audaces e intrépidos lobos

cruzando la estepa del pensamiento



la vida que ahora fluye

bajo mis pies de barro

moldeados por cada mano

que ha hecho mella en mi piel

sedimenta los latidos inconclusos

en un vasto lodazal



La cicatriz es un fenómeno tan lento

como la extinción de una especie



Caminar no es solamente

dar un paso tras del otro



Sandra Lario




lunes, 22 de mayo de 2017

La flor permanece




Me mece y se apaga
estrellando sus posibilidades
cristalinas en anillos de pureza
y discordia resentida

J.C. González




Me abrazo a la sombra alargada

de la flor que un día

brotó en nuestras manos

observo su opaca presencia

con los ojos repletos

de barcos sin puerto

me aferro a los días de estío

mientras el temblor reactiva el miedo

ese engendro sin rostro

que va borrando el tuyo

hasta el desasosiego



Sandra Lario




domingo, 21 de mayo de 2017

Semana dedicada a Sandra Lario





















COMO UNA TERMITA DESNUTRIDA




Esa pinza que tanto se me va

se ha posado sobre tu tendedero

y entre esa ropa tan húmeda

como mi fantasía cuando suda contigo,

te ha dejado mi secreto pendiente:

quiero vivir a todo trapo

y acabar los días sin ninguno,

mordiéndote con la avidez

de una termita desnutrida

a las puertas de tu armario.




Amaia Barrena García




sábado, 20 de mayo de 2017

LUJURIA EN MINIATURA





Por ser la señorita de tu compañía

he prostituido mi fuerza de voluntad,

y he terminado pagando a escote

el precio de tus estudiadas invitaciones.

Me he provisto de tangas de hilo,

hasta me he calzado tacones de aguja,

dispuesta ser el parche

a medida de todos tus descosidos.



Como si mi soledad no necesitase de tiritas,

como si yo misma no fuera

un verso siempre en coma,

algo que llevarte a la boca y punto.

Una desesperación en carne viva

a la que hincarle el diente sin preocuparte

si después del último beso aún respira.



Como si no rogaran eutanasia mis suspiros

cuando entre arrebatos me los extirpas,

como si no me atragantara a diario

con una pasión que se me va por mal sitio.

Como si no llevase el corazón con un imperdible

por miedo a que lo arranques

de esta cazadora cansada de saberse siempre a tiro.



No puedo seguir bebiendo los vientos por ti.

Renuncio a tus copas de molino,

que este amor que creí gigante

era sólo lujuria en miniatura

que dejar atrás en algún lugar de la cama

de cuyo amante no quiero acordarme.



Amaia Barrena García




viernes, 19 de mayo de 2017

DONDE LLUEVEN OLAS





Me has visto con una falda como tu alfombra

y con otras más cortas que tus servilletas,

bebiéndome el bar y comiendo algas,

con el corazón de airbag saltando

cuando me chocas los cinco sentidos.



Te he visto ponerle pegamento al mar

allí donde rompen las olas,

pedirle un poco de sal como aliño

para mis rizos color vinagre balsámico,

pelearte por mí con un paraguas roto

sin saber que eras tú la lluvia.



Quizá, después de todo, sea hora

de reloj sin pilas reconocer

que aunque sea una chica

más de dragones que de príncipes ,

empieza a gustarme que me dejes los dedos

manchados de azul al volver a casa.




Amaia Barrena García




jueves, 18 de mayo de 2017

FUERA DEL TIESTO



Si alguien pregunta por ti sólo me sale decir gracias.

ESCANDAR ALGEET


Colón y Marco Polo eran sólo aficionados

en aquello de descubrir nuevos mundos

al lado de su facilidad para abrir puertas.

Alguien que se preocupa porque comas

es alguien que te quiere

y con él nunca paso hambre.

Me regaló el mar en una bienvenida

y el valor para surfear imposibles.

Descorchó mis volcanes

e hizo de su lava cafeína.

Tiró mis miedos al cubo de rubik

y me enseñó a dar la cara

en todos sus colores.

Me escribió varios felpudos,

me hizo sentir en casa.



Cómo no voy a quererle

si un día me dijo

“nos vemos en los bares”

y el futuro me dio barra libre.

Cómo no voy a quererle

si ha enseñado a los sueños

que dejé plantados

a hacer la fotosíntesis,

a vivir con los pies

fuera del tiesto.



