Poema de Maria Luisa Miñana
A veces me pregunto cómo es esta mujer
de la que hablas y a la que ciñes
alas en los pies y en las manos
la rienda de los vientos, el olor
de la tierra en sus cabellos, el beso
azul del mar o el firmamento entre sus senos.
Pregunto por su nombre, su estatura,
la huella de sus pasos y la piel
que desliza su sombra cuando calla.
La veo entrecogida y abrumada
por tanto amor que le brota en los ojos,
rota su condición de persona o de nadie,
elevada sobre la noche blanca y alabada
por tu voz que la esculpe,
la recrea, me la devuelve otra, más hermosa,
más alta, mejorada sin duda,
hecha amor que se alza y que transciende
cada esquivo minuto en su pequeño afán.
A esta mujer, que te ama, pregunto, sin saber si me oye,
cuál es su condición de amada,
qué mérito adquirió, cuál fue su gracia
y en figura de quién trazó el embrujo.
Pero, yo, que te amo más que ella te ama,
no sé dónde encontrarla
y preguntarle qué he de hacer o decir
para que tú me ames como a ella
la amas.
jueves, 19 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Hola.
Gracias por este poema desconocido para mí, es hermoso.
Un saludo.
Gracias a ti por pasar por mi salón...abrazos.
Es una maravilla.
Publicar un comentario