lunes, 4 de junio de 2007

En la compañía de la tarde

En la compañía de la tarde
se hace el día bandera
en su dolor de ausencia.
Desangrado sendero de tu piel,
apenas un poco de salado beso
cubre todavía el recuerdo de tu boca,
y en la humedad recóndita de la nostalgia
te veo aparecer tranquila, sosegada de mi,
como viviendo al lado del desierto,
allí donde los amaneceres se hacen púrpura
y tu enciendes las arenas con el aliento de tu paso.

6 comentarios:

isabel dijo...

la belleza insospechable de la poesía se oculta en la posibilidad de encontrar nuestra imágen, nuestro reflejo, nuestro espectro, en la palabras ajenas... me concedes el honorable derecho de imaginar que tus palabras, en algun mundo lejano, podrían haber sido escritas para alguién como yo? (pues... si esa es la belleza insospechable de la poesía...)
un beso sin palabras. como el deserto.

Fernando dijo...

te concedo el derecho de que estás palabras pueden haber sido escritas para ti...besos.

ybris dijo...

Esa tarde me suena.
Siempre la compañía de las tardes me dejó un sabor a salmuera entre los labios.

Abrazos

Chalá perdía dijo...

Una diosa es la que parece llegar de otro mundo. Aurora de amaneceres azafranados y fuego en el aire.

Fernando dijo...

MUy bien expresado Ybris..un abrazo

Fernando dijo...

A veces vemos a nuestros deseos como dioses que en su mirada traen y otorgan la vida...besos M.M.