Octavio Gómez Milian
Vasos comunicantes
Ocho días antes,
viviendo nuestro amor en hostales
y pensiones de alquiler,
habitaciones frías que no paraban
de temblar ni por un segundo.
Helados los dos, te duchabas,
y yo, esperándote bajo las mantas
de aquella nuestra cama rentada,
mientras te duchabas,
y yo, terriblemente miope,
casi ciego sin las gafas,
pero terriblemente atento
a la mínima ropa que te cubría,
tú, obligándome con un mohín
y un sucinto Que no me mires
a dejar sin sosiego mis dientes,
sometidos a un segundo más de hambre.
Entrabas y nuestras pieles se rozaban,
transmitiéndose mutuamente flujos de calor
hasta que la temperatura se igualaba.
Luego otra noche más,
irremediablemente perfecta
en su repetición,
tú y yo convertidos en TUYYO.
Ocho días más tarde
la NADA abisal.
En el libro Los chicos están bien
Poesía última
Edición de Manuel Vilas
domingo, 1 de julio de 2007
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4 comentarios:
Esta tarde me hago con el libro.
El poema es buenísimo.
Besitos
;);)...pediré comisión..besos guapa.
Una historia, una únnica conclusión...comprometida y embriagante.
Olimpia.
besos Olimpia
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