Para Julián,

por todo eso que no es poesía.



Amaia Barrena García




miércoles, 17 de mayo de 2017

UN INCOMPRENDIDO ERIZO EN SUBASTA





Poeta en alquiler se anuncia por palabras.

Busca una inspiración inconformista

que nunca tenga suficiente literatura.

Cierto es que ha pasado por segundas manos,

o que tal vez le urja olvidar unas terceras,

pero está dispuesta a reinventar su cuerpo,

a aplaudir con los pies una buena película,

a hablar por los codos cualquier tarde,

a comer por los ojos hasta que engorden.

Puede también, hacer una boca agua

o ser una tormenta a secas,

puede ser ese peso

que no quieras quitarte de encima,

o encarnar esa ropa

que a lo mejor no lleva debajo.



Ofrece un tratamiento sugerente de acupuntura

con largas sesiones de vinos de aguja,

un pecho pequeño, apenas un estudio,

en el que vivir e investigar a altas horas

la forma de ordeñar sus dientes de leche

en las artesanales fábricas de un mordisco.

Reconoce que bebe tanto como besa,

que araña menos de lo que maúlla,

que a menudo se siente un incomprendido erizo

preguntándose por qué nadie le abraza.



Los interesados en desentrañar las imperfecciones

de esta escritora con el verso en subasta,

acérquense por favor a la biblioteca

de los libros que aún no ha escrito,

y sólo si poseen barba o imaginación

háganle una absurda propuesta aprovechando

que hoy es treinta y uno de febrero

y ella está esperando lo imposible.




Amaia Barrena García




martes, 16 de mayo de 2017

GEOMETRÍA DE UNA DAMA EN APUROS





Ahora que mi soledad es una bicicleta estática

con la que sé que podría llegar

tan lejos como me proponga,

se han terminado los viajes a la ferretería

en busca de clavos que nunca sacaron otros.



Ahora que comprendo mi geometría imperfecta

puedo ser yo misma al cuadrado, al cubo

y al margen de con quién me despierte.



Ahora que sé que la poesía es el alicate

que abre de piernas a la vida,

que sólo si de verdad te quieres

te permitirá verle las bragas,

no necesito nadie que me señale

lo guapa que estoy sin las mías.



Ahora que sé que no hay mayor peligro

que crecer esperando que te rescaten,

no me preocupa ser una dama

sumida en permanentes apuros.



Amaia Barrena García




lunes, 15 de mayo de 2017

FANTASÍA TEXTUAL EN VERSO





Se agarraron y cruzaron en rojo la noche.

Se besaron y quedaron daltónicos los semáforos.



Se dejaron la piel

siendo objetos perdidos

el uno en las manos del otro

y ni siquiera la echaron en falta

hasta que por desgracia se vistieron.



Se ladraron y mordieron.

Se desearon y concedieron.

Se lamieron las líneas rectas,

se miraron a los ojos en las curvas.

Se mojaron y calaron las intenciones.

Se enfrentaron hasta empatar

y mancharon con arañazos las sabanas

de un hotel al que no volverían.



¿Y qué si eran una mala idea?

Hay resacas que bien valen una copa.



Amaia Barrena García




domingo, 14 de mayo de 2017

Semana dedicada a Amaia Barrena García

















SABE LA NOCHE VI





Si tú supieras el perfume que destila este vacío, si comprendieras la materia de esta nada

que me envuelve, si tuvieras estas ganas rojas que yo tengo de mirar al mar

tan ampliamente, si precipitaras tus pasos, si recorrieras conmigo el Valle de la luna,

si transitaras a ciegas esta bruma que libera,



de ser tú, simiente de mis versos, pulsando sobre la sombra de los ecos que reverberan



ya no quedaría un mundo por hacer.



Olvidarías el dolor de las manos quemadas por la vergüenza de la cal. Las horas

de tu tiempo se asomarían eternas, consteladas, como esta noche que ha nacido

para registrar el pulso del viento.



La noche se ocupa de despertar memorias no nacidas, flotan en el limbo del inocente,

enseña a bailar contra el abismo, riega la espalda de lavanda, afloja el dolor, unge los pies,

envía un tumulto de flores que se precipitan donde yaces,



derrama versos sobre tu cabeza y te ama:

como mis ojos a tu mirada, mis piernas a tus pasos, como quererte y quemar el lecho.



