viernes, 22 de octubre de 2010

LA ESTELA DE LA TRANQUILIDAD



Si disfrutara del don
de conocer cuanto veo
sin el prisma
del prejuicio
ni el tamiz
de mi cultura,
miraría tras el cristal
de mi tragaluz
sin aprensión, ni pudor.

Si me confiriesen el valor
para afrontar la vida
sin traumas, sin discordias,
sin repetidas derrotas
en la comisura de la mirada,
progresaría por la senda
de mi presente
hacia el mañana espontáneo
de la perplejidad

Si mis manos arrullasen
la piel de la autenticidad
entre las sábanas
del tiempo perdido
y la saliva de las prisas,
ceñiría cada momento
sin pausa ni cobardía,
sintiendo los latidos
y el pulso de mi suerte

Si supiera estrujar
cada segundo
de mi existencia,
descubriría,
sin titubeo,
la estela de la tranquilidad…



Francisco Picón


3 comentarios:

Beatriz Giovanna Ramírez dijo...

Vivir el tiempo y sus agujas. Muy bello, Fran.

Verbo... dijo...

Nada como la paz
y la tranquilidad.

Un beso.

Fran Picón dijo...

Gracias, Beatriz, Verbo, besos!