lunes, 23 de mayo de 2011

Llegó trepando la marea







Llegó trepando la marea tras la huella
y sepultó los rastros tibios.
Las pulidas arenas y las conchas marinas
se sumergieron con los pies esculpidos
y la sal entonó una canción amarga.
La orilla sólida se transformó en espuma
leve, cambiante, transitoria:
un segundo y fue agua,
un instante de sol y fue salitre.
El mar llegó hasta mis rodillas
y destruyó la senda que moldearon
mis pasos en la playa.





Manuela Fernández Santamaría


2 comentarios:

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

El mar es un elemento que se debate entre lo bello y lo fiero... A muchos nos arrastra hasta el horizonte, y otros nos escupe hasta la orilla.
Todos nuestros pasos tarde o temprano terminan por borrarse... ¿o no?

Abrazos

Manuela Fernández Santamaría dijo...

Sí. Eso creo yo también.
Muchas gracias, muchos besos, amiga.