¡Noche mía! Tú que sabes guardar secretos viejos, lavas la culpa que aprisiona,

perdonas los errores, olvidas las afrentas, acabas por comprender la muerte en vida

de los sueños, recuerdas que los pasos que se quiebran en el templo del azar

pueden volverse niebla y clarear en la mañana.



Nuestra noche ama a los cuerpos que transpiran, escucha gruñidos de amantes

y risas entre olas de espigas que extienden mares eternos.



La noche que nos ama discurre entre las sábanas que se hacen amplias

como ese mar de Salvador de Bahía.



Teresa Ramos Rabasa




sábado, 13 de mayo de 2017

SABE LA NOCHE I




“Yo he aprendido en la noche el silencio de

ser. El silencio de no ser no se aprende.

Pero los dos se nombran en la noche”.

Roberto Juarroz



Es difícil navegar por mundos posibles que no van a misa en domingo,

cuando las puertas de la casa no se cierran en la noche

y los limones de las horas muertas me han llevado a cruzar la frontera

y quisiera amamantar a los hijos que no tengo.



Cuando sé que te ríes de toda sombra y te alumbras de un deseo que te abrasa en mi

ausencia, vivo como extranjera, emigrada de tu piel y avanzo entre horas que se mueren

de hambre.



Si a pesar de todo, las tardes avanzan igual y las noches caen sobre mí como vino añejo

que celebra en mis caderas toda vida.

Confieso que me posee indiscreto un baile que nunca para y que danza tan solo

con los ácaros y mi sombra, en este universo cobarde de todo viento olvidado.



Cuando sé que sabes que soy tuya y que tengo sin quererlo vocación de mariposa,

y así con este cuerpo, sigo por seguir danzando, pongo la música

y pongo en mis labios las fresas.



Danzo hasta caer rendida, entre mares de ácaros ocupas que campean por la estancia.

Ellos me han visto ruborizarme al recordar, me han visto sentirme hermosa,

hacerme agua entre tus manos, sobrevenir a tanta ausencia de pétalos.

Ellos me miran de frente y yo, que jamás los veo,

ingenua y esperanzada, ante ellos sigo mostrándome.



Teresa Ramos Rabasa




viernes, 12 de mayo de 2017

GIRÁNDULA VIII




Quedan diez minutos para coger el autobús,

diez minutos para llegar a tu casa,

abalanzarme sobre ti,

para una lluvia de estrellas,

para que se estrelle un meteorito,

firmar un convenio,

para un disparo,

para la boda,

firmar el divorcio,

diez minutos

para subir al escenario,

para comprar, estrenar,

dejar de estar sola,

diez minutos para morir,

acabar una tesis,

empezar un prólogo,

para que nazca un niño,

escribir un poema,

para la migración de la mariposa,

completar la hora de tu sueño,

seguir respirando,

sentir el sol irisar esta noche.

Para subirme a un árbol,

diez minutos para saltar.



Teresa Ramos Rabasa



jueves, 11 de mayo de 2017

GIRÁNDULA VII





Tiempo de uvas que nace inesperado,

diccionario de razones que sienta cátedra sin pies,

catedral sin santos repleta de peregrinos ateos.



Alud de panteras que llega a la bahía, una peluquería

que solo peina maniquíes de plástico.

Un aula de enseñanza primaria repleta de niños autistas,

unos padres ausentes, un anciano que hoy pretende partir.



Muertos en accidentes en la carretera cada fin de semana

y una madre que no asiste al funeral porque se desvanece.

La región ardiendo y los hinchas encerrados en el salón,

cerradas las ventanas para que no llegue el olor a quemado,

para no sentir peligro, para no sentir.



No soy el ruido, aunque él me habita con la música interna

de mis vísceras, su maquinaria y el bombeo del órgano rojo

que me pulsa.



No soy el ritmo de un poema aunque me arranque del asiento

con sus sílabas en danza, no soy joven ni vieja, no soy tierra

y vivo en una casa de cartón.



No soy el ojo de dios, ni el vórtice de un huracán.

No soy tuya, ni siquiera de mi padre y de mi madre,

no soy tu hermana, ni tu mujer, tampoco soy tu musa.



No soy rubia, rusa, rabiosa, rimbombante, radiante, nórdica,

novia, nadie, nubia, no soy neandertal.

