viernes, 23 de septiembre de 2011

El tiempo asienta la costumbre




El tiempo asienta la costumbre
y el amor se agazapa
tras la fronda del tedio.

Nos faltaron palabras.
Siempre faltan palabras.

La rutina que asola todo,
que embota mentes y atenaza lenguas,
consumió nuestras horas
en sangrante banquete.

Y no hallaste la flecha
que indica mi camino,
ni yo acerté la esquina
que me llevara al tuyo.




Isabel Miguel



2 comentarios:

la-de-marbella dijo...

monotonía le dijo a costumbre, que solos nos estamos quedando. Muy bueno

Antonio Gómez dijo...

Bella crónica de un desencuentro, de lo que pudo ser y no fue, tal vez por el tedio, que machaca a las horas y a las personas. Queda la esperanza de un amor regenerador para un fururo cercano, pero incierto.