Fernando Ainsa en su libro APRENDIZAJES TARDÍOS
¡En otoño!
En otoño,
¿dónde se meten las insolentes lagartijas
- otros dirán curiosas-
que serpentean las soleadas paredes del verano
y nos miran,
cabeza alzada
sin temor ni disimulo?
No las veo a partir de octubre,
¿se duermen como los topos?
¿emigran como antaño las cigüeñas
ahora afincadas en lo alto del campanario?
En cualquier caso,
quisiera desaparecer como ellas en invierno,
aunque perdiera,
como les sucede al menor descuido,
la movediza cola que les sobrevive.
jueves, 31 de mayo de 2007
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10 comentarios:
Si le compensa...el trueque siempre ha sido una salida "escurridiza".
Olimpia.
sí..es posible Olimpia que tengas razón.
Ya te lo había leído en algún otro sitio y me había gustado.
Resulta curiosa esa afición a desaparecer por algún tiempo aunque nos cueste dejar parte de nosotros tras nuestra huida.
Un abrazo
Desaparecer ... malo, malo.
Un beso PAQUITA
Si Ybris ya lo pusé en el de blogia...
;);)..lagarto, lagarto..un beso Paquita
las lagartijas, esos pequeñitos seres que tienen el don de recrearse.
A veces, cuando las miro con cariño me recuerdan a los poetas, otras, cuando lo hago con desdén las veo semejante a los discursos de ciertos políticos.
Un fuerte abrazo
;);)..un abrazo.
Simplemente es bellisimo...
Anna.
me alegro que te guste..un abrazo
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