No soy tú, no soy yo, ni estúpida, ni ignorante, ni crisálida, ni razón.



No soy lo que buscas, ni quien lo busca, ni pensamiento, ni cuerpo.

Ni los pechos inasibles, el meteorito, el abismo, el hábito o el monje.

No soy el amor, la serpiente, la salvación, la savia.

Ni lo bueno o lo malo, la belleza o la fealdad.



Soy un oído que escucha sigiloso el sonido de tus pasos.

Soy materia que corre hacia un abismo de luz.

Acaso solo sea un poco de agua.



Teresa Ramos Rabasa



miércoles, 10 de mayo de 2017

GIRÁNDULA III






Me abrigo de tu invierno

hoy desmembrada de ti.

Me convertías insolente

en personaje de novela,

ocultabas a los otros que fui ayer

de manera inesperada y frágil

la nueva trama de tu vida.

Secreto para ti mismo.



Nieva sobre tu guion.

Miro a la nieve tras mi ventana

que sólo sabe caer e inundar

suave y húmeda, bella y fría.




Teresa Ramos Rabasa




martes, 9 de mayo de 2017

La memoria de las flores II





“Bajo el cristal las flores olvidan

que la luz del sol existe,

y cómo temblaban bajo el rocío”

K. Kavafis



La memoria busca ser borrada para ahuyentar el dolor de los cachorros

alejados de las calles y sus risas. Pequeños que expulsaron al frío

más helado del exilio, adolescentes que empuñaron fusiles,

niñas que supieron cantar y amar hasta morir.



¡GENTES!



Escucho un sonido

de mandíbulas que baten;

son niños que se mueren de frío en primavera.



Saben que la escuela es paraíso de otros niños.



Existen niños que llevan balas en la boca,

emiten vocablos que hieren.



Tan desatendidos:

los de matar, los de acabar muriendo.



Teresa Ramos Rabasa




lunes, 8 de mayo de 2017

La memoria de las flores I





“Aquel de los muertos

al que le permitas acercarse a la sangre

ése te dirá algo veraz”.

Homero





La memoria tiene lagunas, olvida caras, nombres

y algunos rostros de la infancia y su óxido.



Es de limbo uterino y azul de agua.



Tu memoria es desconocida para mí y las venas

que le irrigan.



Es un continente y sus lluvias. Habita en lugares

secretamente insidiosos, inconfesables. A veces le sale el sol

de media noche y regala flores al futuro.



La memoria también guarda olores, campos de heno y lluvia,

los veranos y sus frutas. El olvido de la calle del orfanato

y la luz del afán desesperado que se mece en el agua.



La memoria nos pertenece y grita el espanto del vacío,

se hace manantial en la tarde seca y de sueños de hambre,

llena las manos rotas en las cimas con sus flores.



La memoria clarea los caminos de pueblos sucios de traición,

recupera los huesos del tiempo por venir y sus argumentos.

La memoria no es roja, ni es azul, solea estirpes y libera.



Teresa Ramos Rabasa



domingo, 7 de mayo de 2017

Semana dedicada a Teresa Ramos Rabasa


















MALALA




Como un desafío

ante las leyes del viejo cascarón

Malala escribe su nombre

y la brújula temblequea en sus agujas

como un murciélago.


En el estanque de los equívocos

otras ovejas cumplen la norma

y descansan en su blanca luz.

El sacrificio se perpetúa.


Sobre el fondo oscuro de una pizarra

escribo mi nombre


M A L A L A


No me someteré a la dictadura de la efigie.


Crujir

o besar el tránsito del aire

bailar en destinos que desconozco.


Malala escribe su nombre.


¿Hacia dónde el impulso

en el manglar de las orugas?



Isabel Hualde





sábado, 6 de mayo de 2017

SILENCIO… SE RUEDA




Quién deseaba saber

si esa escultura perfecta

sobre la que descansaba el sol

era ella disfrazada de diosa de verano

o actriz secundaria

a punto de arrodillarse

para conseguir el papel principal

en la historia de su vida.



Silencio… se rueda.

Que nadie presione sus puntos débiles

que nadie dispare o descargue el flash

sobre las cicatrices

que nadie abra o cierre sus piernas

a la melancolía

mantendremos su carne fresca

hasta el próximo otoño.



