martes, 5 de noviembre de 2013

Una rubia con ojos de astracán






Yucatán envuelta en un misterio

Una rubia con ojos de astracán

Dos miserias, la mía más pequeña

Y un collar de perlas en el mar

Mucha sangre rodeada de silencio

Unos chinos que no quieren hablar

Varias putas calladas por si acaso

Y una rubia con ojos de astracán

Un teniente tras la pista de mi abuelo

El fiscal enamorado de un fiscal

Mis pantalones llenos de veneno

Y un collar de perlas en el mar

Una timba de póker en el Hilton

Dos disparos, un destino, una traición

El fiscal que regresa cual cautivo

Mientras yo caigo en las redes del amor

Con la rubia un trágico destino

Se enamora perdidamente del galán

Que a éstas horas ya habrán comprendido

Que es el mismo que sostiene el collar

Los policías siguen tras la pista

A mi abuelo lo enterramos en Qatar

El juez hoy casa a una de sus niñas

Dicen que preñada de un tal Muhammad

En cuanto a mí tengo un nuevo caso

De una morena con vestido azul tenaz

Que anda perdida en asuntos varios

Y el tuerto “Mickey” la busca para hablar

En fin, que Yucatán ya no es lo que era

Que los misterios ya no son lo que son

Que las rubias ahora son morenas

Y que yo, señores, me vuelvo a Gijón.



David Escudero Vigara


1 comentario:

Marcos Callau dijo...

Estupendo poema, David. Abrazos.