Luis Bagué Quílez en su libro “Un jardín olvidado”
Murallas en la noche
Ven a buscarme al filo de la noche.
Brindemos
por la bruma de un cuento de fantasmas
y el silencio nocturno de las calles,
por el río de luna que apenas desemboca
en el cauce amarillo de los sueños,
por tanta soledad que nos rodea
como el cerco de tinta de un retrato.
Robemos el misterio
que tan celosamente guardan las murallas.
Sólo un viento lejano, una flecha que apunta
al corazón del miedo.
Ven a buscarme al filo de la noche.
Aunque ya nada pueda prometerte
sino el extraño don de una caricia.
domingo, 10 de junio de 2007
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7 comentarios:
Ven a buscarme al filo de la noche.
Aunque ya nada pueda prometerte
sino el extraño don de una caricia.
...
Pues ... no es poco. ¿Cuantos ... en no pocas ocasiones nos conformaríamos con eso!
Buen día desde Madrid. PAQUITA
Un beso Paquita, espero que tú también tengas un día estupendo..
...creo que voy a pedirte una de esas caricias con su don...
aunque, ya sé que todo pasa (y esto también pasará),te agradezco mucho esa caricia, que te he reclamado por el morro.
(P.D:espero que te de lo mismo, que la reclame al filo de la medio noche, que al filo de la "madrugá"...porque hay noches que no duermo,y sin embargo hay otros días...que por mi, estaría todo el mundo durmiendo.;)jeje, ya ves¡¡).
un beso, FERNANDO, y gracias.
Te doy todas las caricias de la noche...y espero que te sirvan para llenarte de sonrisas el amanecer..un beso Dulci.
la ternura de tus palabras se aacerca a la belleza que eliges en esta preciosa ventana de tu alma... gracias. mil veces gracias. *
Gracias a ti Isabel...si quieres leer mis propios textos en el otro blog suelo ponerlos..un beso.
Precioso don ese de las caricias, capaz de sembrarnos de luz el alma.
Gracias por compartir un poema tan lindo.
Un saludín.
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