domingo, 9 de noviembre de 2008

Alrededor de una cama





Alrededor de una cama no hay sombras
si acaso habita la desolación de dos cuerpos extraños
que buscan en la penumbra el rayo que ilumina al otro.
En los encuentros la piel arde
con el vaho de unos labios húmedos
y el sumergirse en ese océano
donde la palabra no existe,
sólo estelas que cruzar
e incendios en los que desvanecerse.



Fernando Sarría


1 comentario:

ybris dijo...

Una desolación sin sombras alrededor de una cama.
Sólo quedan estelas que cruzar o incendios en que desvanecerse.
A veces pasa.
Afortunadamente, no siempre.

Un abrazo.