Quién desea saber

si es propensa al suicidio o asesinato

si tiene sed o sueño

algún resquicio de orgullo

bajo su flamante jersey azul de cachemir.



Eso es dejémosla respirar

hasta que esa luna de nácar blanco…

oh el pecho ha estallado demasiado pronto

ensuciando la escena

mirad como se desangra y fluye.



Atención cámara.

Silencio… se rueda.




Isabel Hualde



viernes, 5 de mayo de 2017

LA VIDA SE ESCRIBE SOLA



No trates de hacerte la poeta

la vida se escribe sola

mientras vuelan los años

en abanicos de bambú

o brillos metalizados en arrozales.



La vida gruñe.



Y qué le vas a hacer.

Inevitablemente repasas

la biografía rota de los que amaste

archipiélagos

que acentúan

un exceso de noviembre en la nostalgia

cuelgas crespones sobre poemas

que ya no te sirven

porque un payaso tonto

se empeña en hacerte reír

despierta gorriones

en el origen de todos los pecados

y te aferras al calor del instante

como si ese fuera el ombligo

el último día del fin del mundo

en que respiras.




Isabel Hualde

jueves, 4 de mayo de 2017

EL FUROR DE LAS ESTACIONES




Lo que se sumerge regresa en estallidos.



Sé del escorpión que petrifica

el rumor del cerebro y de la sangre

sé de la palabra inoportuna que golpea

sé de los silencios

y sus íntimas y quebradas notas.



Embriagado señor

el corzo se agiganta

en el furor condensado

que precipitan las estaciones

yo le amo y me libero

y atravieso su ciudad.



Lo que se sumerge regresa en estallidos.



La serpiente se enrosca en nuestra casa

y remueve sus cimientos

buenas noches

es la hora en el instante

de los cuerpos cálidos

incorrecto y hermoso

como un cotidiano dios

hoy has entrado con la lluvia.




Isabel Hualde




miércoles, 3 de mayo de 2017

EN EL RINCÓN DONDE LA HORMIGA DUERME





La paz pierde

neutralidad en estrechos callejones

foros artificiales y antipoéticos.



En el rincón donde la hormiga

duerme

otra levanta su fusil

alguna explora paraísos

en paredes agrietadas

les chansons a la nuit crient à ma tête

en écrivant des chemins pleines des oiseaux.



En el rincón donde el hada duerme

otra aspira a la belleza

espigas plateadas como un triunfo

o hallazgo.

Tampoco es cierto

que todas las hormigas

sostengan su viudedad

entre la pólvora



al margen de cualquier beso

nebulosa o catástrofe circense

el hada escribe

por favor

sacadme de este dulce abandono.



Página tras página

yo busco el sistema solar en el exilio.




Isabel Hualde



martes, 2 de mayo de 2017

BULLDOG





Mañana nevará luz sobre los campos.


Y qué cerrar ventanas

en habitaciones sombrías

o apoyarse en el álgebra

o el delirio de las rosas.



El bulldog jadea

siembra inquietudes

sobre la noche mestiza

huye

Bianca

del espejismo

lejos de la orilla de los parques

donde se dibujan cristales rotos

no hacia el sur

en el sur crecen sombras

rasguñan y clavan alfileres

y silba obscenidades

un tren de filibusteros.



Cuánto cuesta de nuevo el primer latido …

la cuerda se ha tensado en la zona roja

y es preciso besar las piedras

o cincelarlas en hermosura.



Ya ves

en ruinosa descomposición

y le salen ramas.



Mañana nevará luz sobre los lagos.



Isabel Hualde



lunes, 1 de mayo de 2017

EN TRÁNSITO



Septiembre alguien enciende la radio

en una habitación

(hubo una llamada Paraíso)

es de noche

facturas cursos tu vida

todo empaquetado

el anverso malo de una escritura

¡toc-toc!

¿algún insomne solitario o sombra

en algún lugar

echando de menos a algo

o a alguien?

Un buen sueño

el mejor amante entrando

despacio despacio como un poema

ciudades estratos destellos y tú

extendida en cincuenta versiones

a punto de cerrar los ojos

que se derraman en vertical

y hasta mañana corazón.

Anoche hacía frío en el lago Ness

-gotas de sangre negra bajo la lluvia-

tiembla fría muchacha de blanco

mirando al cielo.




Isabel Hualde